Lolamaar

miércoles, agosto 31, 2005

 

Verdad revelada


"LA PAZ EN MEDIO ORIENTE VENDRÁ DE LAS MANOS DE LOS GAYS".
Jerry Levinson
Reportaje en Nueva Sion.
Ariel y yo estamos felices. Por fin se hizo justicia. Por fin se dijo la verdad.

 

Guardia y Retaguardia

Cantamos y tocamos la guitara en una casa-bar de San Telmo. Hay encuentros raros. Salen cosas sin planificación. Estamos ahí fuera del tiempo o como si siempre hubiera sido así: Obelix cantando igualito a Calamaro, Juan, con su pelo beatle que nos trae canciones de baff (o paff?), Se.ba, los mismos tres acordes con sabor a canción nueva, Inés divina, Lafosse contento y el anfitrión de la casa, voz rasposa y vestuario de otro de tiempo.

Antes, la presentación de la Joven Guardia, la antología de los “jóvenes escritores”. Hablaron Muleiro y Saccomano, pero me ahorro descripción y reflexiones. Había bastante gente. Por algún lado estaban “los paszkowskys”, por mi lado estábamos “los interpretadores” en elenco extendido.
Observé los grupos y vi que siempre me pasa lo mismo:
En la escuela estatal era la que iba los sábados al club judío.
En el club judío era la que iba a colegio estatal (esto era lo mejor).

En “los paszkowskys” soy las que se sienta con “los interpretadores”,
Y en “los interpretadores” soy la que hizo taller con Pazskowski.

Cuando era chica sufría un poco por eso. Ahora me gusta. Me parece interesante, un lugar que es una línea desde donde siempre puedo mirar otras líneas de cerca pero no tanto.
A veces se me complican algunas cosas. No se puede estar bien en todos lados, aunque yo me empecine y aunque el miedo al desamor llegue a fatalidad.

Armado el mapa literoide del lugar, hacemos comentarios sobre el desastre de Muleiro. Se.ba es divertido, pienso. Toma nota. Después soy yo misma la que escribe. Creo que tiré el papel.

Después, la cena. caminar para encontrar un lugar (parrillas cerradas en las calles de Parque Lezama) y terminar, con Cucurto a la cabeza, en una pizzería casi abajo de la autopista. Entre Juan y Cucurto miran al policía de la puerta y aventuran que si se va significa que “nos entregó”. Yo imagino el titular de Clarín:
Frustrada generación de escritores.
Robo y asesinato en pizzería de constitución.

Gabi Bejerman saca fotos; Terranova, flamante pater familiae, auspicia de padrino del asunto, las charlas se suceden a lo largo de la mesa, y después de pagar la cuenta para intentar seguirla en otro lado, el grupo (como todo grupo) se depura y sólo algunos llegamos a ese lugar de San Telmo, donde tocamos la guitarra, cantamos y tomamos vino hasta esa hora divina que me devuelve a mi casa, me tira en la cama y, ansiosa, me pone a leer, pese al sueño y al despertador, los primeros capítulos de la novela de Obelix.

martes, agosto 30, 2005

 

Velada Literaria: Coletazos de la presentación de Bellatin en el MALBA

Camino hacia el MALBA. Voy a la presentación de Bellatín. Leen Ariel Schettini, Pauls y Panesi. No tengo demasiada expectativa, pero voy igual. Unas horas antes leí el texto de Ariel y me pareció muy bueno, pero no conozco la novela de Bellatín y por eso me pierdo gran parte de lo que expone Ariel.

En la puerta me encuentro con Juan (Incardona). Está molesto por una conjuntivitis pero insistió en venir a pesar de todo. Así es Juan. Hermosa obstinación.
Entramos y todo es muymalba. La gente se mira, unos y otros hablan bajito, entran de a poco al auditorio, se cruzan saludos, abrazos, risas y cómo estás.

Nos sentamos atrás de todo, yo sólo saludo a la familia de Ariel y Juan a algunos otros que están cerca nuestro. Más adelante, en el medio del auditorio, están el matrimonio Cohen-Speranza. Más adelante todavía, Daniel Link, Vivi Tellas y otros tantos de quienes no sé el nombre y por eso no menciono.

La presentación comienza con un espectáculo muymalba progresismo artístico que pone en el escenario a dos cantantes líricos mediocres (una mujer y un hombre), además ciegos. Todos escuchamos en silencio, respetuosos y aplaudimos al final. Viva la cultura argentina. Niños en el programa de Susana, tetas y enanos en lo de Tinelli, y bastones blancos en el MALBA. Pienso que no leí la novela y que lo más probable es que el espectáculo tenga alguna relación con eso, y que entonces soy una tarada que debe leer antes de hablar.
Pienso en qué piensan todos y cada uno mientras escuchan estos cantos que incomodan.

Llega más gente. Los de Eloísa Cartonera se sientan en las escaleras. Llega Fogwill y se sienta en las primeras filas.

Los textos de presentación son muy académicos. Empieza Ariel, casi un performer, lee su crítica con ritmo de poesía, levanta la mirada, se pone solemne cuando cita. Ariel es divertido. Sigue Pauls, en un tono más accesible y termina Panesi, el más académico y extenso de todos. Bellatin lee un texto desopilante a modo de agradecimientos. Damián Ríos agradece y de a poco salimos del auditorio.

Hay vino y conversaciones varias. Hablamos con gente conocida y otros que yo no conozco. Diego Rojas nos saluda y después de unos minutos dice que le gustaría entrevistar a Bellatín para el interpretador. Lo conoce y además leyó su obra. Nos parece una buena propuesta y más tarde se lo comentamos al mismo Bellatín, quien acepta gustoso y nos da su dirección de mail. Saludamos a Pauls, quien dice seguir el sitio y que le parece muy interesante.

Conversamos con Cucurto, Gabriela Bejerman (que se la pasó sacando fotos, supongo que para su fotoblog) y otros. Se comenta la publicación de “La joven guardia”, la antología de jóvenes escritores, que se presenta hoy en el Centro Cultural Torcuato Tasso.

La gente continúa sus conversaciones afuera. Salimos (ya cierran). Afuera del MALBA están los de Eloísa vendiendo libros y remeras. Me compro un Bellatín a cuatro pesos. Me ofrecen por un poco más una remera. La miro y veo que dice “Mari te amamos”, tiene un corazón y una llavecita. Me parece genial para mi verano (me llamo Marina) y la llevo. Una chica saca fotos. Los cartoneros, Juan, yo y otros posamos.
Otra. Flash. Otra. Flash.
Los “grandes” nos miran, gritan algo, no entiendo. Alguien me dice que le dé el libro a Bellatín para que me lo firme. Se lo doy, lo firma, agradezco y no sé cómo de pronto nos sacan fotos. Tampoco sé cómo, Link se cuela en esas fotos y posamos los tres.
Pienso en cuando le cuente esto a mi mamá y me río. A ella le gustan estas anécdotas.

La gente se mezcla y conversa. Ariel me dice algo así como “¿Vamos a comer, no?”. En ese segundo pienso a quién incluirá el “vamos”, que no tengo plata encima (ya gasté casi todo lo que tenía) y que si no viene Juan no voy. “Vamos”, digo. Me acerco a Juan para decirle que vamos a comer con Ariel y Cía., él duda, no se siente muy bien. Insisto. Dice que sí.

Vemos que Fogwill se está por subir a un taxi. “Andá a hablarle”, dice Juan. Lo miro con cara de ¿qué le digo?, y como esas cosas que no se piensan, me acerco y tenemos un diálogo más o menos así:

LM: Soy de el interpretador. Elsa te manda saludos.
F: Decile que se vaya a la concha de su madre. ¿Vos quién sos?
LM: Marina
F: Marina qué?
LM: Kogan.
F: Una judía más. Hay muchas falsas como Kalish. Vos sos de verdad. Bueno, decile a esa puta que me escriba que no tengo con qué hacerme la paja.

Me aparté. Daniel Link y Bellatín se subieron al mismo taxi.
Unos minutos más tarde quisimos subir a otro taxi con Ariel & Cía, pero éramos demasiados así que nos dividimos.
Fuimos con Juan hasta el restaurant árabe que los demás habían elegido. En la mesa estaban sentados Fogwill, Malena, Damián Ríos, Daniel Link, Bellatín, un chico mexicano de unos terroríficos ojos saltones, Ariel con Carlitos, Oliverio Coelho y Cecilia Pavón. Minutos más tarde llegó Sebastián Freire, el fotógrafo (pueden ver en un post más abajo una foto de él) y novio de Link.

Yo estaba feliz con esa comida que conozco y me gusta tanto. A Juan no le gustaba. Yo expliqué a los de alrededor qué era cada platito de la picada.

Los diálogos fueron y vinieron en forma amable. No es importante la reproducción. Se habló de el interpretador, Fogwill intercambió algunas palabras altercadas con Juan, que también aprovechó para aclarar su anécdota “buzito azul” con Link, y yo hablé bastante con Carlitos, Ariel y Sebastián.

Con el café nos enteramos de que Link sabe leer la borra. Fue Carlitos el primero en entregar su taza. Yo fui la segunda, pero entregué la taza de Sebastián, en un acuerdo para no decirle que se trataba de la taza de su novio. Pronosticó un incendio, una enfermedad viral (todos dijeron gripe pero él fue claro: HIV) y una situación de estress superada con éxito. Le dijimos que se trataba de la taza de Freire y no pareció molestarse ni que le importara demasiado.


Cuando nos levantamos para salir, Ariel se animó a saludar a la modelo que estaba en otra mesa (el lugar estaba vacío y no era lujoso, sólo la mesa ocupada por nosotros y la que luego ocupó la modelo y otra mujer que podría ser su madre) y que hacía rato Sebastián y Carlitos querían saludar. Ella respondió amable. En la calle me preguntaron por qué no fui a saludarla yo también. Les expliqué que no hubiera tolerado su mirada competitiva.

Nos dispersamos. En el camino a mi casa, comentamos con Juan todo lo que había sucedido, especial por lo inesperado, por la sucesión de cosas distintas y dispares, por cómo uno nunca sabe –por suerte- dónde puede terminar una noche en la que pensaba estar a las diez cenando en casa con sus padres. Una suma de nombres “importantes” de un círculo pequeño y cholulo como todos. Una anécdota y una noche divertida. Algo lindo para postear en el blog.

 

Cable a tierra

Volver de una noche agitada, intentar reconstruir todo lo que pasó, bomba de tiempo, difícil de asimilar, dónde estoy, qué pasó, quiénes eran los demás, quiénes alrededor, y ahora qué, adrenalina, sorpresa y...
y nada, volver a casa, ver a Luna, mi gata tricolor,
llegar a mi habitación,
sentarme en la cama
llamarte,
contarte y que me cuentes,

o...
llegar a casa y que estés ahí, sentado a la mesa
o tirado en la cama,
darte un beso, y decirte "no sabés lo que pasó",
"qué pasó",
y tenerte ahí,
sin teléfono,
sentarme arriba tuyo, hacerte cosquillas de besos,
recostarme al lado,
"no sabés lo qué pasó",
"dale contame",
te cuento,
nos reímos.

Cable a tierra. Qué lindo que seas vos. Ese que está ahí. Para escucharme y celebrar.

lunes, agosto 29, 2005

 

Lunes fulero

Mi jefe llegó demasiado temprano. Pide y pide. El día está gris, llueve, mis tiempos son otros. Hay días que la oficina cuesta, incluso a veces arde. El trabajo no es malo. Podría ser mucho peor. Una ONG, área de comunicación. Está bien. Pero el jefe llegó demasiado temprano, llueve en un lunes que parece desolador, y no tengo ganas de hablar con nadie. El tema de la oficina es ése: hay días en que no quiero hablar, otros en que me quedaría en la cama feliz remolona, otras en las que sólo quiero dormir, o leer o escribir, pero hay que venir acá, de nueve a cinco, y hay días en que eso está bien, pero hoy no, hoy no quiero estar acá, hoy quiero flores, colores, quiero pasear de la mano al sol, pero no hay sol, ni tiempo, ni mano que tome la mía. Es triste.

La diseñadora pregunta cosas. Respondo sin ganas. No me interesa.
El jefe llegó y, como siempre, critica. Cosas de trabajo. Cosas personales. Productor de música, el sábado me invitó a ver "Me darás mil hijos" en Madero Tango, todo muy cheto, muy top. Fui con una amiga, la pasamos muy bien.
Hoy, lunes, el jefe pregunta (y critica) por qué no me senté en su mesa cuando me llamó después del show y yo dije que nos íbamos a una fiesta. En ese momento no lo pensé. Suelo sentirme incómoda en esas situaciones, pero ni siquiera lo dije por eso. Cuando me llamó estábamos con mi amiga viendo a dónde iríamos. Fui a saludarlo y él, más allá de invitarme a sentarme, no fue muy simpático y creí que lo hacía por obligación. Hoy dice que tengo que parar con la fobia social. Y yo fui clara. Vos tenés que parar de criticarme. Sonrió y dijo que me perdí ir con ellos y los de la banda a la casa de uno, etc, etc, etc (no escuché).

Lunes fulero, dice un mail que llega temprano. Y es verdad. Lunes fulero. Quiero un abrazo y un paseo. Acá, eso sería un ratito encerrada en el baño. El jefe dice "hoy necesito dedicación 100%". Le voy a dar el 100% de mi 30% posible.

domingo, agosto 28, 2005

 

Más blogs

Pasan los días y cada vez leo más blogs.
El hallazgo es la mesa de luz de obelix. Este chico tiene la capacidad de seleccionar lo que uno (o yo misma, por qué generalizar) podría haber seleccionado. Es un placer darse una vueltita por ahí.

Y las chicas...
me gusta, especialmente, lo que dice Pola y cómo escribe Mirona.

Los invito a ver.
Saludos de domingo, que pega, como siempre, pero de costadito.

sábado, agosto 27, 2005

 

Juegos

Creo que a veces intento dar sorpresas para sorprenderme a mí misma o para divertirme. Cada tanto pasa. Juntar pedazos de información, armar un plan ridículo, intentar disuadirme pero finalmente, a fuerza de intuición, obstinación y entusiasmo, ir al encuentro de algo que no sé cómo va a resultar.
Por ejemplo hoy. Hace una hora. O pongamos que todo empieza a las seis, con el llamado de M.
Pensábamos que tenía que filmar toda la noche. A las seis, con el llamado para saludar antes de irse, M. cuenta que es sólo alquiler de cámara, pero que no tiene que ser camarógrafo. Qué aburrido debe ser estar hasta las seis de la mañana mirando cómo otro filma con tu cámara. Hablamos de eso.
Primer dato: tiene que trabajar sin hacer nada. Aburrimiento.
Nos saludamos y antes de cortar agrega que cree que el lugar donde tiene que ir es una pizzería sobre Santa Fe donde fuimos aquella vez cuando salimos de la Feria del Libro. Cree que se llama "La esquina", o "La esquinita".
Segundo dato: Santa Fe y Thames. Por ahí.
Termino de corregir la tesis, creo que voy a leer o quizá bañame pero no, estoy aburrida. ¿Y si le voy a dar un beso a M? Quizá voy hasta ahí y vuelvo sin haberlo encontrado. Quizá lo veo de lejos y me voy avergonzada, porque me pongo paranoica y pienso que lo que para mí puede ser una sorpresa agradable, para el otro puede ser una invasión. Quiero salir. Me empecino. Pienso que no da. Pero tengo ganas, por lo menos jugar a ver qué pasa.
Me acuerdo de Rayuela, por eso de los encuentros pese a datos imprecisos. Dejarse llevar y ver qué pasa. Total, puede no enterarse nadie. Es un juego conmigo misma, ni siquiera con M. Voy y vuelvo. Son algo así como veinte cuadras. No saludo ni digo nada. Si lo veo muy aburrido mando un mensaje por celular del estilo "mirá a tu derecha". Si lo veo ocupado o entretenido me voy. De todos modos imagino el desastre. El escándalo. Mejor no voy.
Me pongo el abrigo. Agarro el teléfono, algo de plata, monedas. Salgo y tomo el 12 en la esquina de casa.
Bajo justo cuando el colectivo dobla para agarrar Santa Fe que se hace doble mano.
Santa Fe y Borges.
Camino hacia el lado de Juan B. Justo. Reconozco la pizzería a la que fuimos. Se llama Kentucki y no hay ninguna filmación. Me desanimo pero camino un poco más. Pregunto al chico de un puesto de flores si conoce una pizzería llamada "La esquina" o "La esquinita". Dice que sí. Sonrío. Camino dos cuadras más. La pizzería no aparece. Sí muchas otras, demasiadas pienso, pero ninguna se llama así. No hay ningún rodaje en ningún lado. Ok. Jugué y perdí.
Llego hasta Juan B. Justo y emprendo la vuelta. Recorro el mismo camino hacia atrás. No hace frío. La noche es agradable y tengo tiempo.
Recuerdo las caminatas por Nueva York. Muchas cuadras y mucho tiempo todos los días. Aprovecho para caminar así por Buenos Aires, por mi barrio. La mirada es otra. Pienso en eso. En la mirada de turista, de extraño o de extranjero. Y en cómo caminamos por dónde pasamos siempre.
Miro las pizzerías. Nada.
En Santa Fé y Oro envío un mensaje de texto, sutil, a ver si junto algo más de información.
"Y? Cómo va eso? Muy aburrido?".
A los pocos minutos, en Santa Fe y Armenia, la respuesta:
"Un poco. Termino a las 6 am al final. Estoy en Lanús! En el museo de Ferrocarril... Cua!"
Me río de mí misma y también me celebro. Estoy contenta con la caminata y con mi propio juego. De Santa Fe y Thames hasta Lanús. M. es muy desorientado, pero por eso mismo más divertido. Intento imaginar qué pasó desde que creyó que filmaba en Palermo hasta que se dio cuenta o le avisaron que era en Lanús. Me río de él y de mí. Ya estoy en Santa Fe y Araoz. A unas siete cuadras de casa. Hay bastante gente en la calle, algunos ya vestidos como para salir, otros volviendo de salidas de la tarde. Qué bueno que salí a caminar. Qué bueno, quizá, no haber encontrado a M. Sé que cuando lea esto va a pensar que soy loca. Y qué va... Me gusta cuando se me ocurre algo y lo hago sin pensar demasiado. Sé que alguna vez puedo llevarme una desilución, pero si no ponemos algunas cosas en riesgo, ¿para qué todo?

viernes, agosto 26, 2005

 

LULY

Luly me escribió un mail. La conocí a mediados del año pasado porque es sobrina de Ana, una amiga mía. Nos vimos una vez, y la pendeja es tan copada que hablamos como chanchos (qué expresión de vieja). Le gusta escribir, tiene un diario, no para de hablar y dice cosas interesantes y graciosas todo el tiempo. En fin. Hablé de ella y parece que varios la leyeron en su blog, le dejaron comentarios y entonces volvió a escribir.
Acá el mail que me mandó.

Hola!!!! Gracias por ponerme en tu blog! Me contó mi tía y también me di cuenta porque me llegaron avisitos de gente que lo leyó. Qué bueno que vos también tengas tu blog, viste que es divertido...., qué te dicen tus amigos? Los mios no entienden mucho creo, igual no se lo conté a muchos, pero mi papá igual dice que tengo que seguir. Así que por todo eso volví a escribir. Gracias Lola!!!!!! Te quiero mucho. Luly.

Su blog es soyluly.blogspot.com

tengo que trabajar! después sigo.
LM

jueves, agosto 25, 2005

 

El que quiera un abrazo...




Por fin salir de la oficina y caminar las cinco cuadras para llegar a casa. Podrían ser diez o quince y estaría muy bien, caminaría un poco más todos los días, tendría una mejor dosis de cielo y de luz natural, y si hay tormenta, como esta semana, me tomaría un taxi de dos pesos con sesenta que para cinco cuadras es inútil, ni chicha ni limonada, y entonces lo único que podés hacer es salir en piloto y con paraguas y chapotear en las baldosas rotas de la calle.
Sentir el agua fría en las manos cuando me lavo. Poner agua para el mate. Bajar los mails al outlook y encontrar, como siempre a esta hora, a Seba en el msn. Cruzar unas palabras y seguir. Comunicadictos dicen por ahí. Es raro, estos días pienso en eso y en el tiempo, en los tiempos que corren, en la tecnología y en la comunicación. Pero no tengo nada nuevo para decir sobre eso. Sólo pienso y me impresiona. Todo es mucho. Parece imparable. Es tanto que ya es natural, y además me encanta, me parece necesario, hermoso, posible. Digo, comunicarme con los demás.
Sentir el agua fría en las manos cuando me lavo. Levantar la cabeza, mirarme al espejo. Hay días (como los terribles y los maravillosos) en que me siento horrible, y otros en que parezco linda. Dicen. Me dicen. Les creo. Lo siento. Quizá lo bueno de no ser "objetivamente" hermosa (ni horrible) es que hay días para todo, y eso, para el tema del aburrimiento, es mejor (buscando ventajas donde no las hay, buscando ventajas que las "objetivamente hermosas" no tienen que buscar, ja!). Estoy feliz y se nota en la belleza. Eso les pasa a todos, ¿no? La sonrisa irradia luz. No digo nada nuevo. No importa.
Dice M, dijo el jefe, dicen los compañeros de trabajo, las amigas y los amigos. Es el pelo, son los ojos, o qué. Estás linda. Estoy contenta. Tengo ganas de hacer cosas. Estoy híper contracturada y en en laburo no tengo un minuto. Pero estoy, igual, rechonchona de contenta, porque sí y por muchas cosas, porque el horóscopo no la pegó, porque me siento amada (M. por favor no me vengas justo ahora con cambio de planes) y porque quiero tanto a varios de los que tengo a mi alrededor que en días como hoy (y ya desde hace varios días) tengo ganas de estrujarlos en abrazos de los que cortan la respiración y contagian la energía.
A no pensar que es fugaz, frágil o efímero, que de los momentos de bajón no sale pensar eso, me digo ahora con dedo que señala, porque ya conozco lo que viene.

miércoles, agosto 24, 2005

 

Mis chicas...

No muchachos, no es erótico.
Es que extraño a Lola y a Luly, mis pequeñas criaturas. Necesito que vuelvan para cambiar de frecuencia.

Es urgente que escriba un cuento lleno de purpurina. Siempre hay una diva que pide protagonismo.



martes, agosto 23, 2005

 

Remontar un barrilete en esta tempestad

No para de llover en Buenos Aires. Queda una hora en la oficina. Después seguir en casa. Todavía no terminé de corregir la tesis (hoy, sí o sí) y tengo que armar con S. un primer intento de sumario para la revista.
Escucho Eiti Leda en versión Cantilo-Ceratti. Tengo ganas de cantar fuerte como en un fogón. Es que este disco tiene todas esas que sabemos todos... y estoy contenta, quiero ver a esos todos, verlos de una vez sin tanto post que va y viene tejiendo afecto. Pienso en los hilos de obelix. Sí.

Hay días terribles y hay días maravillosos.
En general no pasa nada en particular para que esos días sean de una u otra forma, o son sólo pequeñas cosas que nos dan el preciso toque del ánimo.
Hoy creo que es maravilloso y sonrío por dentro, por fuera, luz en todos lados.

Cómo no. Si cuando pensaba que ya nada, que todo perdido y sólo llanto, apareció ahí, hace no tanto pero sí bastante, con un beso, un regalo y ganas de seguir. Y seguimos. Yo dudaba ("cómo no poner más límites") pero seguimos. Despacito y paso a paso, aunque por suerte a los pocos días cayeron las gripes y volver a estar juntos, enmarañados en las sábanas, los mocos y los besos, porque claro, tenemos que cuidarnos uno al otro, y entonces faltar al trabajo, mirar la tele y comer cosas ricas.
Así pasaron los días, más días, más tranqui. El miedo al aburrimiento, en mi caso, siempre mirada fija y amenaza. Lo insulto y peleo con él. Quisiera aprender a disfrutar de la tranquilidad, pero mi deseo de "todo el tiempo grandes pasiones" es tan insoportable que ni yo puedo tolerarlo.
Ya sabemos: la neurosis no es de fácil convivencia y complica la vida (ahí van los días terribles).

Por suerte no controlo todo lo que quisiera y logro sorprenderme. Porque cuando seguro que ya nada, todo perdido y sólo llanto, aparecen noches de lluvia como la de ayer, pican y repican las gotas en la calle, en techos de auto y en chapas tiradas por ahí. Pican repican y hay que correr, corramos que estamos mojados y nos mojamos más.
Antes, el cine y disfrutar como nenes, agarrarnos fuerte las manos, que termine la peli y correr a la calle, porque ya nada y todo perdido, pero llueve, y me puse linda para salir y se da cuenta, entonces corremos, bajo el techo paramos, los besos, brillan los ojos y más besos.
Pienso en cuando tenía quince y esos besos en la calle eran la única privacidad posible, pública y hermosa privacidad que hacía todo más intenso, tanto que al día siguiente, en la escuela, pasaba la mañana pensando en esos besos, con una sonrisa divina y estúpida que iluminaba el día.

Ayer,
lluvia y besos en la calle


y hoy, como antes, intensa
sonrisa para un día gris.




 

Oompa Loompa


¿No es igual a Duhalde cuando asumió en plena crisis?



lunes, agosto 22, 2005

 

Método

Queridos amigos y lectores:
Desde hoy (en realidad se aplica desde el viernes 19) copio a Santamarina y paso a responder comentarios en el display mismo de los comentarios, así que si los que comentan nunca leen comentarios, empiecen a hacerlo.
Los saludo y espero que entablemos una buena comunicación.
Cuánta formalidad!
LM

 

La postal del lunes



No es ni por asomo la mejor postal de esta semana en postsecret. Hay algunas visualmente mucho mejores, o con textos más duros.

Hoy elijo esta porque es Nueva York, porque es el café de todas las mañanas durante diez días, porque es esa tarde de lluvia y desamparo en la calle 70.

El café más chico porque allá todos los envases son enormes, el café de 3.36 dólares y a veces, además, con un riquísimo budín marmolado.

Es el desayuno sola, antes de cruzar el Central Park para ir al Metropolitan. O parar con mi sobrina cuando ella no da más con tanta excitación que su madre y su tía acumulamos minuto a minuto. O volcar el café en el cochecito mientras paseamos y leemos en Barnes & Noble porque no nos dimos cuenta de que se toma sin sacarle la tapa, que por algo nadie se la saca y todos caminan tomando café.

Es no saber dónde tomar algo y aguantar hasta que apareciera el próximo Starbucks. Es el barrio chino, sola, un domingo a la mañana. Es mirar por la ventana y pensar en un montón de cosas, con nostalgia, bronca o deseo.
Es un descubrirme en una ciudad mágica y tenebrosa.
Es, ahora, un disparador de un montón de imágenes revueltas de una ciudad todavía más revuelta que descansa en mí, a veces con ganas de un despertar furioso.

domingo, agosto 21, 2005

 

¿Cómo encarar la semana cuando el horóscopo es un desastre?

Mi horóscopo en Viva y en Nación es bastante desalentador. Creo de debería encerrarme.
No creo en los horóscopos pero leo el de cuanto diario haya en la casa. Decir que es un desastre, en mi caso, es que la sección "amor" viene mal. Lo demás nunca lo entiendo o lo leo por encima.

Alterno entre buen y mal humor.
La tesis que corrijo es muy aburrida. Por suerte no está tan mal escrita, pero quizá por eso me aburro más. Faltan cincuenta páginas.
Navego por blogs pero parece que los bloggeros conocidos se toman enserio el fin de semana.

Igual estoy feliz. Los planes de independencia hoy recibieron explícito apoyo de Madre y Padre, lo cual me llenó de alegría y tranquilidad material.

No entiendo, entonces, el mal vaticinio del horóscopo.
Trataré de no ponerme demandante con M. Creo que de eso depende la posibilidad de cambiar el destino anunciado.
Su horóscopo (vamos, todas leemos nuestro horóscopo y el de nuestro chico, se sabe) tampoco es muy alentador, por lo que, si nos va mal estos días, tendríamos que tomarlo con sentido del humor, como toda cuestión astral.

Les deseo que el horóscopo les destine una buena semana.
LM.


sábado, agosto 20, 2005

 

Tareas de fin de semana

M. se fue a filmar todo el día a Rosario. Mañana filma otra cosa en Caballito.
Yo tengo que corregir una tesis durante todo el fin de semana (me la dieron el viernes pasado y todavía no empecé). La entrego el martes.
Ni él está filmando su película, ni yo escribiendo mi novela,
pero no está tan mal tener estos trabajos.
Si yo tuviera una o dos tesis por mes, las cuentas me darían perfecto como para vivir sola. Tengo que hacer algo con eso (con el trabajo extra y con el vivir sola). Es urgente.
Tengo que corregir esa tesis y en forma automática, como vía de escape, surgen un montón de cosas que quiero escribir. Hace mucho que no escribo algo más que este blog.
Tengo que postear algo en el blog de elinterpretador.
Tengo que ponerme a escribir un cuento (la idea está).
Tengo que desarrollar la idea del largo que me piden para este cuatrimestre en guión (ayer consulté la idea y me fue muy bien, tengo ganas de hacerlo, aunque ló más probable es que después no esté contenta con el resultado).
Como ven, todo, todo, es frente a la computadora. No hay caso con la actividad física. Le tengo que escribir a mi profesora de estiramiento, se me complica ir. Siempre.
Me voy a poner a trabajar,
hasta pronto,
LM.

 

Cuestiones de un viernes a la noche

Viernes a la noche con amigas en un bar de Palermo. Música, luces bajas, hombres y mujeres, posturas, sonrisas, levante. Más allá de mi presente amoroso, me sorprendo (y a veces me culpo) del rechazo que me dan esas situaciones. No sé si es fobia social o qué... No creo que sea eso.
En la barra, entre la gente amontonada, un hombre invita cerveza a una chica que está con una amiga que queda sola, junto a ellos, con la mirada perdida. El hombre le habla al oido, a la boca, al cuello, no se besan pero se besan, la amiga mira alrededor pero nadie la mira, saca tetas y saca culo, todo una pose, por qué no se relaja, pienso, si la belleza es otra cosa...
Camperas de cuero, mucho cigarrillo, olor que impregna la ropa, parezco una vieja pienso, por qué todo esto no me gusta, pero no es de vieja, no es eso, no entiendo qué es, ¿quizá lo forzado? Hablo con mis amigas, logro reirme aunque es viernes y tengo sueño, mañana tengo que trabajar, o debería ir a mi clase estiramiento, pienso en lo que tengo pendiente, miro alrededor, no me gusto, tengo bronca, por qué por momentos siento que no podría hablar con nadie, que no me interesa, que quisiera otra cosa.
Pienso que es todo una gran masa de gente, un sinsentido, una estupidez. Pero la pasan mejor, lo sé, y me pregunto si entonces esta infelicidad es soberbia. Es envidiar a un religioso por la fe que tiene cuando no creés en nada. Eso me pasa siempre.
Es difícil ir así por el mundo. Cuestionando todo. No pudiendo disfrutar de ciertas cosas que para muchos son sencillas. Igual, en algún momento, la condena se vuelve satisfacción, cuando dejo de exigirme pasarla bien ahí, y entonces agarro mi mochila, me pongo el abrigo, saludo a la chicas y salgo a la calle, para caminar un par de cuadras bajo la luna llena antes de tomarme un taxi que me lleve a casa.

viernes, agosto 19, 2005

 

Sigue participando

En la oficina, sin mucho trabajo pero con presencia de jefe que da pequeñas tareas para justificar la presencia de todos nosotros. Pienso en otras ocasiones en las que hacía cosas en los momentos en que no se podía hacer eso, y me acuerdo (qué poco vuelo, nada demasiado prohibido) de cuando leía Rayuela en cuarto año durante las horas de matemática (me la llevé, claro).

Pienso en los premios. En cuando te dan un premio por alguna obra, o por algún proyecto. O cuando no te lo dan.
El fin de semana pasado estuve en un festival de cortometrajes. Con "a la orilla" ya participamos en varios, la gratificación, hasta ahora, fue sólo por haber sido seleccionados. El año pasado, con el guión de este cortometraje gané un premio. El único premio de mi vida (descontando uno que gané en el colegio en primer año) que además me dio algo de dinero. Muy bien.
Con el interpretador intentamos presentarnos a convocatorias de subsidios o lo que sea que pueda darnos algo para solventar los gastos de la publicación.
Convocatorias. Uno se presenta. Es obvio que no importa si no te lo dan. Y cuando no lo dan, pensamos, muy lúcidos, que el valor de lo que hacemos no está en relación a esos reconocimientos (porque, sin duda, mereceríamos todos, todos aquellos premios a los que nos presentamos, pero ya sabemos que el mundo es injusto y se rige por determinados intereses que en la mayoría de las ocasiones dejan afuera nuestras obras).
Entonces así seguimos participando, insistimos, esperamos que en algún momento se dé.
Pero, ¿y si sí? ¿si te lo dan? Está buenísimo. Festejamos, brindamos, se lo contamos a todo el mundo, nos sentimos bien. Alguien se dio cuenta de que hacíamos bien algunas cosas. Estímulo, motivación, aparecen todas esas palabras de capacitación empresarial. Es una lógica rara. No está mal, pero es rara. Después la vida sigue y el premio es una línea de curriculum que no sirve demasiado.

jueves, agosto 18, 2005

 

SUEÑOS, o lo que produce la mente cuando no puedo controlarla.

Soñé con Alguien. Dormimos abrazados en el piso, o algo así. Junto a nosotros, de un lado, duerme Ex novia de él (a quien no conozco) y del otro, una Amiga mía. Alguien tiene deudas con Ex novia. Importantes deudas de dinero, estafas develadas hace poco. Mi Amiga, más simple, sólo quiere salir con él. Como muchas veces en los sueños, esto se sabe pese a que nadie habla. Sólo dormimos. Entre Alguien y yo no pasa nada. Él, atormentado por Ex novia, quiere evitar a Mi Amiga y encuentra contención conmigo. Dormimos abrazados "cucharita" entre ellas dos.
Nos despertamos y para salir de allí (allí que de pronto es un piso alto) tenemos que colgarnos de unas sogas y unos aros como si fuéramos acróbatas. Todos lo hacen muy bien. Tengo miedo y vértigo pero me da vergüenza no ser como ellos así que no digo nada y me cuelgo. Luego de unos minutos mi cuerpo se cansa (no tengo resistencia y a ellos se los ve tan bien...). Quiero bajar. Veo que no hay tanta distancia con el piso y pregunto si es peligroso tirarme. Ex novia dice que sí. Alguien y Mi Amiga observan desde sus sogas.
No aguanto más, quiero bajar. Empiezo a llorar y eso me debilita aún más. Necesito soltarme, digo.
Alguien toma impulso y se acerca con su soga a la mía. Me agarra por la cintura (como si fuera Batman y yo "la chica"), paso a su soga y me siento mejor.

miércoles, agosto 17, 2005

 

Y siguen las recomendaciones...

Si sólo se tratara de una vida privada sería tan aburrido...
Me gusta el blog de Sebastian Freire y sus fotos. Hantartico: creo que deberías hacer algo así, ¿por qué no publicar las imágenes que vas tomando por la vida (tus escenas urbanas, las hot, los momentos de rodaje y los incipientes encuentros como el del domingo 7)?

martes, agosto 16, 2005

 

Encuentros

Por se.ba, sobre el primer encuentro de lecturas organizado por elinterpretador, el domingo 7 de agosto, en el Centro Cultural La Sala.

Clima. Entre lecturas, algunas botellas, inestable música de fondo y luces amarillentas, el primer encuentro de lecturas de www.elinterpretador.net fue, ante todo, un clima bello. El humo de los cigarrillos que se encendían intermitentes se sostenía flotando en una capa de hedonismo gozoso a unos dos metros de altura y no se resignaba a bajar hasta que no terminasen de sucederse los que ocupaban el sillón en el que nos acomodábamos, frente a una mesita ratona en que se dejaban los papeles impresos, los que íbamos a leer.
Clima y amigos. El encuentro tuvo la infaltable presencia de amigos varios. Agrupados todos en el centro cultural de giordano bruno 831, afectos a las estufas, reculándole al chiflete de las puertas, en silenciosa escucha o en diálogo de intermedios, ahí estábamos muchos. Compartiendo mesas, vasos, botellas y ceniceros, el encuentro fue una buena ocasión para el encuentro. Tautologías llenas de significado.
Clima, amigos y un sillón. Leotta, Llambí, Flynn, yo, Kogan, Sagulo, de Mendonça e Incardona: las lecturas se sucedieron, la salida del nuevo número de la revista se comentaba a voces, relucían flashes de Turnes y Marcela López. Lafosse ponía su mejor cara de showman y presentaba a los lectores, Lieffeld maquinaba desde un rincón.
La barra económica del lugar entremezclada con música afro y del Bajofondo llevaron a un ameno final. Domingo helado, frío en la ciudad. La noche ya caída, hacía un rato había empezado fútbol de primera, Boca estaba 3 a 1 cuando todo había arrancado.
La calle ahora desierta, los no fumadores exhalando un vaho blanco de sus bocas apenas pisaban la vereda. Todo terminaba, para continuar.

 

Secretos compartidos


Encontré esto en un blog donde la gente comparte secretos (qué falacia) con desconocidos virtuales. La forma: postales artesanales. Actualización: todos los lunes. Recomiendo.
www.postsecret.blogspot.com
Ya dije que era una chica ordinaria. No sé si esto les pasa a todos. A mí sí.

 

Fin de fin de semana

Fue largo, fue raro, pero estuvo bien y terminó mejor.
Muchas vueltas en auto y algunas indecisiones pero en el fondo la sensación de que todo lo que sucedía afuera no importaba demasiado.
A veces (por suerte) algunas cosas se recuperan. El cuerpo, sabio, tiene memoria justa de los momentos dolorosos, como para cuidarse de lo que viene pero también como para poder seguir adelante. Todo esto que parece una truchada autoayuda, en estos días fue así.
A veces las cosas funcionan, con el mismo misterio por el cual a veces no entendemos qué pasa pero todo está mal. ¿Cuestión de energías?
Estos días junto a M. estuvieron muy bien. Por momentos parecía que no hubiese habido crisis ni viaje en el medio, o que empezábamos a conocernos otra vez y que en verdad nos gustábamos.
Ojalá podamos cuidarlo, sin volver (yo, al menos) a las torpezas de semanas y meses atrás.
Buena semana,
LM.

lunes, agosto 15, 2005

 

Demasiado común

Desde la casa de M. mientras él duerme en su cama, detrás mío, y en el living una fiesta se termina, yo escribo algo sobre una noche "perfectly ordinary".
La hermana de M. festejó su cumpleaños aquí. A las 22, como siempre a las 22, yo tenía muchas ganas de la fiesta. A la 1, como siempre a la 1, me moría de sueño. A las 3 bailaba y estaba algo borracha. A las 5 M. caía en un puff para que luego yo lo ayudara a llegar a su cama, y a las 6 yo me encontraba, súper enérgica, limpiando todo el depto. que como siempre después de una fiesta, quedaría más limpio que antes, gracias a mi súper energía ciff que limpia todo en media hora y parece limpieza profunda.
Se están yendo todos. La fiesta fue nada. El fin de semana fue raro. No quiero estar en mi casa, pero esta casa tampoco es del todo placentera (ya ni siquiera para M.), entonces gastamos mucho dinero en comer afuera, en dar vueltas por la ciudad (en especial por la ruta, itinerario Capital-Escobar-Pilar, sábado y domingo).
En fin, la búsqueda fallida de hoteles alojamiento en panamericana un sábado a la noche se merece un post especial e incluso un cuento.
Extraño a mis amigos, extraño las reuniones de elinterpretador, quiero tener mi casa, nada me convence, mucho menos este post de lunes feriado seis y diez de la mañana, con ganas de que algo me zamarree, que alguien me sorprenda, que la vida se ponga un poco cachonda y quiera cojerme sin pedirme una cita.

sábado, agosto 13, 2005

 

Sábado Matutina

Sábado a la mañana, el jogging viste las piernas y una remera cómoda el pechito, para ir a clase de estiramiento. Creo, falsa ilusión, que hago estiramiento para preparar mi torpe cuerpo para futuras clases de danza.
Contenta con el primer comment (gracias Seba) en mi blog, sigo escribiendo entusiasmada, ahora para contar que durante el fin de semana estaré fuera, porque pasan en un festival de cine de Escobar "a la orilla", el corto que con M. (ya les contaré de M.) y otra gente hicimos el año pasado.
Ahora no tengo tiempo de contar demasiado, pero parece que con M. las cosas van mejor, y eso, los últimos días, me puso contenta.
Las penas de días pasados, ahora son recaudos que cuidan el corazón.
Igual, prefiero el exceso y el descontrol en materia de amor, y eso les deseo a todos.
Pasenla lindo,
LM.


 

Convivencia

La convivencia con mis viejos no da más. Encima vivo con los dos, cuando no peleo con uno peleo con otro, y esto cuando hay diálogo porque en general ni siquiera hablamos.
Sucede que quiero irme de casa. Tengo veintitrés años, un trabajo estable que no es ninguna joya pero sí estable, y a ellos les parece que aún no es el momento (¿de quién? ¿de ellos? ¿mío?). Madre lo dice todo el tiempo, y si no dice eso, "me parece que no es momento", dice cosas como las de ayer, cuando llegué a casa, cansada y sin ganas de cenar, y me serví medio vasito de vino de una botella abierta que quedó de alguna cena (nota: mis viejos no toman vino, no toman nada, y en particular madre tiene un tema con eso). Volviendo: ante la escena de su hija frente a la computadora con medio vaso de vino, su comentario:
__¿Vos querés irte de casa para tomar vino?
Y agrega:
__No me parece bien que tomes vino sin cenar.
Mis comentarios, en cambio, no existen. Gritos y malas caras. Incontrolable adolescencia estúpida que casi les da la razón.
Por estas cosas, por los llamados a celular para preguntar a qué hora llego, y por un montón de otras que no tienen que ver con ellos, es que quiero irme de casa. Pero Madre (judía, sí) cree que es una agresión personal, un desamor, un desagradecimiento ante tanto que me han brindado.
Y ante mis gritos, como la extensión de la tarjeta de crédito es de ella, su última línea de diálogo es:
__Acordate que todavía dependés de nosotros.
Como presentación de mis padres en el blog, este post deja bastante que desear. Ellos no son tan terribles ni tan hinchapelotas, pero a veces, muchas veces, los hijos no estamos alineados a los padres, y como dos (o tres, depende de la relación entre ellos) planetas en discordia, nuestras órbitas sólo producen disonancia.
La pelea de hoy fue con Padre. Pero él tuvo razón y yo, en particular con ellos, soy muy obstinada como para aceptarlo. Pidió que le explicara (por decimoquinta vez) cómo copiar un texto de word a mail. Se lo expliqué con mala cara y sin dejarme terminar la explicación, dijo:
__Sos una mierda.
Tengo miedo de que sea verdad.
El fin de semana, por suerte, lo pasaré lejos de casa.

viernes, agosto 12, 2005

 

Bienvenida

Es la mejor situación para hacer una bienvenida lo menos solemne posible: a mil en el trabajo, a donde mi jefe no viene nunca pero cuando viene nos tiene que correr a todos para demostrarnos que sí, tiene autoridad.
Sí, jefe. Tienes autoridad sobre mí. Pero cuando no me miras escribo la bienvenida a mi blog y en verdad todo es gracias a tí:
en estos días, a la hora de la siesta, en la oficina, me hice adicta al blog de obelix al de terranova y al que ellos dos tienen junto a mis amiguitos de el interpretador, incardona y lafosse, "el remisero absoluto".
Entre esa adicción, el deseo y la necesidad de ponerme a escribir un poco, y el éxito moderado pero éxito al fin que tuvo el diario de viaje entre mis amigos, acá estoy, con un nuevo blog para sumar a la divertida basura virtual.
Que el fin del mundo nos pille bailando, y que mientras bailamos tengamos mucho para leernos y escribir.



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