Lolamaar

Interesante, pero crudo. Prefiero no escribir, lo del cuchillo no me llama. Saludos...
 

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Mh. Yo no estoy de acuerdo. Me parece algo torpe creer que se puede ser uno mismo con mayor o menor intensidad, pero es una superstición muy habitual.
Yo soy yo en cada palabra que elijo, aunque no quiera, aunque intente evitarlo. Yo soy yo en cada coma, en cada adjetivo y en cada frase que descarto. Por más azarosa o casual que parezca.
Todas mis lecturas, mis amores, mis decepciones y mis anécdotas determinan que prefiera la lavanda a la rosa, la vainilla al coco, Londres a París, Borges a Cortázar, lo dulce a lo salado, Cassavetes a Greenaway, Trebuchet MS a Times New Roman, el cedro a la caoba, el rojo al azul. Y todo eso, a su vez, se cifra en cada cosa que elijo luego, incluso las palabras.
Cuando estaba en la facultad, tenía un compañero que cada vez que llevabamos un guión nos preguntaba que queríamos decir... Y no sé, siempre me pareció tonto pensar en el mensaje y luego darle forma (aunque existan excelentes obras con ese método, la Divina Comedia o el Guernica, por ejemplo).
Truffaut decía que eramos un par de obsesiones que se repetían una y otra vez, y nada más. Que no había forma de evitar caer siempre en las mismas. Yo creo que es cierto. No se puede dejar de ser inequivocamente uno mismo, ni intentando mil veces no serlo.
No es necesario clavarse nada para ver la sangre, la sangre está en todos lados, en la forma de agarrar la taza, de regar las plantas o de escribir.
 

Creo que el problemas es la falta de sorpresas, nada mas. Sino la vida es un embole y uno tremina escribiendo boludeses "sociales".
 

qué bueno lo que decís bestiaria.
tan cierto me parece
 

Bestiaria: acuerdo con esto
"Truffaut decía que eramos un par de obsesiones que se repetían una y otra vez, y nada más. Que no había forma de evitar caer siempre en las mismas. Yo creo que es cierto. No se puede dejar de ser inequivocamente uno mismo, ni intentando mil veces no serlo."
Y ariel también. Lo que dijo (y estoy pensando) es que si uno intenta trabajar con el lenguaje lo que elige y no elige no es casual... uno es uno mismo desde cualquier detalle a cualquier detalle, no pasa por escribir algo que no sea uno mismo, pasa por ser uno mismo al mango. Creo que es eso lo que él quería decir. A veces, por las inseguridades de lo que uno es, se presenta (yo) moderado, cómo voy a ser tan cursi, y sí nena, si sos cursi, sé la más cursi del mundo. Eso en un trabajo con el lenguaje. Si bien no tengo nada cerrado, eso me parece interesante.
Gracias, y besos
LM
 

Es que yo creo que nada en casual. Que es imposible ser casuales, porque todo sale de nosotros, y eso ya define, procesa y media sobre cada palabra que escribimos!
Y hasta la represión es nuestra y es buena. Porque uno también debe hacer las cosas según lo que querría ser, y no sobre lo que es.
Si yo no escribo cuentos porque no soy cuentista, nunca voy a escribir mejor.
Por otro lado, creo que hay que abrazar las virtudes de uno. Si soy la mejor cursi del mundo, intentar no ser cursi es un desperdicio. Porque nunca podré ser tan buena en algo que es natural en mí como en algo que sí lo es.
Es como si Gasalla se pusiera a hacer Shakespeare...
No se. No hay que negarse tampoco.
Pero creo que la mayoría de escritores, y más profesores, tienen una serie de supersticiones que nos hacen mal:
El escritor maldito.
El escritor de negro que se emborracha y escribe maravishas.
El escritor que vende es malo.
Escribir es sufrir.
Escribir con o sin sangre, con o sin sentido, etc.

De todas esas pavadas, creo que la peor es la anteúltima.
Pero claro. Así opino yo.
 

estamos bastante de acuerdo creo...
 

¿y para cuando el blog de Ariel? El público arde.