Lolamaar

miércoles, mayo 31, 2006

 

Todo empieza en un café

Una mujer y un hombre, después de verse alguna vez (o incluso sin haberse visto antes), se citan en un café. ¿Cuántas veces nos pasó esto? Volver a comenzar el juego. Buscar fechas y lugares coincidentes en la vida de cada uno para achicar las distancias y que la historia de cada cual empiece a ser una historia común. El club, una persona, el barrio, la escuela. Un trabajo. La facultad. Los deseos. Cualquier punto de nuestra vida que sea eco de la del otro es festejada por ambos porque entonces sí, quizá en ese lugar donde los dos estuvimos alguna vez o tantas veces sin habernos visto está la clave de lo que somos, vos y yo juntos, para siempre.
Pero ¿cuántas veces nos pasó esto? ¿Con cuántos hablé de calles y barrios, institutos de inglés o personas que quería que fueran personas en común? Parece la publicidad de Coca Ligth que pregunta cuántas veces se te escapó un te amo en la primer semana.
A mí nunca.
Me río cuando pienso en lo que encontré en común con cada uno. La más extraña: el incipiente country al que iba en familia durante los ´80, era una quinta gigante a la que iba A. veinte años años antes. Nos dimos cuenta de esto en un viaje en auto, hacia Bariloche supongo, mucho tiempo después de haber comenzado a estar juntos. Celebramos como niños ese lugar que de alguna forma habíamos compartido pese a los años de diferencia y pensamos que quizá allí había comenzado todo. Y es que cuanto más forzado mejor, como si la magia dependiera de la posibilidad de unir puntos como estrellas lejanas que parecen no tener nada que ver. Hurgar hasta encontrar aquello que permite explicar cierta cuestión predestinada que buscamos con obstinación cuando queremos encontrar razones para enamorarnos.
Entonces, en otro café, en otra historia, yo de pronto me convertía en ella. Aunque él, en ese momento, se sorprendiera porque no recordaba que esa chica sobre la que pensó ¿será ella? era yo que ahora hablaba frente a él, mirándolo a los ojos.
Y volvemos a empezar. Tejer redes que nos confirmen que sí para después, el tiempo que sea el tiempo después, volver a buscar razones para entender por qué no. Por qué ella no resultó ser la mujer de tu vida. Entonces ni el country de los años ochenta; ni el instituto de inglés; ni aquel encuentro casual sobre el que ahora él se impactaba.
Entre el aire y la tierra, pienso en la persona con la que no tengo ninguna estrella en común, ni la posibilidad de una historia demasiado mágica. Más bien, cosas de todos los días: una amiga en común, dos clases de teatro, y de ahí en más... Claro:
la cita en un café. Federico Lacroze y Alvarez Thomas.

Comments:
El diseño del sitio cambió (¿se empobreció,con su nueva estética minimalista?). Los textos, como siempre, son maravillosos.
 
esa dirección es como ¡casa! ;) café café café que me hiciste mal
 
Siempre queremos creer que algo de "destino" nos cruza con un extraño. Quizás lo mágico es que la historia funcione aún no teniendo nada en común en el paso, sino contruyendo un presente lleno de cafés.
 
Los "lugares comunes" que encuentro en sus textos Lolis, me hacen piantar un lagrimón.

Y felicidades por el cambio de look.
 
Realmente me gustó este texto. Me toco de cerca. Serán momentos.

Chelo (de la oficna)
 
Me gusta el nuevo diseño, Lola.
Felicitaciones!
Nos vemos pronto.
 
Hacía un tiempo que no te leía, por algunas diferencias con lo que escribías. No de necio, simplemente de cansado. Esto te lo digo con todo el respeto que me merece lo que exponés. Es mucho, el respeto es mucho, sinceramente.
Pero Funes y Lunita me dijeron que algo había cambiado en los textos. Que te leyera otra vez.
Y aquí estoy. Tal vez no soy uno de los que más comenta, de los que más conozcas, de los que más te conozca, pero te volví a leer. No sé cuanto te importará esto, pero quiero que sepas que a mi si.
Estuvo bueno. Estuvo bueno sentir que de algún lugar del blog se sentía un hilo de aire fresco. Como no me pasaba antes, sobre todo todo en los últimos post.
Quizás corresponda con tu momento hoy o no. No lo sé.
No leí todos los textos. Pido disculpas por eso.
Tan sólo leí dos y de reojo otros tantos.
Qué bien te sienta escribir en tercera persona, qué bueno es lo que suena. Qué divertido es que puedas jugar desde esos lugares. Desde las personas. Jugar, para divertirse. Jugar. Para probar si es un buen camino para estar bien.
Bueno Lola no molesto más.
Nos vemos.
 
es como raro.....y por otro lado mas que familiar....como puede alguien sentir y volar a la distancia, intentando volver el tiempo y recordando pequeños detalles que definen un idea...te leo y por momentos creo no haberte visto nunca....pero no es asi...no estaba tan fuera de mi al imaginar situaciones...son los tiempos que corren? o es el tiempo de cada uno? creo que el de cada uno....que suele ser distinto al de los demas..
 
quien sos anónimo? no entiendo este mensaje...
 
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