El día del amigo nos regala una improvisación de verano, las flores en la ventana, la ventana abierta, el sol en el living cuando comienza la tarde y más tarde, en esta habitación, como un eclipse de luna, rojo pero sin enceguecer, justo antes de que anochezca.
Compruebo que Saussure le tendría que dedicar parte de sus premios a Hegel y quiero gritar por el balcón que en esta tarde de estudio algo falta, que sin ... se produce una inquietud quizá productiva aunque también dispersa, que por momentos recuerdo otro tiempo en el que leer era Todo porque me conectaba con ese más allá que tenía nombre de hombre y que quedaba tan lejos; y que ahora también, del balcón a las Letras, y todo tan cerca, leer para invocar y traer, distraerme y pensar, aprender y querer,
la Iluminación en casa.