Lolamaar

lunes, septiembre 11, 2006

 

El contacto con el mundo, después de los ojos negros en mis ojos, me hace lagrimear y ver borroso el 141 que debo correr para no llegar tan tarde a la oficina. Cuando logro sentarme después de un par de paradas pienso, con optimismo, que quizá después de todo ésta sea una buena semana.
Siguen las lecciones: le cuento a S. y él también coincide en que estuve mal. Debo ser más cuidadosa, borrar algunas referencias por completo, ya es tiempo, guardar la mochila en el placard, cerrar el álbum de los recuerdos o pequeñas anécdotas para dedicarme a un presente que se construye hacia adelante sin radiaciones de lo que pasó.
Nena, no vale todo, hay límites. Hasta acá está bien. Después, ya no.
Antes de dormir, intento decir algo que callo para no sonar inverosímil. Merodeo por ahí, pero no, mejor no, no es por ahí ahora, es simplemente cuidar tu sueño. Desearía ser hábil para comunicar sin palabras. Confío en mis ojos. Marrones en los negros. Si supieras que... estoy tan contenta.
Salgo a comprar algo para almorzar. Un sandwich de jamón y queso. ¿Querés mayonesa? No, gracias, tengo, digo porque pienso en volver a la oficina. Llego hasta la puerta de la panadería. Vuelvo. Sí, dame mayonesa. Voy a la plaza, la decisión sin planificación previa, un ejercicio mínimo de libertad, el rincón verde para el oficinista que no puede dejar todo en serio. La plaza de cara a la avenida por la que pasan colectivos, suenan bocinas, la gente cruza mal, pero todo eso a unos cincuenta metros, lo suficientemente lejos para que parezca que el estrés quedó allí bajo la loma que es esta plaza. Sentada en el pasto, me saco el pullóver y quedo en musculosa, en espacio abierto, por primera vez en muchos meses. Se siente a gusto el cambio de clima.
Once de septiembre. En el 2001 estaba en el Conservatorio, clase de Actuación. La noticia sonó como un invento. Si pienso en Sarmiento, recuerdo el Facundo y no a ninguno de mis maestros. Y de 1973 no puedo recordar nada, pero de todo lo que hoy se conmemora, busco en los diarios alguna referencia a lo de Allende pero no encuentro nada sino hasta buscar en los diarios chilenos y ver alguna foto de los disturbios en la marcha.
Entre tanta fecha, fijo la vista en un banco lejano y necesito hacer la cuenta para recordar que de ese beso, en ese lugar, pasaron ya diez años.
Pienso en que quiero que todo esté bien, en que todo está bien, en todos estos días que me gustaron tanto. Termino de comer, canto bajito, estiro un poco la columna.
Lo que daría por ir a buscarte.

Comments:
Ah, pero que bonito.
 
Nena, basta.
Encima te tomás el 141, estuviste en el conservatorio, te llamás igual que una mejor amiga, nacimos las dos en el '82, el primer nombre de tu blog se llama igual que mi maestra de dramaturgia, nos apellidasmos con K. No sé que mas.
habremos estado con el mismo chico?
 
Publicar un comentario



<< Home

Archives

...viene a mojarse los pies a la luna...

agosto 2005   septiembre 2005   octubre 2005   noviembre 2005   diciembre 2005   enero 2006   febrero 2006   marzo 2006   abril 2006   mayo 2006   junio 2006   julio 2006   agosto 2006   septiembre 2006   octubre 2006   noviembre 2006   diciembre 2006  

Podés escribir a lolamaar@yahoo.com.ar

This page is powered by Blogger. Isn't yours?