Lolamaar
lunes, mayo 29, 2006
Citas amorosas
En Sleepless en Seattle, Meg Ryan viaja a Seattle para conocer a Tom Hanks (que qué lindo estaba en ese momento y qué desmejorado se lo ve en los afiches del Código Da Vinci, entre sus últimas películas). Cuando se cruzan, ruta de por medio, ella sólo puede decir “Hola”, porque sabe que él es él y se queda sin palabras. Él sólo puede decir “Hola” porque de pronto, después de mucho tiempo, ve a una mujer que le parece hermosa.
Ella se sube al auto y se va. Yo cruzo Medrano, camino a casa. Y desde ese día, él la busca.
Ayer, sin vergüenza, dí este ejemplo para hablar de otra cosa (no es lo mismo pero es igual), y también me atreví a recordar en voz alta el momento en que Romeo se entera de que Julieta es Capuleto. Su amor, su enemigo: “mi único amor nace de mi único odio”. Balbuceo la cita.
Ni tanto amor ni tanto odio, y yo hoy, en silencio, recuerdo con pudor todo lo que dije ayer, sin ni siquiera estar borracha.
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...viene a mojarse los pies a la luna...
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