Lolamaar

miércoles, noviembre 30, 2005

 

Hermano

Ayer cené con mi hermano. Él se separó hace poco de una pareja de muchos años. Yo me separé hace poco de una pareja de algo más de un año. Me cuenta y le cuento las novedades. El equis y la equis. Mi hermano enamoradizo. Intenso. ¿Me suena? Cómo somos...
Le cuento del blog y le paso la dirección por mail. Quizá entre hoy por primera vez. Cuidado que puede ser adictivo. No este blog. Los blogs en general. De costado está la listita de los que leo todos los días o cuando puedo.
Hoy vamos los dos a escuchar a Spinetta. No sabíamos que iba el otro. Nos reímos ante la casualidad. Cruzaremos equis y seguro sonrisas. Tenemos secretos y complicidades. Él prestó departamento cuando quizá ni una amiga me lo hubiera prestado, hace ya mil años, cuando yo empezaba a estar con A. y era un escándalo.

Lo adoro a mi hermano. Es como una pequeña escuela a la que fui durante toda la vida.
Bienvenido.

martes, noviembre 29, 2005

 

Medianeras

El 12 para ir al Gaumont. Voy a “La noche del Cortometraje”. El Incaa premia a uno de los once cortos que ganaron durante el año en algunos concursos y festivales. Otros concursos quedan afuera. “a la orilla” también afuera pero seleccionado en varios de esos concursos.
Voy a curiosear.
Me bajo, camino, me compro una libreta y un lápiz negro, 2B, trazo grueso. Llego, un rato sola, hasta que llegue S. Quise evitar sorpresas: sé que viene M. Sé que llega tarde. Escribo unas cosas. Leo Lúster, de Juan Leotta, pero no me puedo concentrar. Espero.
Once cortos. El primero está muy bien. “Medianeras”. Edificios de Buenos Aires. Modernos, antiguos, híper modernos, corporativos. Ritmo. Texto. Una chica, en pareja luego de cuatro años, siente que vive con un extraño. Claridad cruel cuando uno ya sabe que no va más. Recién separada, ella intenta aprender a estar sola. Un chico solo cansado de la soledad. Computadoras y medianeras de por medio. Búsquedas de los dos. Búsquedas modernas para deseos clásicos. Búsquedas compulsivas y dudas existenciales. De Internet al subte y mirar en la calle por si aparece “él”, por si encuentra a “ella”. Citas a ciegas. Desiluciones. Esperanzas que persisten. Chatear con alguien que puede estar en el edificio de al lado. Que podrías haberte cruzado en el instituto de inglés al que ibas de chico. Que te cruzás en el quiosco para comprar velas cuando se corta la luz. Pero chateamos. Y todo parece frágil. Las búsquedas de siempre. Encontrar a. Alguien.

 

Deterioro

Había pasado sólo un año.
Pero te miré y comprendí:
habíamos envejecido

domingo, noviembre 27, 2005

 

A toda velocidad...

Pienso "a toda velocidad" y recuerdo sin querer una canción de fito paéz que no creía recordar y que recompongo de a poco. El tema es "La despedida", está en "Abre" y es como para ponerlo en repeat si querés llorar un rato.
A toda velocidad pasó una semana con parcial, entrega de monografía, encuentro de estudiantes de letras, la noche linda del jueves, la noche más linda de ayer, los planes para el fin de semana que viene, pileta y asado hoy con los chicos.
Me abruma la velocidad. Miedo de distraerme y que se venga un golpe. No hay indicios. Sonreímos y las cosas van bien. Si las cosas fueran muy lentas me aburriría. Pienso demasiado. No debería.
Pasó el encuentro. Como casamiento que se prepara durante un año y se consume (y se consuma) en una noche. Arden las velas. No puedo recapitular demasiado pero sensación de experiencia positiva. Sensación de querer más. Acomodar y desacomodar varias cosas. Una discusión sobre poesía contemporánea que empezó buenísima y quedó abierta. Un punteo de cosas para pensar, una lista aún más larga de cosas para leer, y un deseo cada vez más intenso de escribir.
Hoy, primer puesta de bikini verano 05-06. Salir de las aulas a broncearme un poco.
Dormir a la sombra.
Calor
y por momentos una brisa.

viernes, noviembre 25, 2005

 

Discusión

Diez y media me preparo un nesquik que no es nesquik porque tiene café y no chocolate. Lo tomo frío.

Encuentro de Letras. Ayer mucha gente y lindo clima. Para las mesas de menor expectativa, el mejor resultado.
Salí desilucionada de la mesa de blogs, internet y literatura. La discusión me pareció vacía y torpe, no por falta de academicismo sino por falta de ideas, porque se dio mucho espacio a algo que me parece indiscutible y que ya es lugar común cuando se habla de literatura en internet: si el libro muere o no muere.
Esto fue especialmente traído por Margulis, con poca resistencia de Incardona y Terranova y algunas buenas puntas ofrecidas por Llach, que un poco se perdieron ante el énfasis, el efectismo y la extensión de Margulis.
Es muy poco interesante pelear acalorados sobre una cuestión que en el mejor de los adjetivos es profética. Si hablar de literatura en internet nos lleva a pensar si el libro desaparece o no, me parece que estamos dejando de lado todo lo interesante que puede tener esa discusión. Oponer un soporte al otro como si uno tuviera que ser superador.... para qué. Por qué no pensar, en todo caso, cómo opera la masividad de internet y la multiplicación de publicaciones virtuales sobre el libro impreso. Alejandro Margulis, uno de los expositores, tomaba la palabra “virtual” en forma despectiva. Pero él tiene una editorial electrónica. Virtual si es poco real es despectivo. No es poco real. Es virtual. Internet es un espacio virtual y no es menor por eso (podemos discutir si es menor o no, pero no creo que pase por la “virtualidad”). Todo el discurso de este muchacho parecía ser el discurso de la cola de paja y del resentido sin libros publicados. Él era el más enfático al hablar de por qué la pantalla y no el libro, como si el formato electrónico fuera de por sí mejor por más plural y democrático. Porque es un circuito donde se pueden desafiar las leyes del mercado editorial. ¿Las editoriales chicas no desafían esas leyes también? ¿Ese desafío pasa por lo electrónico vs. libro impreso o por lo que se elige publicar? No es lo mismo tener una editorial que publica clásicos, una editorial que publica contemporáneos latinoamericanos o una editorial que publica poesía. Vamos. No es cuestión de soporte. Es cuestión de literatura. Es cuestión de qué leemos y que intervenciones proponemos en el campo. El soporte que elijamos es un tipo de intervención en sí misma. Pero si publico la obra de Andahazi, sea donde sea que las publique no voy a estar desafiando nada.
Algo interesante fue lo de Incardona trayendo a Link. Correr el eje de las lecturas a las escrituras. Todos escribimos. ¿Pero leemos más? ¿Borramiento de autor o todos autores que queremos ser particularizados y conocidos por una comunidad más o menos mayor y delimitada? ¿Comunidad global? ¿De qué están hablando? ¿Cómo es posible que me conozcan en Asia o yo conozca a un Europeo en el infinito azaroso que es internet?
Hablar de soporte por el soporte mismo, vender un soporte como vendedor ambulante de colectivo, esa es la sensación que me provocó la exposición de Margulis, que desluce su proyecto por ir al choque con algo que no necesita de ningún choque para existir. Creer que matar al libro es matar al padre para que surjan estéticas nuevas me parece una tontería. Hablemos de estéticas, lecturas, escrituras. Hablemos de cómo inciden las condiciones de producción sin duda marcadas por las nuevas tecnologías en nuestras escrituras. Hablemos, en todo caso, de cómo se ven alterados los circuitos de consagración y canon para la literatura contemporánea cuando gran parte de ella es publicada primero o solamente en la red. Pensemos problemáticas y relaciones. Y dejemos al libro tranquilo, uno de los objetos más generosos de la humanidad.

 

Y dijo...

Qué bueno que viniste para quedarte

jueves, noviembre 24, 2005

 

Empieza el encuentro de estudiantes

Ansiosa, baja presión, contenta. Quiero irme de la oficina. Empieza el encuentro y quiero estar ahí. Tanto trabajo, tanta reunión tantas horas sábados o domingos, tantas diferencias, algunos berrinches, tanto conocernos... Sí sí, yo soy cursi y no tengo problema en decir que quiero como quiero a mis compañeros organizadores del encuentro.
Y al principio yo estaba así como reticente. Y no iba mucho. Me aburría un poco. S. y Nessie me llamaban, me insistían. Yo estaba pero no. Y ahora estoy más que nunca. Empezar a ir, a pensar, a pelear, a sostener. Construimos algo, parece tonto, mentira, utópico. Pero así como estamos hoy, antes de empezar y sin saber si no vendrá nadie o si nos veremos superados, yo sé que tenemos algo construido. La experiencia grupal fue fuerte. No empezamos siendo amigos, y cada uno tenía sus cosas, su vida, sus prácticas políticas, sus intereses y desintereses. Y así y todo acá estamos. Con mucha ansiedad y ganas de que todo lo que pensamos salga bien.
Llegó, por fin, después de muchos meses de trabajo, el comienzo del encuentro.

Nos vemos ahí con los que puedan venir. A los que no estén, después les cuento.

Salut,
LM

miércoles, noviembre 23, 2005

 

Baja el telón

Fin de cuatrimestre. Se siente por fin el fin de cuatrimestre. Se siente porque después de mucho tiempo volví a cursar y estudiar como se debe o lo necesario para que mamá mirta (ver nota al final) se enorgullezca de su hija y diga cosas así como
_Creo que te hizo un poco bien separarte de...
_Ay mamá...
_Si antes no estudiabas nada.

Bueno. Quizá tenga razón. No que me hizo bien. Sí que me pasé un buen tiempo sin estudiar nada.
Fin de cuatrimestre. Entregas varias y copas después.
Antes de las copas del después, lecturas del grupo Alejandría. En el fondo éramos como el grupo del fondo del aula de secundario, murmullo y chistes y alguien que desde adelante (la traga) le grita a Terranova si no puede hablar un poco más bajo.

Después escuchamos a nuestros compañeritos Obelix y Rex, queridos compañeritos con sus buenos textos de siempre. Y esto se vuelve hinchada.

Mi amiga querida C., antropóloga de salidas temáticas, ayer vino conmigo y su antropología cautivó a varios muchachos del auditorio.
Después las copas fueron copas y comida en restaurant peruano y pasada de alcohol me fui a dormir no tan tarde pero agotada. Fin de cuatrimestre y una lluvia que baja el telón.

*mamá es mamá mirta desde que se autodenomina de esa forma en contestador automático de su hijo que vive en pareja. Entonces para diferenciarse de su consuegra dice "habla mamá, mamá mirta".

martes, noviembre 22, 2005

 

Jardín de gente

Hay gente que me desconcierta.
Hiere una vez, después pide disculpas, logra que una se acomode ahí con la guardia baja, y cuando ya estás, carne jugosa, te estaquea y te deja otra vez, una vez más, golpeada en medio del desierto. Por suerte, en realidad, esta gente me desconcierta cada vez menos. Sus mecanismos se vuelven conocidos y previsibles, y por eso, como después de tanto golpe un poco aprendí a cuidarme, ahora están cada vez más lejos. Las flechas ya no tienen la misma puntería.
Por otro lado, hay gente que me sorprende.
Quizá porque todavía no la conozco tanto. Y no porque sea imprevisible, sino porque está ahí para redoblar apuestas cuando yo, quizá por cuestiones de ir despacio con miedo a que de pronto una flecha, a veces creo que no tengo mucha fe para apostar.
Entonces voy así, de cerca y de lejos, viendo dónde aflojar y dónde acurrucarme. Dónde dormir tranquila. Muy cansada de los que no pueden cuidar, del peligro de quien no puede ni siquiera darse cuenta cuando hiere. Decidida, igual, gracias a las sorpresas y al calor de los días, a no dejar de creer que en el extensísimo jardín de gente hay abrazos y besos de personas que sí pueden y quieren estar.

lunes, noviembre 21, 2005

 

Laura va...

Conocí a Laura a fines del 2002, en una de mis tantas visitas a Neuquén.
Yo había visto en el diario que la ex mujer de A. exponía sus cuadros en un bar. Quería ir a ver. La ex mujer de A. es una artista plástica reconocida tanto por su obra como por su locura y conmigo siempre tuvo una relación de odio y violencia que alguna vez servirá para una ficción melodramática.
Fui al bar de la exposición. Miré como si ahí pudiera develar alguna verdad o entender un poco más de esa locura. Los cuadros eran buenos. Detrás del mostrador había una chica. Tomé un café. Hablamos. En Neuquén se conocen todos. Yo quería saber más pero tenía que ser discreta. Nos presentamos. Le pregunté por los cuadros y la pintora.
__Es una diva__ dijo.
Yo no entendí si era una apreciación positiva o no. Seguimos hablando. Enseguida hubo confianza. Contarnos cosas y contarle. Laura actriz. Laura que nunca salió de Neuquén. Laura que conoce la noche como pocas y tiene miles de anécdotas, de las divertidas y no tanto.
Enseguida más información y reirnos porque sí, la ex de A. era una loca reloca.
Nos contamos la vida y al día siguiente volví. Y al otro día le llevé unos cuentos. Y los leyó. Le gustaron.
Después me presentó gente, me hizo amigos. Me ayudó en los momentos difíciles, en las tantas horas que pasé sola en Neuquén. Con ella adaptamos el cuento de Lola a teatro y ensayamos durante un verano.
Laura es una mujer fuerte de historia difícil. Tomó decisiones y se hizo cargo, y también se hizo cargo cuando quiso tener a su hija Esmeralda, a pesar de todo, de las ausencias y de las dudas.
Me acuerdo de su embarazo, de jugar a pensar cómo sería la nena si era nena, como sería si hubiera sido nene. Ayer Esmeralda cumplió dos años. Me acuerdo que cuando nació le mandé una carta de bienvenida, en un momento en que para mí el mundo estaba dividido entre los amores del sur y la vida en Buenos Aires. Hoy yo estoy de lleno acá. Laura allá. Ojalá pronto nos veamos. Mientras tanto nos escribimos y ella lee este blog. Por eso este post para ella.

sábado, noviembre 19, 2005

 

marina xxx

Charla de chicas, café, y muchas poesías de colores. Muchas poéticas color de la siesta. Qué lindo conocer gente nueva, un poco porque sí, un poco porque todo. Qué lindo tener libritos nuevos y mucho para leer y querer leer y querer escribir así como en una maratón de palabras una tras otra porque lo de las palabras se pone bueno y es tan lindo leer y tan lindo leerlas, tan lindo leerte marina xxx, librito de tapa blanca que me hace acordar a las hojas canson de la escuela. Empezamos a leerlo con Nessie y con D, extraña combinación que no parece nada extraña, en otro café ya de noche y tomamos cerveza y hablamos un poco y agarramos los colores y leemos el blanco, marina xxx, la canción de counting crows, y ya no me acuerdo quién lee en voz alta. Yo no soy y D. tampoco. Yo lo leí antes, lo leí para mí. Ahora Nessie, ahora su voz y yo quiero disimular porque es un papelón pero no puedo, entonces lloro, porque qué lindo el poema, y quisiera/verte la cara brillando, brillando, me brilla de lágrimas y creo que el chico va a salir corriendo pero dice que no entonces lloro tranquila rechoncha pero tampoco tanto, no tanto, un poquito, de emoción, de estar así a flor de piel, como dijo alguien por ahí. Leo otro, del libro dorado, al tigre y al león, les habla a ellos, una voz dulce de amor, una voz cálida que dice ahora queda un mundo por delante/tomar cafés en bares de otra parte. Mi mundo por delante. Y es que encima tenía que estudiar, tuve que estudiar, porque hoy rendí, rendí un parcial más, uno de esos difíciles y no estudié mucho, pero igual ya está y salió bastante bien, eso creo al menos ahora, después un disfrute, el 55 a Plaza Serrano, asiento individual y xxx librito tapa blanca, ahora más sucio, se ensucia y me gusta, más lo leo más se ensucia y es como más mío, todo sucio todo yo, el xxx menos blanco más leído. Caminar y comer, leer la Ñ mientras tomo una cerveza, y comprar un pantalón, y un libro de regalo y caminar a casa y pensar en la poesía y qué lindo leerte, marina xxx, leona del rey, mamá del león.
no sé si hay que aclarar que marina xxx es marina mariasch, autora de xxx y de tigre y león, los dos de editorial siesta.

viernes, noviembre 18, 2005

 

Mis padres y el blog

Desde hace unos días (en realidad desde el martes, cuando mi analista preguntó por el diálogo con mis padres y yo contesté que casi nulo) las cenas en casa se volvieron más dialogadas. Las evidentes tareas para el encuentro de estudiantes, los apuntes que dan vueltas por toda la casa, y algunas salidas, son la excusa para empezar a conversar. De pronto empecé a contar qué anda pasando alrededor. Así llegué a contarles detalles del encuentro de el interpretador, y así, como quien no quiere la cosa, algunas cosas de este blog.
__¿Y no podemos leerlo?__ preguntó mamá.
__No má, no da... son cosas privadas__
__Pero si las lee todo el mundo__acierta papá
__Ah sí, pero no ustedes. Si finalmente hubiera sido actriz por lo único que me cuestionaría hacer un desnudo es porque papá se sentaría en una de las butacas a ver la película. Por los demás no es problema.
__¿Pero aparecés desnuda en en el gloc? __ papá se preocupa
__No... bueno, sí, un poco, de alguna manera.
Hablamos de otras cosas. Me siento en la computadora. Abro el blog y busco algo para leerles. Los de mi sobrina pueden ser.
Les leo.
Uno.
Mamá se levanta de la mesa y me da un beso.
Papá se ríe.
__Entonces ¿yo también puedo escribir todos los días?__esperanza de papá.
__No sé pá, eso depende de vos.
__Ah.
Les leo, otro.
La bobe.
Mamá llora. Se levanta de nuevo. Me da otro beso.
__Qué lindo que escribís, hija.
__Y cómo vas a hacer cuándo vivas sola, sin computadora. ¿No valdrá la pena que te quedes así escribís todos los días?__papá, sin fe en mi capacidad de ahorro.
__Ah no, yo creo que si escribe así, y escribe todos los días, yo le regalo una computadora para su casa nueva.

jueves, noviembre 17, 2005

 

Ponele...

Ponele que estoy triste... que no tengo razones, que las cosas andan más o menos bien, todo muy rápido, pero bien, y que las cosas se terminan, algunas otras empiezan, se concretan proyectos, no paro un segundo. Y sí, ponele que llego a mi habitación, fundida y furiosa, a la noche tarde, y el silencio es necesario pero también dice tanto que me da miedo, que no hay un abrazo, un cuidado más allá del estruendo, poder relajarse, pijamas y pelos parados, ojeras profundas, mucho amor y confiar. Ponele que falta ese hogar pero que también me siento cansada para construirlo. Falta poco para la mudanza. Mi casa sola. Quizá debiera vivir en el aire hasta entonces, el sin hogar por las semanas que queden, pero es mentira, si no pienso en un hogar como conjunto de paredes.
Ponele que estoy triste aunque hay gente que me quiere, y se abren espacios nuevos. Ponele que sí, me cuesta alejarme de los lugares donde ya no estoy ni me invitan. Que de pronto, en un día, llamado telefónico, feliz cumpleaños y esos lugares no sólo es una fiesta un sábado a la noche, sino que son otros eventos, viernes, sábado y lunes, presentaciones, proyecciones y mi nombre que aparece junto a su nombre en una pantalla grande que ya no puedo ver.
Porque pensé que quería pero no puedo. Porque cada contacto es hacer reset y empezar de cero a ver que puedo sola. Y puedo sola y la paso bien y encuentro cosas hermosas pero exijo tanto alrededor y en mí (ser divina, ser amable, estar pero no asfixiar, querer pero no enamorarme, y divina, divina siempre) que el silencio, al fin del día, sólo es espejo de un agotamiento angustiado asqueado de sí mismo ante tanta corrección.

miércoles, noviembre 16, 2005

 

Cumpleaños

Muchos partos el 16 de noviembre. Tres cumpleaños de personas queridas. Distintos años y el mismo año. Desde hace un tiempo las casualidades no ceden. Parece un chiste, parece un mambo.
Romi, mi amiga, hermosa, recién casada, feliz después de una luna de miel con días de lluvia en el Caribe.
M. Saludos interestelares, que lleguen sin violencia y con mirada clara.
D. ¿Qué decir? Qué miedo. Feliz cumple. You know...mucha música, y furor, no te olvides.
Tres cumpleaños. Tres celebraciones.
Romi, después de tanto festejo, una merienda el domingo a la tarde. Me viene perfecto. No se superpone con nada.
Después, evidente:
Una amiga me cuenta que el sábado hay una fiesta. A mí no me llegó ese mail general. No estoy invitada. Claro. Cómo voy a estar invitada. No iría. Tampoco esperaba invitación y suponía que habría fiesta. Pero al mismo tiempo, todo es raro. A esa fiesta van amigos, conocidos, incluso amigos de amigos (del cumpleañero). Pasa eso con los cumpleaños. Pasa eso con las separaciones. Uno pasa a estar en un status que no deja de ser especial (querido, odiado, depende del día, pero especial), pero ya no estás ahí, ya no tiene nada que ver estar ahí, incluso cuando muchos o algunos de los que sí van son menos importantes, son circunstancias que querían estar (los amigos, las chicas nuevas) o que van porque les pareció mejor plan que cualquier otro plan de esa misma noche (los conocidos, los amigos de amigos).
El sábado hay otra fiesta. A esa voy a ir. A esa me invitaron y también es raro. Pero es lindo. Y voy a ir con una amiga, supongo. Amiga mía, o sea amiga de amiga, o amiga de equis...
Tres cumpleaños, tres fiestas, ausencias, presencias, y ninguna superposición. Sólo se trata de dejar de estar en algunos lugares, y empezar a estar otros.
Ojalá todos la pasen y la pasemos bien. Sería lo mejor.

martes, noviembre 15, 2005

 

Nos ponemos un poco serios... (pero no tanto)

Primer Encuentro de Estudiantes de Letras

El año pasado varios alumnos de Letras que estábamos interesados en ir al Congreso de Crítica y Teoría Literaria en Rosario nos agrupamos para conseguir algún apoyo de la facultad que nos permitiese asistir a la mayor cantidad de gente interesada con el menor costo posible. Esa motivación conjunta se consolidó en varias reuniones en las que nos organizamos respecto del alojamiento, los pasajes, la gestión del apoyo de la carrera, etc.
Todo salió bastante bien, fuimos a Rosario, participamos del Congreso, nos divertimos (no lo vamos a negar) y además entre varios nos hicimos amigos (tampoco lo vamos a negar, mi veta romántica siempre ahí). La experiencia rosarina suscitó reflexiones acerca de los congresos en general, y lo que vemos suele suceder en esos eventos. Poco debate, poco interés real por las discusiones y las exposiciones, un compromiso que muchas veces pasa por conseguir una línea más de currículum. En síntesis, poco agite para una instancia que pensamos podría ser interesante y de real formación, tanto en contenidos como en todo lo que brinda la experiencia misma (exponer, intercambiar experiencias y escrituras académicas, etc). Volvimos y luego de unos meses, surgió la propuesta (algunos detalles ya no los recuerdo bien) de organizar un encuentro de Letras en el que pudiéramos reformular lo que no nos cerraba y generar un espacio de estudiantes para estudiantes, sin que importaran las jerarquías clásicas ni la división de los claustros.
Escribir esto es difícil, faltan un montón de otras voces que sumarían a este relato. Pero bueno, aquí una breve reseña de la experiencia de trabajo. Empezar a juntarnos implicó revisar un montón de cosas que parecían establecidas: ¿aceptar todas las ponencias sin restricciones ni evaluación o sí trabajar leyendo las ponencias con un criterio evaluativo? ¿cómo serían esos criterios?, ¿qué nos motivaba a hacer esto?, ¿qué esperábamos que pase?, ¿a quiénes nos dirigíamos y por qué esta propuesta es, sin duda, una propuesta política dentro de la carrera? ¿no hay espacios o los espacios están pero no son tomados?
Sería muy extenso dedicarme a todo esto en este post, son temas que nos proponemos compartir y discutir en la apertura y en el cierre del encuentro. Sólo quería contarles algo más, no sólo pegar la gacetilla, y por supuesto, invitarlos a todos. El encuentro es abierto a estudiantes, graduados, docentes y personas interesadas en la cultura, la literatura y el lenguaje, que no necesariamente participen del ámbito académico.
El programa y las mesas pueden consultarse en www.encuentroel2005.blogspot.com (lo estamos actualizando minuto a minuto) y pueden escribir para consultas o comentarios a la Comisión Organizadora: encuentroel2005@yahoo.com.ar

 

Mirada Almodóvar

Salgo al correo. Salir de la oficina a media mañana está bueno. Si hay sol y brisa como hoy, mejor. Demasiada gente, voy a tener que volver después. Salida de media tarde.
A la mañana me encontré con un mail que no esperaba y que además me emocionó. Los nudos de a poco intentan desatarse. No se desatan así nomás. Así nomás no sirve. Sangre, sudor y lágrimas. Tampoco tanto. Sí un poco de lágrimas.
En estos días pienso en Almodóvar. La mirada. Quisiera ponerme unos lentes rojos de carey y sentir la vida así: todo intensidad. Amar, sufrir, perder. Sangre y sudor.
Sólo un juego pero no. O sí. Todo juego. Acción-reacción frente a la rutina.
En Almodóvar todo es . Todo es aceptar a fondo lo que se nos propone. Lo que parece ligth deviene trágico. Me gusta eso. Ironía. ¿Creías que era ligth? Mirá. Y entonces el enfermero se curte a la comatosa y la deja embarazada, o se suceden los crímenes y los suicidios.
No digo que la vida tenga que ser así. Pero sí con color, humor, intensidad, y que caiga, entonces, por su propio peso.
Sangre, sudor y lágrimas.

lunes, noviembre 14, 2005

 

Energías

Lunes. Oficina. Mate cocido. Veo el tarro con galletitas pero pienso no, grasa saturada. Cierro la alacena, consciente de mis incoherencias y de la cantidad de comida que ingiero con grasas sin mayor preocupación. Todo se trata de equilibrar: en lo que puedo contenerme me contengo para ir desaforada pero sin mayores culpas a los antojos de cada día.

Durante varios años trabajé en un club con grupos de adolescentes. El viernes, en Aroma de Santa Fe y Agüero, donde me junté a charlar un ratito con
Nessie, vi a uno de los tantos que pasaron por mis actividades. Estaba lejos, no me vio y tampoco fui a saludar. Al rato, el conocido, rubio, traje negro, se acerca a la mesa, yo amago a sonreir y preguntar qué tal, pero él, antes de que yo hiciera cualquier gesto amable, con una contra-energía poderosa, me dijo:
__Algunas caras no se olvidan, y algunas cagadas tampoco.
Desconcierto total. Él se aleja un poco para irse, vuelve, y agrega:
__No te olvides lo que hiciste, lolamaar.

Wow. No tengo idea. Nunca creí que podría haber marcado a alguien con tanta intensidad como para que cuatro años después me odiara como si lo terrible recién hubiera pasado. No sé qué le hice. Parecía algo realmente grave. Intenté pensar pero no. Sólo recuerdo que era insoportable. Ideas protofascistas. Y que yo no soy muy diplomática. Pero nada más. Ese chico ahora tendrá veinte años; cuando lo molesté debía tener dieciseis.

Ayer, IV encuentro de
el interpretador. Todo salió bien. Se suma gente, caras nuevas para nombres conocidos. Las lecturas estuvieron muy bien. Como leyó Corbacho, un poeta de unos setenta años, tuvimos la platea de más amplia gama generacional. El viejo copó el auditorio. Las señoras mostraron su aguante con whisky nacional (varias se acercaron a pedir café, no tenemos y entonces whisky), a alguien tuvimos que explicarle que tampoco teníamos Legui. El clima, amigable como siempre. Elogios, comentarios que me sorprenden. Buen humor el domingo a la tardecita que se extiende hasta la madrugada. A la salida nos fuimos varios a (intentar) comer algo. A la vuelta, El desnivel. Conseguir lugar para los casi veinte que éramos. Nunca nos atendieron. Nos fuimos casi a la media hora de haber llegado. ¿Panchería? ¿Pizza? ¿Dispersión y cada uno a casa? Es tarde. Caminamos y no sé cómo, de pronto alguien conversa en la calle con un mozo de un restaurant que parece caro. El mozo propone hacer precio para un menú de parrilla que supuestamente alcanza para todos. Después de un estado asambleario de varios minutos resolvemos entrar. El mozo nos dijo cualquiera. La comida no alcanzó y el episodio suscitó algunas broncas. De todos modos, la velada fue más que agradable y continuó así durante un rato más.
Se terminó el mate cocido. Es media mañana y tengo un poco de hambre. Además tengo que trabajar. La semana promete agites. Sensaciones raras en el cuerpo. Está todo bien pero igual un nudo que no cede. Vuelve después de buenos momentos, silencio y nudo. El estado de ánimo en distintos niveles. Supongo que es así: darle tiempo y calor para que se distienda despacito.

sábado, noviembre 12, 2005

 

Golpes de tensión

Pensaba llegar y escribir a mano. Ganas de escribir pero la computadora se quemó ayer a la noche por un golpe de tensión. A una amiga le pasó lo mismo, a la misma hora, en otro barrio. Por suerte el encargado de mi edificio es tan súper y canchero que también arregla computadoras, así que ahora, recién llegada a casa y el cpu como siempre para mí.
Siesta urgente. Dormirme a las cinco, despertador a las nueve, pero tan enfermita que desde las siete y media no poder dormir más. Dos horas y media de sueño. Reunión en casa de S., a la tarde ver Operación Masacre en una copia desastrosa y dormitando en los sillones.
Ayer, una noche linda. De esas que de charlar y pasarla bien se hacen las cinco de la mañana y no te das cuenta. Y no te querés ir pero vas a dormir poco, entonces mejor volver a casa, pero aún así dormir poco. A veces odio mi psiquis y sus traiciones.
De Primera Junta a Palermo. A eso de las siete de la tarde la ciudad parece plagada de chicos y chicas lookeados para Creamfields. Quizá es mi fantasía, porque yo no voy y por momentos parece que va todo el mundo. Como sea, gafas enormes, chicas de lo más diversas y divertidas en recorridos que adivino hacia Puerto Madero, combinaciones de colectivo y algunos taxis que veo detenerse para que suban las gafas y sus sonrisas, sus plateados y zapatillas puntiagudas, y ahí voy, camino y las veo, mientras vuelvo a casa para una siesta, con los jeans grandes y musculosa roja, y dormir por favor, que no falte nada, que la ansiedad se calme, que por un rato las obligaciones me dejen descansar y que los placeres de hoy no se vean asustados por cosas que de a poco van quedando atrás.

viernes, noviembre 11, 2005

 

Banda sonora

La amiga con la que almorcé creo que el lunes, además de hablarme de las decisiones que se toman en un minuto, me aconsejaba ciertos cambios que cortaran con imágenes asociadas al "antes": ropa nueva, cambios de look y cosas que definitivamente deben quedar guardadas.
No se preocupen, sigo siendo una chica castaña de pelo ondulado, y la renovación de algún sector del guardarropas ya pasó hace unos veinte días y continuará siempre que haya dinero. Pero hoy, cuando vi que el emule ya había terminado de bajar OK COMPUTER, de Radiohead, comprendí que también es bueno cambiar la banda sonora. Yo no soy lo que se diría letrada en materia música, soy más bien como una pequeña esponja que momento a momento absorbe lo que se le presenta a los oídos y le gustó escuchar. Algunas cosas se adoptan y son para siempre (Caetano hace tanto, Pat Metheny y el missoury sky, Amelie, Thelonius, Coltrane). Pero esas ya son mías, no de nadie ni de ningún nosotros.
Amigos, en estos días se renueva la banda sonora.
Bien por eso.

jueves, noviembre 10, 2005

 

En la nebulosa

Días de bastante encierro. Lectura. Escribir parcial. En el medio, la rutina y algunos guiños nuevos desacomodan lo establecido. Aparecen las sonrisas mezcladas con una sensación extraña porque lo de antes ya no está, no envía ninguna señal y las señales son otras, de otros lados. El radar chingado se reacomoda desacomodado y vuelve a captar. Señales. Son buenas.
En estos días pensaba con cierta nostalgia (creo que definitivamente tengo una mirada teñida de cierta nostalgia) las publicaciones en internet. Estoy en el interpretador, tengo un blog, publicar en internet me parece excelente. Pero tengo la sensación, también, de que esos textos se pierden rápido. Que nadie vuelve ahí. En el mes quizá alguien los lee pero después todos los olvidan. Quizá no es así. Ojalá que no. Me parece que, por ejemplo, muchos ni siquiera saben que existen cuentos que están por ahí publicados. Y sí, están publicados, pero la alegría viene recién si alguna vez un librito... Una sacralización del libro, algo tangible. Lo pensaba ayer cuando leía Operación Masacre, y el pasar de Walsh de unas notas en revistas al libro publicado. Mezclo todo con todo y no tiene nada que ver. Acá es otra cosa, lo sé, lo entiendo, pero me hizo pensar y creo que soy un poco más lenta que los avances de la tecnología.
El viernes pasado leí un texto de S. en el Remisero Absoluto y hoy, cuando volví a entrar, descubrí con cierta tristeza que el texto había quedado muy atrás. Todo se actualiza demasiado rápido y creo que a veces en la actualización se olvida.
Lo mismo con algunos post que me gustan más que otros (ninguno de estas últimas dos semanas). Pasan, ya ni aparecen en la página que se abre al poner la dirección, y se pierden ahí, quién sabe en qué nebulosa.

 

Encuentro de lecturas

IV Encuentro de Lecturas
el interpretador
Domingo 13 de Noviembre
18 hs.
Estados Unidos 308
San Telmo, Capital Federal

www.elinterpretador.net

martes, noviembre 08, 2005

 

Y es sólo martes...

Un amigo escribe en un mail a varios amigos: "Gente no sé qué pasa pero recien estamos a martes y ya pasó de todo, así no llegamos vivos al fin de semana."
Buena síntesis. Pareja de amigos que se separa. Pelea con amiga y reconciliación. Desencuentros. Cierres que espero por fin se logren. Encuentros nuevos. El domingo próximo encuentro de lecturas, y organización. Organización también del encuentro de Estudiantes de Letras, y a tres semanas, imprevistos, inconvenientes y cansancios.
Supongo que fin de año es así: los martes parece que no llegamos vivos al fin de semana.
Por mi lado, a los tumbos y como pude, terminé una de las consignas del parcial domiciliario. Escribir sobre Borges parecía misión imposible. Pero ahí están, casi cuatro paginitas escritas a pura adrenalina y entusiasmo ante cosas que nunca pensé que podía encontrar. Nunca escribo crítica, sólo cuando están ahí las presiones de los tiempos urgidos del parcial domiciliario o la monografía para fin de cuatrimestre. Cuando lo hago me encanta. Cuando no lo hago creo que eso no es para mí. ¿Desvalorización?
Hoy a la tarde intenté recordar buenas sensaciones y momentos que quedaron atrás. Ataque de angustia: no lo logré. No recuerdo cómo era. Pasarla bien ahí. Los últimos meses se comieron, al menos por ahora, esa posibilidad. Como si todo hubiera empezado una noche de junio, o algo así, cuando en Hermann escuché un "creo que no te amo más". Piezas de dominó que caen una tras otra y tratar de cubrir con sonrisas algo irremontable. Algún destello después, es cierto, pero si en algún momento fui yo la que dejó de amar, cómo no entendí antes, por mi propia experiencia, que un desamor no se recupera. Pero no. Orgullo herido como nunca y por primera vez. Intentos remotos de ser "querible" y frustraciones infinitas. Ahora un repaso como intento de aprendizaje. Pero ¿se aprende algo?
Entre el escepticismo y la decepción,
saludos a todos,
LM

 

Pornosoneto

de Ramón Paz

ahora estamos jugando a no querernos

ahora estamos jugando a no querernos
a mentirnos secretos con amantes
ahora nos jactamos de inconstantes
y queremos rajar de estos infiernos
y a vos te quiero más que a la mañana
más que a todas las turras que me cruzo
mi corazón te busca como un buzo
perdido entre el naufragio y la campana
y vos quizá debajo de las capas
y las capas de bronca todavía
me querés como hacías algún día
cuando todo era nuevo en nuestros mapas
pero hagamos silencio simulemos
quizá en medio del caos nos reencontremos

lunes, noviembre 07, 2005

 

Batido

El ánimo en una coctelera.
Le pongo azúcar, unas frutillas y al atardecer entra en calor.
Calor y dulce.
Gracias.

 

Decisiones

Almuerzo con amiga. Hay decisiones que se toman en un minuto, dice.
Vuelvo a la oficina. Click derecho. Eliminar.
¿Eliminar?
Sí.
Eliminar.

Eliminado.

Ojalá en la vida alcanzara con sólo apretar un botón.

domingo, noviembre 06, 2005

 

el interpretador


Ya salió el nº 20 de
el interpretador
Literatura, Arte y Pensamiento
www.elinterpretador.net

 

Sin dormir

Son las 12.15. Me acosté a las 8 y entre ruidos, la gata que abría la puerta y una tristeza que invadió el cuerpo, dormí sólo una hora. ¿Vueltas en la cama o arriba a leer? Un llamado, arriba a escribir, y quizá un rato más en la cama.
El casamiento estuvo divino. Yo, básicamente, no creo en el casamiento. En la religión menos. Creo en el amor pero no creo que la culminación del amor esté ahí. Pero mis amigos que se casaron ayer, sí. Y fue emocionante verlos. Ella con ese vestido blanco hermoso y una sonrisa estampada toda la noche. Él, aún cuando el Rabino no diera por terminada la ceremonia (¿los rabinos no dicen "los declaro marido y mujer" o fue el que tocó ayer?), la miraba y la besaba con un amor impresionante.
No creo en nada de lo que pasó ayer pero lloré emocionada cuando la vi entrar, cuando se pusieron los anillos, cuando rompieron la copa. ¿El peso del rito? ¿Las palabras a-lo-bucay del rabino?
Después la pasamos bien. Mesa de sus amigas (que no somos amigas entre nosotras pero nos conocemos de cumpleaños) y algún que otro colgado. En la mesa, también, encontrarme con alguien que cuando yo tenía once años me dijo algo que no olvidé más. Conversar y bailar mucho. Los tacos genial. No tuve que sacármelos en ningún momento y tanda a tanda de baile, ellos y yo más amigos, caderas en movimiento, sonrisa de aquí, de allá, y alguna que otra sorpresa.
La pasé bien. Y ahora tan triste. Cansada, sin poder dormir, sólo recuerdo las mil tareas pendientes para la semana, sólo veo que no tengo junto a quien despertarme, y entiendo que me canso de mirar a todo el mundo pensando si estaría bien o no... Que sólo quiero que esté. Que por momentos mi nueva soltería está buenísima, y que también abre mil posibilidades. Pero hoy no. Estoy cansada. Y mi amiga se casó. ¿Eso pega? ¿O es otra cosa? ¿Serán felices? ¿Es posible? ¿O igual vale todo por la felicidad del presente?
Preguntas, tristeza y un parcial domiciliario. No es buen modo de empezar un domingo.

sábado, noviembre 05, 2005

 

Re-conciliación

Hace unos años, en la secundaria y un poco más acá, sufría mucho. Creía que si me gustaba leer, escribir y tenía un mínimo interés por ciertas cosas "cultas", había un montón de otras cosas que por superficiales no podía abarcar. Comprar ropa era tonto, ir a la peluquería también, tenía que ser feíta y no preocuparme por eso. Me escondía. Durante toda la adolescencia fui a un club y nunca estuve con ningún tipo de ahí porque todos me parecían unos estúpidos (muchos lo eran) y ellos me veían como alguien muy lejano, supongo que totalmente deserotizada.
Era un creer implícito, pero creía en eso y sufría: en verdad sí me importaba ser feíta y quería ser linda, quería ser flaca y comprarme ropa como las demás. Pero no. Yo tenía que hacer cosas "cultas", creía que este tipo de actividades existía y que yo me tenía que dedicar a eso. Los dos mundos (intelectual y superficial) no podían conciliar. Era una opción de vida.
Determinante, exigente, programática, en realidad no estaba convencida de nada. Conozco mujeres así que no sufren por eso. Pero para mí, dedicarme a ese mundo intelectual, más allá de disfrutarlo mucho, era no haber podido ser bailarina, o tener conflictos para ser la actriz que quería ser. Entré al conservatorio de teatro y lo terminé dejando. Amo el escenario pero también me cuesta esa exposición. Igual, no me arrepiento de ese abandono, aunque a veces me pregunto cómo hubiera sido... (como si ser actriz pasara por el conservatorio).
Entrar a la facultad y empezar con las clases de Teoría y Análisis me ayudaron a descreer de un montón de cosas en las que creía, y entonces una crisis. Sana crisis. Además, terapia a full. Y darme cuenta de que sí me importaba estar linda y que eso no significaba ser una estúpida, que podía disfrutar de una telenovela (Muñeca Brava, Resistiré) y después leer Foucault y que incluso la mejor manera de leer Foucault era si podía disfrutar de la telenovela.
En estos días, con los preparativos para el casamiento de mi amiga y el parcial domiciliario que tengo que preparar, pasa algo así. Y aunque todavía no es fácil (quizá nunca lo sea, porque todavía me cuesta comprarme ropa, porque no me convence gastar dinero en cosas del cuerpo y no sólo en libros o en salidas), ayer fui a la marcha anti-bush con amigos, hoy me levanté, pedí turno en la peluquería, me hice los pies para lucir mis sandalias y ahora leo a Borges, pensando en sus procedimientos narrativos y retóricos, y soy feliz, porque tengo esa mezcla, porque adoro lo que hago y lo que hago es todo esto. Conciliación y contradicción.

jueves, noviembre 03, 2005

 

Viento de cambio

la foto da cuenta de que no soy fotógrafa, pero se los quería mostrar

Al final, cambiar todo. La pollera por otra, más linda, o más "yo". A la anterior le tenía idea. Que el color, que las caderas, que la textura. A veces pasa con las relaciones, cuando les tomás idea ya no funciona. Y comprar ropa, como otras cosas, y como dijeron en los comentarios, es también una cuestión de humor. A veces de obligación. Hoy, las dos. Ponerle humor porque era obligación. Así que ir al mismo negocio y cambiar todo. Poner un poco más y armar el conjunto. Cuarenta minutos entre ese y otros negocios. Después una zapatería y las sandalias. Doradas y de taco.
Listo. A descansar.
A veces en cosas superficiales se ponen en juego un montón de otras. Haber decidido cambiar todo porque no me convencía y haberme jugado por los dorados, estuvo bien. Este espíritu de abandonar lo que no me convence y buscar hasta encontrar lo que de verdad me guste, debería extenderse a un montón de otras cosas en mi vida.

 

Conejos desnudos

Como decimos con los chicos de el interpretador, "me comen los conejos": ocupaciones, obligaciones y deseos invaden sin descanso.
La oficina se agita y pide más atención, la revista cierra un nuevo número, el parcial domiciliario que se viene, el presencial de la otra materia, la amiga que se casa, la ropa que no tengo para el casamiento de la amiga.
Las cosas que nos pasan a todos...
Nada para contar y todo. Conejos mezclados, se enriedan, se corren, juegan y se provocan. Me miran. Sonríen. Me cuelgo y otros me apuran. Algunos me hacen un guiño. Otros me acompañan a comprar la ropa que no consigo, algo totalmente superficial que se convierte en un conflicto de identidad (¿o al revés? vamos...): ¿sobria? ¿loca? ¿moderna o clásica? ¿siempre igual? My god. Me cuesta la ropa de fiesta. Me viste linda y desnuda inseguridades. Cuando probarme es un juego, todo me parece hermoso y no tengo el dinero para comprarlo. Cuando faltan dos días para el casamiento y creo que la pollera no tiene combinación posible, termino en una sesión de psicoanálisis llorando y diciendo que no sé quién soy.
Es sólo ropa... ¿es sólo ropa? ¿son los problemas de una chica rica que no es rica? (culpa judía, je).
No sé. Mañana, last chance de encontrar algo. Por suerte, hoy una charla con MD me alentó a los tacos, a sentirme (algo, al menos) moderna, y a que en el fondo (ya lo sabemos, tantos tantos años de terapia) tengo una identidad que no tiene por qué copiar la de nadie (¿por qué me cuesta tanto descubrirla a veces? ¿por qué un modelito de fiesta la pone en cuestión?).
Saludos a todos,
bona noite.
Por favor, leer sin olvidar que además estoy muy cansada.

martes, noviembre 01, 2005

 

Un mundo

Mi sobrina Clara viene alrededor de una vez por semana a casa, casi siempre a almorzar, sábado o domingo. A veces sola con mi hermana y a veces también con su papá. Desde hace dos o tres semanas mira los cuadros, en especial Analogías Musicales, de Kandinsky, y les habla.
Si no está en un lugar desde el que lo puede ver, arrastra la cola por el piso (así se moviliza, a toda velocidad) hasta que lo encuentra. Lo mira, le grita, nos mira a nosotros y nos muestra lo que ve como si ahí hubiera un mundo.
Le gustan los abstractos. Además de la lámina (todas láminas truchas) de Kandinsky, le gusta una de Miró y otra de Xul Solar. A los concretos no les da bolilla.
Cuando llega saluda al cuadro y cuando se va tira los brazos hacia ahí como si el cuadro pudiera abrazarla. El domingo pasado, Clara vino a casa con su papá y cuando le dijimos “mostrale a papá cuál es el cuadro que más te gusta”, giró, lo ubicó, señaló, y dijo “uhhh uhhh”. Después con la cola hasta ahí, y mirarnos a todos desde el cuadro. Ahí hay un mundo.

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...viene a mojarse los pies a la luna...

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