Es difícil re-armarse re-amarse. Puede ser hermoso pero también es difícil. Lo delicado le da aura a las cosas más mínimas, pero el riesgo acecha y a veces paraliza. ¿Cómo volver? Si supiera... El otro día una amiga dijo que mejor no volver sino reinventar. Pero somos los mismos. También somos otros.
La semana termina con un stress laboral fuera de lo común. Creo que ayer fue la primer noche que me dormí y desperté pensando en la oficina, en las tareas pendientes, en la tensión que se percibe estos días por acá.
Por otro lado, ayer a la tarde, fui feliz llevando una factura por un trabajo de "escritora profesional" a una productora no tan independiente. Un dinero extra para un trabajo extra que querría sea mi trabajo de todos los días. Después compré algunas cositas para mi casa, los ravioles y la carne para la salsa bolognesa.
En casa empecé a leer un libro de poesía que tengo que reseñar y todo era armonía: la música, los colores, el libro y la ciudad a los pies.
Entonces el cine, temblar en la sala con la última de Caetano y decretar que la próxima me toca (¿nos toca?) una película romántica.
Es hermoso y es difícil. ¿Quizá porque si no es difícil para qué todo? Quisiera disfrutar de que sea simple. No imponer obligaciones, no inventarlas si no hay. Ser la garante de tu tranquilidad y tu placer. Y vos mi garante.
...viene a mojarse los pies a la luna...