Llego al trabajo, el encargado del edificio me da los diarios (trabajo en el área que recibe los diarios, no está mal) y subo a mi oficina. A los pocos minutos mi querido compañero A. me pregunta si ya vi el Clarín. No, digo. Y entonces me cuenta que ayer a la noche se sancionó una ley que dice que los trabajadores de la colectividad judía tienen días no laborables durante la festividad de pesaj.
Nosotros trabajamos en un lugar donde no es necesaria esa ley, aunque si fuese por ella, además de tener asueto medio día del miércoles 12 y el jueves de semana santa, tampoco tendríamos que trabajar el 19 y el 20, días en que se celebra el fin de pesaj.
Cuento esto porque pienso en los amigos, conocidos y gente que no conozco, judíos que trabajan en lugares donde no les dan los días, o donde ni se animan a pedirlos, para que a ver si ahora, amparados en la ley, se animan, por fin, a no ir a trabajar.
Me puse legalista, ¿no?
...viene a mojarse los pies a la luna...