Ahora el termómetro indica fiebre. Así que un ibupirak y a esperar que baje. Ya me saqué el pijama, me vestí (el frío y la fiebre desordenaron mis planes de vestimenta para hoy) porque en un ratito llegan los chicos de la revista y más tarde vamos al ciclo en el que leo. Con la voz que tenga y pese a cualquier temperatura. Mía y del aire.
Hoy terminé de leer una novela que empecé hace pocos días. En pocas horas, hoy, me enteré de varias noticias. Como que la novela que terminé recién va a ser llevada al cine. Por Lucrecia Martel. Pienso en el clima de la novela y en el cine de Martel y si bien me parece que a ella le interesa ese tipo de ámbito, en ningún momento de la lectura imaginé que aquello podía ser una película de ella, quizá por la estructura narrativa, o por ese microcosmos que interesa pero alejado del paisaje provinciano. Entonces los colores. Nunca pensé en ese relato con los colores de Martel. O las tonadas. Los detalles que hacen a una identidad.
O me entero de que la mamá de alguien que conozco sacó la primera mención del Premio Clarín. Yo leí la novela de ese chico que conozco y me gustó. Todavía no se editó. Sobre la novela de su mamá no sé nada, sólo que él ayudó a corregirla.
Y que falleció Nicolás Rosa. El titular de Teoría III. Me enteré hace un rato. Es la única materia que estoy cursando. También que el papá de alguien que quiero mucho está muy mal pero que sobrevivió al día de hoy. Y que el papá de otra persona a quien quiero mucho también está muy mal, y que no se sabe cuánto más va a sobrevivir.
Hoy leí todo el día al cuidado de Ch. que me acompañó varias horas. Y recibí noticias. Unas y otras. Tengo fiebre y en un rato me voy. A leer pese a todo. De pronto el frío afuera y mi temperatura sube. A la noche transpiré y dormí mal. Supongo que en no mucho más consiste una gripe.