Primer día de internet en casa. Apago la luz y por la ventana se ve perfecta la media luna, bastante más arriba que las luces de los edificios y las antenas que titilan. Toda la ciudad a los pies del piso trece. Igual que siempre pero ahora escrito acá, en vivo y en directo. Puedo contar los dos autos que van por Guardia Vieja y recién cruzaron Medrano, la gente que cruza camino a Córdoba o camino a Corrientes. Esta ventana es así, da a Medrano, pero desde la esquina de Salguero: ventajas de no tener otro edificio alto cerca.
Hoy, también, me pinté las uñas de los pies de rojo. Yo, la que nunca se pinta las uñas de ningún color, incluí en la compra de supermercado un esmalte rojo no tan furioso como morado, que ahora contrasta con la piel y el negro de las ojotas.
Cambio la rock & pop cuando se ponen a hablar de carreras de autos y caigo en Aspen, que es de viejos pero está bastante bien.
Se abren ventanas de sitios que no quiero abrir. Todo anda bien pero se multiplican las ventanitas que tengo que ir cerrando a cada rato. Cuando llamé al servicio técnico de mi nueva empresa de banda ancha me dijeron que eso lo tengo que solucionar con un técnico personal. Ok. Así que: si alguien sabe qué tengo que configurar para que no se abran diez sitios cada cinco minutos (de esos que te ofrecen bajar cosas si tienen la gentileza, o empiezan a bajar solitos), se agradece la información.
Desde las alturas, y a la espera de una buena noche, saludos a todos,
LM
...viene a mojarse los pies a la luna...