Lolamaar

sábado, diciembre 31, 2005

 

Happy new year, happy new home


El piso 13 está buenísimo. Es un poco más grande de lo que esperaba, y no puede entrar más luz de la que entra. En el baño y en la cocina hay unos azulejos amarillos horribles a los que no sé cómo darles onda, por más que insista en decir que en todo caso son "almodovarianos".
Dos habitaciones. Una es claramente ladedormir pero inquilina anterior advierte que ahí se escucha todo y que es como dormir con el vecino (a lo que pienso, pero no digo, habría que conocer al vecino). Amigos, padres y yo pensamos que igual será mejor dormir ahí. Pero veremos. Veré.
A la mañana, mamá y papá. A la tarde, merienda con S. A la noche, mirar con D. las luces que titilan en la ciudad.
Mañana, sábado 31, todo el que venga de visita recibirá una lija al entrar.
Al salir, puede llevarla de recuerdo o tirarla en la bolsa de basura.

Ahora, pienso en los que están cerca y en los que están lejos. En los que yo conozco y leen este blog. En los que no conozco. En los que conozco y no leen este blog. En los que viven muy lejos. En los que viven adentro. En los que ya no viven. En los que viven pero ya no como antes. En todos los que puedo pensar, y a todos los que puedo desearles felizañonuevo, les regalo este poema de Cortázar.

Happy New Year
Mirá, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas. Entonces
la tramo en aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo, como
si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.
31/12/1951

jueves, diciembre 29, 2005

 

De estreno

Me despierto después de una noche de temperatura agradable y deseos cumplidos. Miro la temperatura en TN y me doy cuenta de que es 29, díadelosñoquis. Llego a la oficina y mando un mail a los compañeros más cercanos para ver quién se quiere sumar a un pedido masivo de ñoquis para el mediodía. Festejan la buena idea. Somos seis.
Semana de celebraciones. Fin de año me toca como comienzo.
Quizá porque los finales de algunas cosas ya fueron hace unos meses, ahora casi todo tiene sabor a estreno (ayer, una cena con gente nueva, conocer la ternura inteligente del pequeño Simón). Algunos coletazos de aquellos cierres dejan como saldo que es mejor la distancia de la nostalgia que las eternas despedidas. Elegir los hilos hacia adelante y no la frustración de los encuentros que sólo muestran lo que no puede ser. En un colectivo, leo las primeras páginas de El Pasado, de A. Pauls.
Ayer, en la reunión de el interpretador, suena el celular y es mi papá que confirma que mañana, viernes 30, a las ocho y media de la mañana, la inquilina devuelve la llave del departamento. Se va. Queda para mí. La casa nueva. Nessie va a la cocina y vuelve con un Champagne. Alzar las copas en un chinchin con los amigos que este año estuvieron siempre cerca.
Los que van, los que vienen. Los que se quedan. Será lindo abrir la puerta de mi casa para ellos.

miércoles, diciembre 28, 2005

 

Deseos II

Acostarme temprano en tu cama, vos y un pote de helado, dulce de leche con brownie, una peli romántica pero no melosa, quizá Antes del atardecer, y no tener sueño, no quedarme dormida, o Melinda & Melinda (y por qué la manía de querer ver otra vez películas ya vistas), quizás llorar un poco, exorcizar los miedos, comer más helado, tu mano en mi pierna, o una temporada completa de Sex & the City, mirar la ciudad, imaginar muchos viajes, que todo se pueda,
que todo se pueda.

 

Deseos

--Sí.
--No.
--Sí.
--No.
--¿Sí?
--¡No!
--¿No?
--No...
--No.
--¿No?
--¿Sí?
--No...
--Sí...
--¿Sí?
--Sí.
--Sí.

a) se dieron un beso (y todos sus derivados y todos los que quieran)
b) había viento en la playa pero al fin se metieron al mar.
c) imaginen ustedes, yo me voy a dormir.

Dulces sueños,
LM.

martes, diciembre 27, 2005

 

Buenos Aires en enero

Desde el domingo pasado algunos amigos empezaron a irse de vacaciones. La semana que viene empieza el gran éxodo y la renovación vendrá en quince días. El blog se quedará paria en Salguero y Arenales, de 9 AM a 5 PM, con mis ojos frente a monitor y dedos en teclado. A partir de las 5 PM, correré a montar la casa nueva y en algún momento, quién sabe cuándo, vendrá el primer post desde el piso trece con balcón sobre Guardia Vieja (tengo que generar algún tipo de expectativa para que en el paso por el cyber o a la vuelta de la pileta alguien quiera abrir este blog).
Una semana, quince días... creo que ninguno de mis amigos se va un mes. Yo me quedo con mil gastos y cierta incertidumbre laboral (justo ahora) que quizá es más paranoia que verdadera incertidumbre. Además, la necesidad de proyectos, propuestas y diversión al aire acondicionado o al vientito del ventilador.
Se abre el espacio aquí, entonces, para que todo el que sepa de eventos, fiestas, sucesos y demases para pasar enero en Buenos Aires, pueda hacer sus recomendaciones.
Aprovecho, también, para presentar a Garla, que en estos días, desde Punta del Este, nos deleitará con las últimas tendencias y colores de la playa esteña.
Garla aparecé pronto que me aburro con este blog porteño y oficinista.

lunes, diciembre 26, 2005

 

Saudades

Mudarse implica ordenar, ordenar es revisar, mirar, encontrar. Qué guardo y qué tiro. Cuáles de todos esos papeles viejos. Apuntes, revistas, libros que en unos días estarán en cajas. Cajas con cartas. Cajones con fotos. Dedicatorias en libros. Ordenar es mirar. Esas fotos de esos viajes de hace ya tanto, tanto tiempo. Esas fotos de esas ciudades y de esa ciudad. Y sentir un olor. Es el olor de las caminatas en el aire seco de esa ciudad. Las fotos, mi pelo ondulado más lacio porque no hay humedad. Mirar y encontrar más fotos y otras ciudades de otros viajes. La comida de Israel, el mercado en Tel aviv, las especias coloridas, las telas, la pimienta turca, el shwarma de casi todos los días.
Cambia el álbum. El verde del pasto y el gris de las ruinas en Machu Picchu, el frío de la montaña intentando ser vencido por un mate cocido bien temprano, antes de seguir camino. La mochila enorme en mi espalda. Más fotos. Ropa a veces deportiva y a veces de fiesta. Pelo atado, dos trencitas, suelto, planchado o natural.
El olor, mucho más acá, de Nueva York. El viento del último barco a Uruguay, la bañera enorme en ese hotel viejo. Fotos y compañeros que pasaron.
Al final vuelve esa ciudad. El olor y toda esa ciudad. El departamento en la calle de tierra. La soledad de los días en ese departamento. Los encuentros a la tardecita. Caminar cuesta arriba porque esa ciudad baja y sube, y yo vivía del lado más alto, cerca de la Universidad.
Olor a caminatas, aire fresco y seco,
los ojos verdes.

sábado, diciembre 24, 2005

 

Generación X

Sola en casa, despierto una hora después del mediodía y almuerzo dos sandwichitos mientras hago zapping y encuentro Generación X en el canal Cosmo. Escena memorable, ¿puede subir la música? le dice la de pelo negro al empleado de la estación de servicio. Ella extiende la mano, Winona pregunta con un gesto ¿yo? y entonces bailar y bailar mientras Hawke mira al empleado con cara de yo no fui, no los conozco. Vamos Ethan, te morís de ganas de bailar con Winona y enamorarte sin conflictos. Pocas escenas después ella sale con el yuppie y lo besa en el auto. Uh baby I love your way... Hawke la espera despierto con chistecitos irónicos, que bien te podrías guardar si no me das un beso ya.
Día de dudas. Como es 24 de diciembre pienso que odio las fiestas y listo. Culpo a la fiestas en mi día de dudas y este chico Ethan Hawke que no deja de mortificar a la pobre Winona. El yuppie la trata súper y ella disfruta, but... ya sabemos cómo termina la película.
La de pelo negro (¿cómo se llama la de pelo negro?) se va a hacer el análisis de HIV. El mío dio perfecto. Todos los otros índices (colesterol y mil más) están dentro de los promedios.
Todo está bien en el día de dudas. Voy a comer algo dulce para cortar lo salado.
Feliz navidad.

PD: Winona rechaza el beso de Ethan y la frase es: no puedo dejar de ser tu amiga.

viernes, diciembre 23, 2005

 

Ayer, hoy y mañana

Ayer
Trabajo a tres cuadras de Alto Palermo. Al mediodía voy a dar una vuelta. Por Arenales, una cola de cuadra y media para sacar entradas de U2. Entro por la librería Yenni/El Ateneo. Pregunto si hay un libro X sobre escritura de guión de cine. No. Salgo y subo escalera a segundo piso. Allí, escalera mecánica al tercero. Cola de cincuenta metros, niños y madres, niños y padres, tutores o encargados, esperan ansiosos sacarse la foto con Papá Noel. Cuando yo era chica, me sacaba esa foto en Harrods. Pienso en mi mamá que me llevaba de compras y a sacar esa foto, y que ahora, cuando pregunto si pasamos navidad en casa de mi hermana, responde algo así como: “vamos a brindar porque ellos después se van, pero nosotros no festejamos navidad”. Claro, ya sé.
No me acuerdo si cuando era chica creía en Papá Noel y en los Reyes. Creo que siempre los tomé como personajes de cuento, y la emoción de la foto podría haber sido igual si Papá Noel hubiera sido una chica vestida de Cenicienta o Blancanieves. Creo que nunca hubo duda (porque nunca me dijeron que existían) de que todos esos personajes eran parte de la fantasía. ¿Me habré perdido de algo? Quizá sí.
La gente pasea con bolsas en busca de más bolsas. Así como compran, comen. Se abalanzan en el patio de comidas. No hay lugar.
Entro a la juguetería porque Ariel me encargó que preguntara si tienen la “Barbi Veterinaria” para su sobrina. Entro. No puedo creer la cantidad de gente. Voy a huir pero antes, como puedo, pregunto. La tienen. Cien pesos.
Doy la vuelta y entro a Frávega. Mientras todos compran regalos yo sólo pienso en las cosas que voy a comprar para mi casa nueva. No estoy en sintonía. Pico de egoísmo. Todo para mí. Eso quiero. Todo para mí.
Las heladeras son más baratas en Frávega que en Garbarino. Me queda ver Rodó (D. sugirió que vaya a Rodó) pero no tiene local en el shopping.
Antes de volver a la oficina entro a Okko. Quiero comprarme desde un despertador hasta todos los accesoriosdebaño. Pero ¿qué estilo? ¿Modernoso? ¿Madera rústica? Quiero todo. Tendría que hacer una lista de casamiento. Nadie más que yo elige vivir conmigo ahora. Juro que no es fácil. Merezco regalos por eso.

A la noche voy a la presentación de Plataforma y veo a JB que, superando todo lo anunciado, está divina. Es la primera vez que veo a algunas personas pero los nervios se contrarrestan con otras caras conocidas y amistosas que también encuentro ahí.
Todo sale bien, creo.

Hoy
Resultado de análisis, después de las 16.

Mañana
Cena y brindis nosotrosnofestejamosnavidad en casa de mi hermana, con ella, su marido, Clara, mamá, papá, la ex de papá (mamá de mi hermana) y mi hermano S. (hijo de mamá)
Somos un poco raros, creo. Espero que sea divertido.
Las fiestas no me entusiasman.

jueves, diciembre 22, 2005

 

Fin de año

Leí por ahí que este no es un fin de año habitual.
No sé qué pasa pero pese a que es diciembre y hay reuniones o eventos casi todos los días, estas fiestas son distintas a otros años. Quizá es porque no me voy de vacaciones. En esta fecha yo solía planear viajes, dibujar itinerarios, sacar pasajes y calcular gastos. Este año pienso en la mudanza a un departamento que todavía, cuando sólo falta una semana para que me den la llave, no conozco. Dicen que es así y asá. Que es lindo. Luminoso. Tres ambientes chiquitos. Y yo fantaseo. Mi habitación, mi estudio o biblioteca, el living. Qué cosa en cada lugar.
Después del despliegue me contraigo cuando pienso en los gastos y temo que no me alcance. El aumento de los gastos fijos. Pagarlo todo y todo a tiempo. La certeza de no poder ahorrar por varios meses y la posibilidad de que este verano sin vacaciones se repita muchos veranos, y que este fin de año no habitual se vuelva habitual con las nuevas costumbres.
Será también que la navidad no me importa. Entonces no compro regalos ni para muchos ni para pocos. Alguna cosita para mi sobrina pero porque siempre le regalo “alguna cosita” (vamos, siempre libros).
Fin de año que además cae sábado-domingo, sábado-domingo, no tenemos ni feríados y el lunes, como siempre, a trabajar.
Lejos de la euforia colectiva, percibo desde una órbita impermeable:
la gente compra fuera de foco y el sonido de las copas que brindan, retumba encerrado en una cámara.

miércoles, diciembre 21, 2005

 

Surtido Charly

Mi hermana miraba revistas en un café y de pronto...







y no es trucada!!

Charly posa con Surtido P (y dos chicas bonitas, es cierto).


martes, diciembre 20, 2005

 

Mañana de análisis

Despertador 7.15. Una hora antes que todos los días. Salgo de casa a las 7.45, me tomo el 12 por pocas cuadras hasta Pueyrredón. Swiss Medical Group. Análisis de sangre. Analizar esto, lo otro, hepatograma, colesterol, HIV. HIV. HIV. HIV. Pienso en las posibilidades de tener HIV. Son pocas. No me animo a decir nulas porque cómo se sabe... Pocas, nulas, HIV. Lo demás, control. Lo da la ginecóloga todos los años. Este año fue en Julio y yo todavía no los hice. Mi papá me reescribe la receta así no pido turno de nuevo con la ginecóloga sólo para esto. Sello de mi papá: médico psiquiatra. Si alguien me pregunta algo digo la verdad y listo. Que un médico psiquiatra pida un HIV puede ser sospechoso, o es que me quiere coger seguro. A las 8.06 me atiende un chico. Pide mis datos. Me da un papel para firmar. Autorización para hacerme el HIV. Quiero leer pero se desdibujan todas las letras. Algo así como autorizar a que me den el análisis en un sobre cerrado o que me llame un médico para dármelo. ¿En un sobre cerrado o me lo da un médico? En un sobre cerrado, responde el muchacho. Ok. Me siento. Tengo el nº 58 y van por el 49. En la tele está TN. No veo bien. Vine sola, no me gusta que me saquen sangre, me puede bajar la presión. Adelante mío hay un chico judío religioso de unos trece o catorce años que hace el pequeño trámite solo. Después lo veo con el papá. Antes de ellos hay varias embarazadas, parejas, besos, emoción y nervios. Yo estoy sola, la cartera verde y una bolsita con la vianda del día. Miro e imagino lo que voy a escribir así me distraigo. Llaman al 56 y pasa una embarazada divina. Llaman al 57 y en vez del chico pasa el padre. El chico lo espera. Qué raro. Llaman al 58. Nadie me dijo que estaba mal la receta sellada por un médico psiquiatra. Tengo que ir. Tengo que hacerme el análisis. ¿Me sacarán más sangre si tienen que examinar más cosas? ¿Si tienen que averiguar si tengo HIV me sacarán más sangre y dolerá más? 58 al box 16. El box del fondo. ¿El box del fondo porque me hago un HIV? Ay, lolamaar, la sarta de estupideces que estás pensando. Andá. Camino, camino, camino, box 6, box 12, box 16. Una chica. Mejor. "Mirá tengo mucho miedo, así que, por favor, que sea lo más suavecito posible". Qué tarada!!!! Ella dice que no me preocupe y que piense en el desayuno que voy a tomar cuando salga. Lo peor es el ayuno, dice. Me ata el brazo y yo miro para otro lado. A partir del 23, los resultados. Voy a ir el 23. La clave es no ver la aguja. Me quiero ir ya. La verdad es que no duele nada. Abro y cierro la mano. Abro y cierro. Abro y cierro. Pensá en el desayuno. No puedo pensar en nada. Ya casi. Ya casi. Ya está. Gracias. Afuera está la máquina de café. Tomá algo, dice la enfermera. Un café rápido y después cruzo a Mac Donalds. Una de las parejas está ahí. La chica debe estar de pocos meses. Él la besa, la boca, la mano, la boca otra vez. Desayunan y se miran. No voy a llorar. No voy a llorar. Voy a leer el diario.

lunes, diciembre 19, 2005

 

Diarios

Voy en un taxi desde la oficina a la facultad. En el taxi está el Clarín. Sin mirar la fecha (me parece obvio que es de hoy) empiezo a hojearlo. En la pág. 41 están las noticias de "Cultura". En las noticias más breves de esta sección leo:
Pedro Mairal
Una nueva novela del autor de "Una noche con Sabrina Love"
El ganador del Premio Clarín 1998 sale ahora con "El año del desierto", publicado por Interzona. La presentación será el jueves 15 a las 19.30 en Prometeo Libros de Palermo, Honduras 4912
¿Qué estoy leyendo?, pienso, no me di cuenta y es un diario viejo. Miro la fecha del diario. Lunes 19 de Diciembre de 2005.
¿Quieren jugar a volver al futuro?
¿O a volverme loca?

 

Tres meses de distancia

Pocos se habrán dado cuenta de que en septiembre, 17 y 18 cayeron sábado y domingo, como este mes. Yo me di cuenta por esa especie de obsesión que tengo con los números y con las fechas y con la nostalgia y esa manía de vincular pasado con presente, derivar en el futuro y errarle casi todas las veces.
Me di cuenta. Porque el 17 de septiembre hubo una fiesta, y fue una de las peores fiestas y noches que recuerdo. Indiferencia, llanto interminable nopuedorespirar, un amigo que dice colgá lolamaar, colgá, taxi a casa, domingo 3AM y decisión.
Estrenaba un jean que hoy uso bastante. Tenía una remera negra, pretensión de sexy, ganas de estar divina. Esa noche quería ser todo y no logré nada. Obstinada además, con posibilidad casi cero yo todavía esperaba ser todo y dar vuelta una historia. My god. Si aprenderé algún día...
Ayer, en vez de ese jean me puse otro pantalón y fui a ver a Calamaro. Gloriosa y agradecida invitación. Otro momento inolvidable. Y yo que no soy fanática pero él que tocó los hits y las canciones más lindas. Si quería sumar a "la nueva" podemos decir que lo logró.
Sumar a "la nueva". No sólo Calamaro lo logra.
De negro también pero con otro pantalón, y ayer también, como el 17 de septiembre, una fiesta, otra fiesta, una fiesta a la que no me invitaron (sí, como hace poco) ni hubiera ido, una fiesta con la que todobien, pero no. Una fiesta con un título, Fiesta Del Fin, para celebrar el fin de un departamento donde pasaron un montón de cosas.
Mis historias en departamentos nunca míos se merecen, por ejemplo, se me ocurre, el último post antes de irme a vivir sola. Charlone fue uno de ellos. Horas de filmación y otras cosas (más importantes que las horas de filmación). Charlone. Nostalgia, amor, no sé. Me gusta querer las cosas de mi pasado. Aunque a veces exagero. Y otros padecen. En fin. Ayer otra fiesta y yo, feliz, en el recital de Calamaro. Caminos que se bifurcan y otros caminos que se encuentran.
El 18 de septiembre me levanté llorando después de haber dormido dos horas gracias a una pastillita salvadora que me dio mi papá. No había aire, no había día, no había nada. No había llamado, no había importado que, nada. Me compuse un poco, el mismo jean, una remera a rayas de manga larga, pero tengo frío, para ir al segundo encuentro de el interpretador. Compulsiva, atendí a todos en la barra, algunos me saludaron, yo no veía nada, no escuché ningún texto. Mis padres se habían ido de viaje ese mismo día y yo, sin amor, desamparada en el mundo. Pero decidida.
Lo de los tres meses impresiona un poco. Es como si hubieran pasado... cuántos? ¿Cuál es la medida del tiempo? Si es suficiente o no para volver a estar bien. Si entonces soy superada. Si me lo merecía, si total... Si está buenísimo. Si igual no olvido. Maldita memoriosa que no olvida nada, bien me haría...
En diciembre hace calor. Pollera colorida y remera verde. 18 de diciembre. Algunas mismas caras y otras nuevas. Paulinho Moska suena en el bar. Cuando llego. Paulinho Moska antes de empezar. Y en cada intervalo. Paulinho Moska en el colectivo de regreso a casa. ¿Tan famoso se volvió este muchacho? ¿O es que justo hoy tenía que acordarme que...? Entonces en el bar, quinto encuentro de el interpretador, veintiún números de la revista online, palabras emotivas de Naty Menstrual y de Juan Leotta presentador, Incardona me abraza, dice que está emocionado y yo lloriqueo un poco, por los que no están pero estuvieron, por los que están pero hoy no pudieron venir, porque como en ese 18 de septiembre maldito y en este 18 de diciembre caluroso, la revista y su gente están ahí, para salvar o acompañar, para un fondo blanco o para un brindis, para un grito de alegría o de desesperación. Para marcar el pulso de los paralelismos que teje mi memoria obsesiva.

sábado, diciembre 17, 2005

 

Domingo 18/12 Lecturas el interpretador


invitamos a despedir el año en el
V encuentro de lecturas
el interpretador
Domingo 18 de diciembre
Estados Unidos 308
18 hs.
San Telmo- Capital
Leerán Naty Menstrual (acompañada por Alvy Singer -Mágica guitarra- y Tomy Levrero -niño bandoneón-), Marina Mariascsh, Andi Nachón, Camila Flynn, Sebastián Hernaiz, Martín Llambí, Tatiana Goransky, Natalia Moret y Juan Diego Incardona.

viernes, diciembre 16, 2005

 

My sister



¡Ya salió Viejo Buenos Aires, el nuevo libro de Gabriela Kogan!

Nota en La Nación, 5 de diciembre de 2005

Ventana asombrosa en blanco y negro
Un libro que mira al Buenos Aires antiguo

Hace un tiempo, la diseñadora gráfica Gabriela Kogan fue al Archivo General de la Nación, se presentó, se sentó y empezó a seleccionar fotos antiguas de Buenos Aires. Ahora termina de publicar el libro Viejo Bs. As., una compilación de bolsillo de 162 fotos antiguas que cuentan cómo era la ciudad abierta a sus nuevos habitantes. "En ciertos gestos podemos intuir lo que tenemos en común con aquellos porteños que usaban corbata para vender verdura, esperaban su turno para bañarse en la Costanera Sur y obedecían al policía que, solemne, dirigía el tránsito desde una garita", explica Kogan.
En la mayoría de los casos se trata de imágenes simples a las que el tiempo se encargó de darles importancia. Como una tarde en las carreras de caballos o las lavanderas en el Río de la Plata.
La autora explica que no se trata de un libro con aroma a melancolía, sino que, muy por el contrario, quiere contagiar la alegría que da descubrir ciertos secretos que embellecen la vida en la ciudad.
"Yo debo haber visto apenas un uno por ciento de las cajas que hay ahí guardadas. El material existente es muy vasto, ya que la antigua ley obligaba a todos los diarios a donar al archivo un copia de cada foto que saliera publicada. Justamente, el libro es una selección de aquellas imágenes de la vida cotidiana, hoy resignificadas", dice la autora, que ya prepara un nuevo libro, también con imágenes históricas, sobre el fútbol amateur en la Argentina.
Alejandro Rapetti

 

El paso de los días

Estaba preparando un final y lo dejé. Dejarlo implicó algunos entredichos con mis padres, en especial con mi madre, que se preocupa porque cree que no me voy a recibir nunca, y por cómo voy a hacer para estudiar dentro de un tiempo “cuando llegues y no tengas lista la comida”. Cosas de padres. Y cosa mía que me inquieto si no logro satisfacer sus expectactivas. Terapiaterapiaterapia. Amigos recomiendan no gastar energía en intentar que entiendan y que lo mejor es que yo comprenda que ellos no van a entender de qué se trata todo esto. Terapiaterapiaterapia.
Otra de las implicancias de haber dejado el final para marzo es que puedo aprovechar todos los estímulos y fiestas que propone diciembre y el fin de año. Presentaciones de libros de amigos, reuniones de amigos, lecturas no académicas, y un tiempo disponible, que no siempre dedico, a la escritura.
De todos modos, el abandono de las obligaciones es tan grosero que ayer tuve que suspender cita con dermatólogo por haberme quedado más de lo previsto en un local de Zara, en busca de una pollera. Después, antes de ir a la presentación del libro de Pedro Mairal, estuve un rato con mi hermana y Clarita.
Mientras Clara caminaba (camina! camina!) y conversaba con los objetos (y con Barny, en la TV) alrededor nuestro, nosotras hablábamos de los blogs, de mis padres y el blog, de qué gracioso es mi papá (“aparecés desnuda en el glok?”), y de que mi hermana quiere tener un blog de diseño o algo así, después de que se buscó y encontró que en un blog de alguien desconocido habían comentado uno de sus libros (ella es la diseñadora-editora que hizo los libros Surtido, Surtido P, y ahora Viejo Buenos Aires).
Empezamos a hacer una cuenta blogger justo cuando Clara tuvo un nuevo episodio de diarrea y malestar típico de los días en que los nuevos dientes piden pista para salir. Cambio de pañales, algo de juego para distraerle el llanto y la creación de cuenta blogger que quedó para el fin de semana. Ya llegando tarde a la próxima parada, caminé hasta Prometeo-Miles, presentación del último libro de Pedro Mairal, y encontrarme con amigos y gente conocida. Yo tenía planes para después pero a último momento me invitaron a una reunión a la que quería ir. Algo preocupada llamé para hacer un pequeño cambio de horarios, no de planes, pensando que quizá debía resignar o hacer resignar algo, o provocar un malestar o algo así que no quería provocar. Pero no. Todo tranquilo. Sencillo. Posible. Dale, nos vemos ahí. Una posibilidad de que viniera a donde yo estaba o que yo fuera más tarde a su casa. Sin problemas. Sin vueltas ni conflictos ni ofensas. Poder estar donde quiero. Aprender de a poco a que estar con alguien no implica resignar otros deseos. Qué salud. Qué placer. Qué grata sorpresa.

jueves, diciembre 15, 2005

 

el interpretador despide el año...

invitamos a despedir el año en el
V encuentro de lecturas
el interpretador
Domingo 18 de diciembre
Estados Unidos 308
18 hs.
San Telmo- Capital

miércoles, diciembre 14, 2005

 

¿Caja boba?

Mi relación con los premios es siemprecerca-nuncapremiada menos por un segundo premio a un guión el año pasado. Es algo semejante a mis notas, alumnaocho-nuncadiez, con varios nueves por ahí.
Ayer, por estar cerca, fui a la entrega de premios de Telefé Cortos. Con el corto no quedamos ni entre los diez pero sí entre los cincuenta, y eso, entre seiscientos setenta participantes, está bastante bien, y mejor todavía si consideramos que hace unos meses nos llamaron de parte del "jurado" para preguntarnos si ya lo habíamos proyectado en algún lado, porque en verdad no se podía participar si ya había sido mostrado o seleccionado en algún festival. Y bueno, dijimos la verdad a medias... un tímido "lo proyectaron en el Rojas", y mentimos todas las demás: Mar del Plata, Ciudad Abierta, etc, etc, etc.
Cuestión que ayer fuimos varios del equipo a la entrega de Telefé Cortos. Cita a las siete en el Teatro Coliseo. Llegamos a las seis, entramos a las siete, empieza a las ocho y dura hasta las nueve. Ordenado Telefé. Axel Kuschevatzky todo acartonado dice cuánto admira a todos los realizadores jóvenes que estamos allí y qué buena calidad los cortos de todo el concurso. Bueh. Presentes los jetones del gobierno José Nun, Gustavo López (los Gustavo López que rondan por ahí son tantos y en tantos rubros diversos que se merecen un post aparte) y Telerman. Me perdí de escuchar si cuando presentaron a Telerman dijeron Jefe de Gobierno o no. Supongo que sí, pero no lo escuché. Estaban los del jurado, Walter Salles en video desde L.A (va a filmar una adaptación de On the Road!) y el querido Villarroel. El evento era "La gran gala de Telefé Cortos", o sea como Operación Triunfo pero para chicos cool. Hay que captar a toda la gama, desde la grasa de las chicas que cantan boleros queriendo ser Mariah Carey hasta los chicos de bolso cruzado que frecuentan Palermo y sueñan en ocho, dieciseis, o treinta y cinco milímetros.
Telefé Cortos no es reality pero adopta los tips. Kuschevatzky mira a la cámara y le pregunta al espectador "¿cuál es tu ganador?", mira a la platea y dice escuchar el temblar de las rodillas, juega con el mismo suspenso y luego de entregar el tercer premio dice "quedan nueve cortos". Villarroel pasa a decir unas palabras y confiesa que "me siento como un nominado", y a esta altura no entendemos si lo dice por Gran Hermano o por los Premios Oscar. El corto ganador es muy bueno. Hecho especialmente para el concurso, incluye en su historia todas las acepciones y usos que puede tomar la palabra cambio. Una buena idea, un buen recurso, una historia cómica y buenas actuaciones. Premio merecido. Supongo que se verá en la emisión del domingo. Se llama CAM 810.
El reality habla de alguien que está ahí y que es alguien como uno. En Telefé Cortos hablan de "los chicos", "la emoción de las familias", "los grupos de amigos", y nosotros nos contagiamos y también queremos subir abrazados a llorar al escenario. Pero no. Somos chicosocho-nuncadiez y sólo miramos desde la platea todo el espectáculo "cultural" que el domingo, noséaquéhora, se verá en telefé cuando disfrace su caja boba de caja progresista.

martes, diciembre 13, 2005

 

Desprendimiento

Soñé que te ibas a vivir afuera. Así lo soñé. Vivir afuera decías o yo escuchaba o yo explicaba. Se va a vivir afuera. Y yo iba a tu casa a despedirte. Tu casa no era la casa que conocí. Saludaba a tus amigos que fueron mis amigos. Lloraba mucho. Cada vez más. Me tiraba al piso, me abrazaba a un almohadón y lloraba. Vos servías algo de tomar, en silencio, como en un velorio. Yo no podía tocarte. Lloraba porque vos te ibas a vivir afuera. Sin vuelta atrás. Creo que te abracé en algún momento. Como en toda despedida, un abrazo. Lloré tanto que me desperté con la cara mojada. Tranquila. Pude tomar en mi mano una piedrita que estaba adentro.
Te vas a vivir afuera:
cierro los ojos,
agacho la cabeza,
te saludo,
y despierto.

lunes, diciembre 12, 2005

 

Que todas las noches sean noches de boda...

A las cinco y media salimos desde San Telmo hacia la finca en Ezeiza. La boda del querido JP. Peluquería a las tres y cambiar el clásico brushingconmovimiento por difusor-que-me-arma-los-rulos. Rulos locos medio ochentosos, bronceado desparejo emparejado con base, y un color que por fin, después de crema exfoliante la noche anterior, queda bien. Los tacos se ponen difíciles en la media cuadra que camino por Balcarce hasta tocarle el timbre a E. S. llega al mismo tiempo. Traje y corte de pelo. Baja E. y los tres, entre adoquines y glamour, vamos hasta el auto.
Ceremonia al aire libre y muchas palabras de amor. M. y JP se miran y se adoran. Los casa un amigo. Después, ella le habla a él. Y él le habla a ella. Compromiso. Familia. Amor. Justicia. Mundo mejor. Amigos suben al altar para decir algo, S. improvisa unas palabras de parte de nuestro grupo y después los niños de la fiesta entregan los anillos.
Por fuera los ojos llorosos y por dentro preguntarme si me pasará alguna vez. Si yo quiero que me pase alguna vez. Y sí. Qué estúpida. ¿Estúpida? Contagia el amor y de pronto ganas de que alguien alguna vez me diga que quiere ser el padre de mis hijos, elmejorpadredelmundo. Que alguien diga mi mujer. Todas esas cosas de la cultura occidental a la que pertenezco a veces con cinismo pero vamos, sin mucha resistencia. Me veo en un altar queriendo tanto tanto que no haya dudas. Verme en un altar es raro. ¿Yo? Desear para siempre y no tener miedo. O tener miedo, y desear para siempre, igual. No importa pero importa. Las ceremonias importan. Escribo y la que era yo a los quince años me mira prepotente, apoyada en una pared, mascando chicle, y me dice qué pasó lolamaar. Pasó que no me da vergüenza, como a los quince, decir que sí, en algún momento quiero casarme, ¿y qué? ¿y vos? Se va. No tiene argumentos.
Fiesta fiesta de mucho bailar y mucho comer. Hace falta que te diga, que me muero por tener algo contigo... entran así y bailan divino. Este año fui a tres bodas muy distintas. Pero en las tres se casaban parejas con estilo. Un estilo contruido entre los dos. Algo consolidado. Fundante. Nosotros.
La de quince se fue sin argumentos y la de ocho, sin represiones, grita, yo también quiero!!!!
Doce horas con los tacos, ay mamita cómo duelen los pies, pero justo cuando me voy a sentar pasan ese tema que me gusta tanto y entonces a seguir bailando hasta lo imposible.
Foto al momento de bailar todos nosotros como locos en el altar.
Foto a los amigos. Foto a los novios.
Foto a las dudas en la noche helada.
Foto para la que no hay luz y no hay flash.
Y a las certezas.
Foto, también, a las certezas que rompen el cascarón de la vergüenza sin dejar de sospechar.

domingo, diciembre 11, 2005

 

Mal gusto


Como médico que cuelga sus diplomas en consultorio, las paredes del estudio de Andahazi, plagadas de cuadritos que enmarcan fotos de las tapas de sus libros, traducidos en el mundo.
Autobombo de mal gusto.

"Yo tengo dos novelas escritas antes de El anatomista, que, aunque me gustaban, sabía que no me las iban a publicar. Sabía que tenía que escribir una novela que impactara a un editor. Y eso fue El anatomista. Tardé tres años en escribirla, pero sabía que se iba a publicar. Yo terminé El anatomista y dije: "Bueno, ahora a llevarla a las editoriales; empecemos por orden alfabético". Y fui a una editorial que empieza con "A". Justo salía el editor y le dije: "Mirá, acabo de escribir esto". Y el tipo me dijo una frase muy misteriosa: "No publicamos autores inéditos". Después la llevé a otra editorial y a otra, y al fin me volqué a los concursos. Presenté cuentos a distintos concursos, y para mi enorme sorpresa... los gané todos."

viernes, diciembre 09, 2005

 

Abuelo Alfredo

El miércoles yo estaba sola en casa cuando suena el teléfono. Mi mamá desde su consultorio de Banfield. Hola. Hola. ¿Todo bien? Bien. Y entonces dice algo así:
__Voy a aprovechar para decirte algo que quiero decirte hace tiempo.
__ ....?
__ Quería preguntarte si tenés algún problema con tu abuelo Alfredo (mi abuelo materno, a mi abuela no la conocí), porque siempre escribís sobre tus abuelos paternos y tenés una foto de ellos en tu habitación... Yo estoy un poco angustiada por eso. El abuelo Alfredo siempre te llevaba a pasear, a ver los granaderos, a darle de comer a las palomas, al zoológico... se venía desde Lomas de Zamora para pasear con vos... ¿Vos no lo querés porque era un poco fascista?
__ .......!!!!????####@@@!!!!!!! Qué?!?!?!?!
__Quería decirte eso...
__ No sé má... No, no es nada. No es eso. ....
Y explicar cuánto quería a mi abuelo Alfredo, un comerciante de Lomas de Zamora, fascista por ignorante más que por elección ideológica. Y pensar en voz alta que con los otros abuelos quizá hay más afinidad intelectual, pero ni siquiera eso. No sé.
En el intento de explicar lo inexplicable me olvidé de contar que en las últimas semanas pensé mucho en el abuelo Alfredo, reconocido por su sentido del humor, por hacer chistes todo el tiempo (hasta uno o dos días antes de su muerte, él galanteaba a las enfermeras en el hospital) porque esos chistes del Abuelo Alfredo se parecen a los que desde hace un par de semanas me cuenta Él y me hacen sonreir todos los días.

 

el interpretador 21


el interpretador
21
narrativa.herrera.flynn.moret.menstrual
poesía.edwards.mariasch.lebedinsky.de mendonça
aguafuertes.hernaiz.luly.usted.incardona
ensayos/artículos/entrevistas.pauls.martínez.bataille.klossowski.
terranova.hernaiz.basualdo.sassi.bayer
artes visuales.fraile.yoko.iglesias
www.elinterpretador.net

miércoles, diciembre 07, 2005

 

A ver si vamos entendiendo...

El problema no es el estilo. Ni siquiera el objeto. No es eso lo superficial.
Si la vida es melodrama que sea un buen melodrama (Pienso en Lemebel, Almodóvar, claro, aunque él para menos pretencioso dijo Isabel Allende).

Cuando escribís
Clavate un cuchillo

Eso es lo que dijo Ariel. Y que sino no escriba.
No se trata de presentar un esqueleto ("Amanecer Nublado. Caminar").

Se trata de decir Yo.
Y que Yo sangre.



Lo que pese a mis propios prejuicios, pasa (si es que por momentos pasa) acá

martes, diciembre 06, 2005

 

Entornado por reformas

Hay cosas que salen bien. Las flores se abren en el esplendor de la primavera y los días están despejados en mi habitación de paredes blancas y violetas. Por otro lado, ocho horas en la oficina todos los días y parece que no tengo proyectos. Aunque sí. Proyectos sí. Proyectos de mudanza. Pero se dilata, dilata, dilata. Una inquilina pide un mes más, y siempre un mes más, desde octubre así, y entonces contrato de desalojo porque la nena tiene que mudarse de una vez. Sino ¿cómo compensar la ausencia de vacaciones? Esperemos que las estrellas de mi habitación se muden conmigo y empapen toda la casa nueva.

Ariel es uno de mis maestros. El fin de semana me mandó un mail, hablando de mis emociones y de mis textos en el blog. Dice cosas como:
Hasta que vos no CONSTRUYAS EN EL TEXTO esas emociones, las guardamos. OK? Lo que no te das cuenta ... Y que ahora como tengo un ratito te lo digo, es que eso no dice nada... Vos sos una ESCRITORA, no una chica que escribe, quiere decir que conoces una serie de técnicas para mirar a las emociones como objetos (lingüisticos) y dárselas a un lector.
Lo que sentís no importa ni a mí ni, evidentemente, a vos tampoco, porque lo tratás con una frivolidad pasmosa. Mirá esas emociones y hacelas OBJETO. La lengua es aquello con lo que laburás. Basta de sentir, haceme sentir a mÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
Qué es tu odio??? Miralo miralo, trabajalo, ponelo en el mundo… fijate de que palabras está hecho, para qué se usó en el mundo, en la historia, en qué lugares, para que te parece que sirve, para qué no sirve, cómo lo usan las personas, qué tipo de personas lo usan…. En fin, qué tipo de posiciones de sujeto supone, supuso, supondrá…. Porqué este odio que sentís te constituye una persona única en el mundo …Y esto fue un ejemplo… con todo el resto tenemos que hacer el mismo ejercicio.

Fuck. Creo que tiene razón. Es algo que él dice, charlamos y yo pienso hace tiempo.
Así que no sé.
Todo está en cuestión. Intentaré dibujar juegos nuevos.
Le dije que me parece imposible. Dijo que siempre es imposible. Que por eso escribimos. Porque es imposible. Que si yo no puedo es porque no puede nadie.
Toda esa teoría parece alucinante pero uno escribe y escribe mierda. Entonces qué. No sé.
Armar con lo de siempre combinaciones nuevas. Es más interesante. Como un juego de ingenio. Palabras prohibidas. Tener que agarrar otros caminos para decir.
Por lo menos para probar. Y ver qué pasa.

lunes, diciembre 05, 2005

 

Instantáneas

Micro de ida.
Adelante nuestro, ella y él.
Ella, estudiante de comunicación. Él, no queda claro...
Conversación que va de los temas más generales hasta la justificación de por qué “vale todo” y qué implica la infidelidad (o cómo justificar que tengo novia pero que te daría...):
Él: Si estás de novio y te tirás una canita al aire (sic)...

(piensa unos segundos)
...tenés que hacerte cargo.

Momento de hablar de literatura. Cortázar, Borges y a ella que no le gusta Benedetti. Él dice que Borges no le gusta porque es rebuscado, tiene varios niveles de complejidad y que entonces mucha gente no lo entiende:
__Si no sabés lo que es una letra hebrea no entendés “El Aleph”.

Nosotros nos dormimos y parece que nos perdemos la parte en la que hablan de Marx.

* * *
Amanecer nublado.
Caminar.
Probarme lentes de sol. ¿Los más grandes? ¿Los verdes? Volvemos más tarde.
Caminar por la playa. Lluvia.
Llueve más fuerte y empezamos a volver.
Mojarnos más.
Tarde de lluvia en la playa.

Siesta.

* * *

Vos: Hace un montón vine a la Lucarna a escuchar a...


Yo: ¡Yo también vine a ese recital!

* * *
Recorrer el centro de Pinamar en busca de tabaco.

* * *
Librería abierta.
Iluminaciones de Benjamin.
Tentativas sobre Brecht.
$35.
Compro.


* * *
El regreso a los flippers.
Pierdo-empato-pierdo

los tres tejos que jugamos en Center Play.

* * *
Los lentes:
Probamos varios.
Elegimos algunos.
Los ve. ¿A ver esos?
Marco blanco, grandes.
Regalo.
Sonrisas.

Gracias.

* * *
Cena rica.
Vino y hablar.
Borracha a la primera copa,

hablo, hablo, habla, escucha, hablo, habla, está ahí, hablo, no se va, comparte, completa, hablamos, jugamos. El vino. La comida. Hablamos. ¿Postre?
Postre. Y hablamos. Seguimos. Jugamos. Borrachos. Borrachos. Pagamos. Borrachos.

Volvemos.
Hotel.

* * *
Domingo de sol. Playa.
¿Protector?
Vos sí. Yo no.
Soy morocha.

Dos horas.
Vos rojo. Yo también.
Cuidado con el sol. Debería haberme puesto...
Sí. Aunque sea morocha.

* * *
Almuerzo.
Padre que le explica a su hija de unos siete u ocho años
la salida del sol,
en mapa de Sudamérica
los puntos cardinales.

Se van.
Una pareja se sienta en la misma mesa.
Ven la servilleta dibujada. El hombre le explica a la mujer
la salida del sol,
en mapa de Sudamérica
los puntos cardinales.

* * *
Volvemos.

Abajo último asiento.
Comemos. Película.
No la vemos. Dormimos.
Lee. Duermo. Duermo. Duermo.
Cree que duermo mucho.

Fin de semana en la playa.
Un buen comienzo.

viernes, diciembre 02, 2005

 

Cultura en la ciudad

Ayer a la noche.
A las diez me encuentro con mis amigas C. y J. en Espacio Abierto, propuesta cultural del Gobierno de la Ciudad, en el Museo del Inmigrante, en Puerto Madero.
Me tomo el 111. Mal. Tendría que haber tomado el 152. Tomo el 111 y no sé por qué. Sin saber que está mal, canto contenta mientras lo espero en la parada. Canto y pienso en cómo vamos a cantar estos días.
Me bajo, mal, claro, en Maipú y Corrientes. Veo el obelisco cubierto por un gigante preservativo rosa que nos recuerda la semana o el día en que hay que recordar el SIDA, a los enfermos de SIDA, a que nos podemos contagiar si no nos cuidamos, y esas cosas que mejor no hacer caso, despistar las conmemoraciones y mejor recordar todos los días si de verdad queremos estar a salvo.
Tengo que tomar un taxi y no hay. El taxi aumentó y odio que haya aumentado. No hay taxis en esta puta ciudad que cantó Fito Paez y yo ya no canto porque me aburre. Camino un poco hacia Alem y diez minutos más tarde paro un taxi conducido por un taxista que nunca escuchó nombrar el Museo del Inmigrante. No lo culpo porque yo tampoco, pero intento parecer que sí y que fui muchas veces y que sé llegar por eso de la paranoia de tomar taxis en la calle.
Llego. J. no está. Doy una vuelta. Hace frío. Hay exposiciones. El lugar es precioso. Atrás una galería. Puesto de comida. Y más atrás el jardín con el escenario. La gente es linda. Tomo una cerveza. Estoy sola y me acuerdo de los recitales en el Central Park. Esto parece una copia reducida. Una copia reducida e imperfecta: lejos del corazón de la ciudad, Espacio Abierto queda al sur y a trasmano de todo. Y el taxi aumentó. Y entonces mal humor porque cuatro pesos por diez cuadras es demasiado. Pero el lugar es lindo, tomo una cerveza, veo a la hermana de J. y charlamos un rato. Parece que J. se perdió y C. avisó que al final no viene.
Cultura y Gobierno de la Ciudad... recuerdo entonces los recitales de Buenos Aires Vivo, en el espacio verde de Avenida Alcorta, cerca de Ciudad Universitaria y después en Puerto Madero. Recuerdo con felicidad el recital de Charly de 1999, cuando él quería cantar Los Dinosaurios y tirar muñecos desde helicópteros. Verano de cortes de luz. Recital y yo gritando "soy feliz, soy feliz", y la Epumer estaba viva y yo estaba como loca, y cantaba, miraba las estrellas y sentía que todo tenía que ver con todo y que todo era amor.
Me acuerdo también de "Buenos Aires no duerme". Emprendimientos de los jóvenes radicales antes y para la subida de De la Rúa. Pienso en Ibarra y Cromagnon. El Gobierno de la Ciudad y la Cultura Joven. Pienso todo esto porque J. tarda en llegar. Yo tomo la cerveza y ya no converso con su hermana. Por eso pienso esto. Hasta que ella llega y la lista de eventos culturales del Gobierno de la Ciudad se acaba. Llega J. y nos vamos al pasto. Charlamos. Tenemos novedades. Novedades siempre. Por suerte novedades.
Le cuento
y pienso cómo vamos a cantar durante todo este fin de semana.

jueves, diciembre 01, 2005

 

Mañanita

Mariano Dorr cierra su blog del costicismo, inquieto por lo que genera, y yo, que llego a la oficina y me dispongo a escribir sobre lo linda que fue la noche de ayer, abro blogger y me encuentro con comentarios que transformaron la mañana feliz en cuatro horas de paranoia y preguntarme entonces para qué, para qué todo esto si no es para escribir un poco todos los días y en todo caso comunicarme con la gente que quiera comunicarse conmigo. Pasan cosas raras. De coletazo alguien llega a este blog, derivado de derivado, alguien que en algún momento vio una foto mía en una habitación, alguien que, dice, me conoce de vista. Alguien que al principio no quiere decirme quién es, que dice que tiene miedo, que describe con asombrosa precisión (¿obsesión?) la habitación de mi ex novio. Yo sólo seguridad de que es mujer, y entonces imaginarme cualquier cosa. Imaginar mi sonrisa en la foto de esa habitación siendo testigo de cosas que por suerte las fotos no ven ni pueden contar. La cabeza a mil. Analizar textos como piezas de un enigna y un cuento de espionaje. La impresión de que alguien lea, sepa quién soy y conozca un ámbito íntimo que no mostré en ningún lado. Pasar la mañana con un colaborador telefónico que me ayuda a leer y concluir. Pura ansiedad hasta por fin enterarme y volver a estar tranquila. Volver a respirar.
Que el pasado sea el pasado que ya conozco y guardo conmigo y no un cajón de novedades que lo desdibujan. Que las personas que conocí sean las que conocí. Que las relaciones que tuve sean como creí que fueron. Qué alivio. Y que por fin pueda volver a sonreir porque la noche de ayer fue preciosa, porque escuchar a Spinetta siempre es un placer, porque todavía existen buenos encuentros, y porque con el pasado tranquilo, los días que vienen aparecen despejados.

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...viene a mojarse los pies a la luna...

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