El viernes cuando volví de una fiesta escribí esto:
lo que digo es que no puedo escribir un montón de cosas porque ya hay palabras que no van, o personas que leen, como él, o los amigos míos, o la familia, o los conocidos, o no sé, pero toda una serie de cosas que me hacen pensar que expresión esto no es nada, ni espacio libre ni nada de eso, porque cuando vos te creíste que me decías una cosa fuera de lugar porque te molestaba aquello que leías acá en este espacio y vos reclamabas, sin reclamar, porque te molestaba pero no estaba bien que te molestase, digo ¿creías que eso no tenía destinatario? bueno, es que sí, es que no te quiero decir que esté todo calculado, pero un poco acá el asunto es que uno sabe demasiado quiénes nos leen, y esto ya es más una encrucijada que un camino, no sé si se entiende a lo que voy es que cada-una-de-estas-palabras-esta-atravesada-por-un-montón-de-variables-que-hacen-que-esa-palabra-no-sea-ninguna-otra
pero no se entendió que lo que quiero decir es que hay que dar lolamaar por cerrado e inventar alguna nueva o mejor ninguna y a ver entonces en calidad de qué me invitan a leer si finalmente siempre soy aquella que leen muchas chicas en busca de rubios reflejos
cada cosa que escribo acá es mucho más aquello que no puedo escribir