Lolamaar

viernes, noviembre 25, 2005

 

Discusión

Diez y media me preparo un nesquik que no es nesquik porque tiene café y no chocolate. Lo tomo frío.

Encuentro de Letras. Ayer mucha gente y lindo clima. Para las mesas de menor expectativa, el mejor resultado.
Salí desilucionada de la mesa de blogs, internet y literatura. La discusión me pareció vacía y torpe, no por falta de academicismo sino por falta de ideas, porque se dio mucho espacio a algo que me parece indiscutible y que ya es lugar común cuando se habla de literatura en internet: si el libro muere o no muere.
Esto fue especialmente traído por Margulis, con poca resistencia de Incardona y Terranova y algunas buenas puntas ofrecidas por Llach, que un poco se perdieron ante el énfasis, el efectismo y la extensión de Margulis.
Es muy poco interesante pelear acalorados sobre una cuestión que en el mejor de los adjetivos es profética. Si hablar de literatura en internet nos lleva a pensar si el libro desaparece o no, me parece que estamos dejando de lado todo lo interesante que puede tener esa discusión. Oponer un soporte al otro como si uno tuviera que ser superador.... para qué. Por qué no pensar, en todo caso, cómo opera la masividad de internet y la multiplicación de publicaciones virtuales sobre el libro impreso. Alejandro Margulis, uno de los expositores, tomaba la palabra “virtual” en forma despectiva. Pero él tiene una editorial electrónica. Virtual si es poco real es despectivo. No es poco real. Es virtual. Internet es un espacio virtual y no es menor por eso (podemos discutir si es menor o no, pero no creo que pase por la “virtualidad”). Todo el discurso de este muchacho parecía ser el discurso de la cola de paja y del resentido sin libros publicados. Él era el más enfático al hablar de por qué la pantalla y no el libro, como si el formato electrónico fuera de por sí mejor por más plural y democrático. Porque es un circuito donde se pueden desafiar las leyes del mercado editorial. ¿Las editoriales chicas no desafían esas leyes también? ¿Ese desafío pasa por lo electrónico vs. libro impreso o por lo que se elige publicar? No es lo mismo tener una editorial que publica clásicos, una editorial que publica contemporáneos latinoamericanos o una editorial que publica poesía. Vamos. No es cuestión de soporte. Es cuestión de literatura. Es cuestión de qué leemos y que intervenciones proponemos en el campo. El soporte que elijamos es un tipo de intervención en sí misma. Pero si publico la obra de Andahazi, sea donde sea que las publique no voy a estar desafiando nada.
Algo interesante fue lo de Incardona trayendo a Link. Correr el eje de las lecturas a las escrituras. Todos escribimos. ¿Pero leemos más? ¿Borramiento de autor o todos autores que queremos ser particularizados y conocidos por una comunidad más o menos mayor y delimitada? ¿Comunidad global? ¿De qué están hablando? ¿Cómo es posible que me conozcan en Asia o yo conozca a un Europeo en el infinito azaroso que es internet?
Hablar de soporte por el soporte mismo, vender un soporte como vendedor ambulante de colectivo, esa es la sensación que me provocó la exposición de Margulis, que desluce su proyecto por ir al choque con algo que no necesita de ningún choque para existir. Creer que matar al libro es matar al padre para que surjan estéticas nuevas me parece una tontería. Hablemos de estéticas, lecturas, escrituras. Hablemos de cómo inciden las condiciones de producción sin duda marcadas por las nuevas tecnologías en nuestras escrituras. Hablemos, en todo caso, de cómo se ven alterados los circuitos de consagración y canon para la literatura contemporánea cuando gran parte de ella es publicada primero o solamente en la red. Pensemos problemáticas y relaciones. Y dejemos al libro tranquilo, uno de los objetos más generosos de la humanidad.

Comments:
Lo dijiste con una claridad y con una valentía de las que yo me estuve sintiendo incapaz durante toda esta mañana.

Un saludo
 
el ej. de andahazi es clarisimo, y lo bueno es preguntarse las relaciones, distancias y condiciones alrededor de LoEscrito. al margen -y fuerte- de la necesidad de seguir escribiendo, q depsues de todo pensar in situ Lo Blog va quedar corto, por contemporàneo. Creo q algo asi estaria bueno pensar en la charla del sab de poesia, porq intuyo se viene (pesimista de mi parte)1 analisis q tiende a juzgar la proliferac de editoriales indeptes como decadencia o elitismo de editoriales grandes, y la edicº indepte es una elecciòn no sòlo 1 opcº de descarte o 1 respta de lxs impublicables. o las 2. otra posible falsa dicotomia como la de virtual/real q decis.
y seguir pensando. sdos.paula
 
Yo tambien notè que Margulis defendìa con innesario enfàsis una posiciòn en la que el libro impreso era una especie de enemigo. Realmente no lo entiendo. Por otra parte no creo que pueda haber una incidencia "revolucionaria" de los blogs, las revistas virtuales, ètc. solo porque el soporte es diferente. La potencialidad de la influencia del blog y otros recursos electrònicos sobre la literatura (entendida grosso modo)dependerà del uso que se haga de ellos, es decir, de la forma en que sean usadas estas (no tan) nuevas herramientas.
 
benjamin!
 
fue interesante el hecho mismo de que haya una charla de estas características en Filo, pero medio flojo el debate. podrían haber tocado temas como lo público/privado, profundizar un poco más en los circuitos de lectura que se generan, en el modo de autorizar/desautorizar voces en el mundo blog, etc.
margulis defendía su rancho, pero es cierto que hay una resistencia cultural grande a recibir con alegría al libro electrónico.
el más lúcido fue Llach.

saludos
m
 
Si el más lúcido fue Llach, me alegro de no haber gastado tiempo en ir allí!
jc
 
linda la crónica para que, los que no estuvimos, podamos estar al tanto. Ahora, pregunto, ¿por qué se habla tanto de los soportes informáticos o informatizados o internéticos o bloggers en términos de "democratización"? ¿Acaso TODOS pueden acceder a internet y TODOS saben usarla? En todo caso, los que sí tienen (tenemos) a su alcance tales lecturas son quienes poseen un grado de alfabetización y/o formación que les habilita el interés por la lectura en tales soportes, es decir, que pertenecen a lo que podríamos denominar "una clase". Es cierto que en sus comienzos, el libro también era accesible sólo para algunos grupos sociales, pero eso se fue modificando. Considero que hay varias cosas que se desprenden o confluyen en esta problemática inicial, la principal sería, tal vez, la modificación de los hábitos de lectura, porque muchas veces el lector de internet y demás, no es el mismo lector que el de libros, a veces sí, pero no es lo más habitual. Esto explicaría en gran medida el "fenómeno Código Da Vinci", entre otras cosas, ya que los compradores y lectores del citado novelón suele ser un público no habituado a la frecuentación de la literatura, sino de cultura televisada e interneteada, pero este público aspira a acceder a una "información", que, por otra parte, suelen considerar como "cultura".
 
A mí me hubiese interesado estar porque uno de los participantes juega en la A
(Terranova), según sus propias palabras.
Y cómo quiero saber cómo es eso de que haya intelectuales en la A y otros en la B, la verdad es que lamento habérmelo perdido. Igual, a no desesperar; en la A se suelen ver partidos aburridos.
Otra cosa: melancolía por los 90s, cuando los que estaban en la B (byf, Del diego, Siesta, Vox y tantos más) estaban contentos de militar en esa división e hicieron tanto la literatura argentina.
 
Yo estoy en la "D", y creo que la muerte del libro, la muerte de las ideologìas, el fin del trabajo, y todos los discursos del "fin", son un loco muy grande. La única muerte (en este plano) que vale la pena recordar, es la muerte de Dios, precisamente, porque todavía no hemos podido asumirla.
El Libro no se agota jamás... continúa en cada grano de sus páginas; es un desierto. Los blogs, el cine, toda grafía en general, y "los" libros, son sólo una página del Libro. Y si El Libro Ha Muerto, no es todavía pensable el modo de desembarazarnos de su Sombra.

Perdonen el tono heavy, pero es que me encuentro laburando a mil en un texto que tengo que presentar mañana, y estoy quemado mal.
 
Yo no pude ir al encuentro, pero no termino de entender cómo este muchacho Margulis por un lado toma la palabra "virtual" de un modo despectivo y al mismo tiempo es "el más enfático al hablar de porqué la pantalla y no el libro como si el formato electronico fuera de por sí mejor...". ¿era contradictorio su discurso o yo entendí mal?
 
La gente que lee tiene la posiblidad de acceder a Internet. Un peso cincuenta la hora en los locutorios. El problema no es económico.

Además creo que la web crea nuevos lectores. Gente que tal vez no compraría libros, pero que de pronto, se sorprende leyendo pequeños cuentos en blogs.

Me parece que los libros e Internet funcionan como soportes complementarios. Es como las videocasseteras y el cine. O como la televisión con el fútbol.

Saludos.
 
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