Justo en un día que juraría no poder enseñar nada a nadie, se multiplican las experiencias pedagógicas. Llegan buenas repercusiones de la lectura-charla de ayer en la Escuelita de publicitarios y mañana vuelvo al encuentro de adolescentes en una tarea que lleva mes y medio de trabajo.
En las caras de ayer veo una escucha atenta a mis palabras. Encuentro respuestas a preguntas que no son demasiado sencillas, como un test que me ubica en lugares que todavía cuesta asumir.
Igual, todo se construye/destruye y hoy a la mañana sólo hubiera necesitado que alguien junte mis pedacitos para armar otra vez.
Llegó al mediodía con sabios consejos y mimos express que cambiaron los colores del día.
La nostalgia vive en youtube. Basta poner daft punk + buenos aires para recuperar las sensaciones de intensidad que ahora extrañamos tanto. Esas luces que me devuelven un corazón que late a ritmo nuevo y que vive como nunca antes. Ayer dije que me daba miedo depender afectivamente de alguien. Por momentos vamos a velocidad extrema pero también encontramos un buen paso a paso que sirve a bases sólidas. Lo bueno es que parece que todavía falta lo mejor. Y que eso quizá no es (sólo) cuestión de tiempo.