Lolamaar

jueves, febrero 23, 2006

 

Variedades

Cuando nadie deja comentarios en el blog uno se pone a pensar en los comentarios. Ciento cincuenta y pico de visitas y ningún comentario. Pienso pero no sé qué pienso. La cantidad de supuestos que uno pone ahí, en las respuestas de los demás, ni siquiera en lo que dicen, sino en el hecho de que haya o no respuestas. Los que escriben sin habilitar comentarios me parecen valientes. Esa es la conclusión.
Días raros. Ayer a la noche, los truenos, la lluvia, el cielo iluminado por relámpagos y yo estrenando la computadora (sí, finalmente la notebook) que le compré a mi amigo P a b l o. Por escribir algo escribí una entrada de un diario que es francamente impublicable. Está bien tener intimidad impublicable. Un diario no es lo mismo que un blog, ni aún lo mismo que un blog que hace de diario.
Escribí divagues un rato largo, tomé un té de boldo y me fui a dormir.
En medio de la noche, entre despierta y dormida, pensé en si no estaría de vacaciones, si pronto no tendría que volver a casa de mis padres. Pero no. Y está bien así. Muy bien.
Hoy a la mañana, entre sueños horribles, me quedé dormida. Nunca me quedo dormida. Unos minutos igual, nada grave. Me bañé, salí apurada y caminando por Salguero lo vi a él salir de un edificio, de la mano de una chica, también de la facultad. Esta vez él no me vio. Supongo que vive a la vuelta de mi casa. Podría ser ella la que vive allí, pero supongo que es él.
Los miré: él, la verdad, no es nada lindo, y su porte es aún peor; ella está bien. Caminaban de la mano, con cara de dormidos, en la vereda de enfrente y en dirección opuesta a la mía. Pronto los dejé de ver. Caminé las doce cuatras restantes en forma automática y en forma automática ahora estoy acá, por empezar el día y ponerme a trabajar.

Comments:
ahora me hace sentir mal si no comento algo, no quiero que piense que no me interesa lo que escribió o que no me gusta, porque de hecho me gusta, hasta leí el link que puso acerca del muchacho en cuestión pero pienso y pienso y se me ocurre sólo esto. Por eso no siempre comentamos; por lo menos, así explico porque no me dejan tantos comentarios como lectores entran en el mio blog.
saludos
 
Lola: corrija... si quiere... Salguero lo a él vi salir
 
Buena elección lo de la compu. Moret hace apología de la notebook.
Hasta hace apología de la vagancia.
Aunque si pudiera la imitaría.

:p

¿Se acuerda que el otro día le decía que los comentarios que le dejaron en un post eran pocos y sobre un tema que no tenía nada que ver con el post? A mí me pasa algo parecido... y eso que no me leen más de 10 people...
 
lola, yo te leo.
solo que pocas veces tengo cosas para decir.
me gusta leerte.

y cómo se hace para saber eso de las visitas?
 
No siempre subrayamos el libro que leemos y aún así lo leemos vorazmente.
No te rijas por la cantidad de comentarios. A veces uno no tiene nada qué escribir o subrayar.
 
ja, gracias. ya sé que hay quienes leen, y me preguntaba más por el hecho ese de pensar en los comentarios (francamente ridículo) que por los lectores reales.
besos a todos,
Lm
 
yo cuando no tengo coment creo que es por que es fome lo que escribo y no imagino mas razones.
 
A veces, los lectores silenciosos son la mejor compañía, paradójicamente...
 
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