Soñé que te ibas a vivir afuera. Así lo soñé. Vivir afuera decías o yo escuchaba o yo explicaba. Se va a vivir afuera. Y yo iba a tu casa a despedirte. Tu casa no era la casa que conocí. Saludaba a tus amigos que fueron mis amigos. Lloraba mucho. Cada vez más. Me tiraba al piso, me abrazaba a un almohadón y lloraba. Vos servías algo de tomar, en silencio, como en un velorio. Yo no podía tocarte. Lloraba porque vos te ibas a vivir afuera. Sin vuelta atrás. Creo que te abracé en algún momento. Como en toda despedida, un abrazo. Lloré tanto que me desperté con la cara mojada. Tranquila. Pude tomar en mi mano una piedrita que estaba adentro.
Te vas a vivir afuera:
cierro los ojos,
agacho la cabeza,
te saludo,
y despierto.
...viene a mojarse los pies a la luna...