Volver de una noche agitada, intentar reconstruir todo lo que pasó, bomba de tiempo, difícil de asimilar, dónde estoy, qué pasó, quiénes eran los demás, quiénes alrededor, y ahora qué, adrenalina, sorpresa y...
y nada, volver a casa, ver a Luna, mi gata tricolor,
llegar a mi habitación,
sentarme en la cama
llamarte,
contarte y que me cuentes,
o...
llegar a casa y que estés ahí, sentado a la mesa
o tirado en la cama,
darte un beso, y decirte "no sabés lo que pasó",
"qué pasó",
y tenerte ahí,
sin teléfono,
sentarme arriba tuyo, hacerte cosquillas de besos,
recostarme al lado,
"no sabés lo qué pasó",
"dale contame",
te cuento,
nos reímos.
Cable a tierra. Qué lindo que seas vos. Ese que está ahí. Para escucharme y celebrar.