El domingo empieza casi al mediodía con un disco de Serú Giran que ahora a primeras horas de la noche vuelve a sonar. Dormir sola y recibir una visita al mediodía que se extiende durante la tarde. Volver a estar sola y ponerme a trabajar. Pasar correcciones, dejar el guión listo, también la sinopsis. Necesidad de ponerme en acción y retomar mis tareas. La casa, la música, en un rato cocinar y comer algo. Dormí mucho y dormí siesta, entonces también quiero leer. Voy a buscar un libro. Cruzo la calle, lo voy a buscar. Esta noche me dio ganas de leer ese libro que no conozco y de quedarme despierta hasta terminarlo.
Con música y sin otras voces.
La noche, despejada y fría.
...viene a mojarse los pies a la luna...