Lolamaar

miércoles, marzo 01, 2006

 

Un mal día

Ayer fue un día que debería olvidar. Día opresivo, de nudos, de llorar desde las nueve de la mañana, acá en la oficina, frente al monitor, o encerrada en el baño, o al teléfono, pero llorar y llorar y llorar, sí se por qué y no sé, por qué hago todo mal, por qué tan débil, de dónde saco la fuerza para decir no, cómo sostener las decisiones. No hice nada en todo el día. Por lo único que debía estar en el trabajo era porque a las dos de la tarde llegaban unas calcos que tenía que mandar a Uruguay para un evento que auspicia la organización. A las dos y media llamé al proveedor y me dijo que me las mandaba a las seis. No, yo a las cinco me voy, las necesito para armar todo. Ok, cinco menos cuarto están ahí.
Llegaron cinco menos diez. Yo estaba al teléfono, sí, llorando, y entonces las recibió mi compañera la diseñadora. Corté, me sequé una vez más los ojos y cuando las vi dudé. ¿Era esto lo que tenían que hacer? Me hice la boluda y fui al sexto piso para mostrarselas al Director: esto es una mierda, hay que cancelar el viaje a uruguay, explicame qué pasó, etc, etc, etc. Volví a mi compu a ver lo que había mandado a hacer. En el traspaso de JPG a Illustrator el archivo quedó con diferencias y yo mandé a imprimir algo sin el logo. Los que trabajamos con logos sabemos lo que importan (al mismo tiempo que no importan nada, pero el que pone el logo... vive por y para eso). Ok.
Lloro y qué pasa, cómo estás. Me equivoqué, soy una tarada, hago todo mal (y hacer todo mal implica no sólo el trabajo, implica mi vida, el estudio... todo). Hay que resolverlo. El director quería que nos quedáramos toda la noche reimprimiendo en las máquinas de acá. A las seis de la mañana tenía que estar todo listo. Me mando la cagada del siglo y mis compañeros se tienen que quedar por mi culpa toda la noche.
En el medio dudo de si ir a Mar del Plata o si mejor a otro lado. ¿A dónde voy? ¿Dónde quiero estar? Si quiero ir ahí, ¿lo voy a resignar por equis? ¿O mejor me tapo los ojos? ¿Cómo hago? Si equis no fuera, yo iría chocha de la vida. ¿Lo contrato a equis para que se vaya a filmar un video a Japón y que allá se enamore y no aparezca más? Tengo que resolver.
Proveedor al teléfono. Otro proveedor al teléfono. Mientras, se manda a comprar papel. Un imprentero de acá a una cuadra me dice que sí, que puede hacerlo en las próximas tres horas. Subo la propuesta. No es poco dinero, pero argumento que el margen de error es menor y que nadie se tiene que quedar trabajando. Me dicen que sí y que traiga una prueba.
Voy a la imprenta, imprimimos y la traigo. Queda bien. Seguí adelante. Ok.
Debería ir a Mar del Plata y ser fuerte. Evitar lo que quiera evitar y hacerme cargo de mis decisiones, de las pérdidas y las ganancias. Debería encerrarme en el cine cada momento en que no quiera ver el sol, ni a nadie. Debería tomarme un colectivo a una playa lejana cuando me aburra del cine. ¿Y si me voy al sur? No tengo plata. O debería hacer cuentas. ¿Pero voy a resignar?... No. La resignación también puede ser dependencia.
Espero en la oficina que llegue el papel para llevárselo al imprentero. Él no tenía suficiente para imprimir las 2500 calcos. Cuando me lo traen, llevo la valija que se va a uruguay para ya dejarla ahí y después mandarla con un taxi a la casa del chico que viaja. Camino a la imprenta, casi me atropella un auto. Vuelvo a llorar. Pasos después, piso mierda. ¿Voy a Mar del Plata? ¿A dónde voy? ¿Pisar mierda trae suerte? Ojalá hoy sea un día mejor.

Comments:
¡No sufras!
 
qué loco... hay épocas en que uno no puede ver lo bueno, sencillamente porque lo malo se empeña en brillar. También hay épocas en que existe algo, especialmente ese algo que molesta o duele o sangra. Y lo demás se convierte, por más pequeñito que sea, en excusa o indicador de todo lo triste y patética que resulta nuestra existencia. Yo no sé si es una cuestión de género, de paranoia o de épocas. A mí también me pasa. Y mierda que uno se ahoga en aguas de cualquier magnitud. Todo esto para decirle, Lola, que no tengo la menor idea de qué se hace... pero que sepa que pasan... estas épocas pasan. En una canción dice Calamaro que no se puede cambiar de corazón como de camisa, sin perder la sonrisa.
Pero la sonrisa vuelve, más temprano que tarde, seguro.
 
Hola lola,
uy, si tendré de esos días, pero como dice lunita, por suerte, pasan.
Ánimo, y me encanta tu blog, hace poco empecé a leerlo y cada día me gusta más.
Beso.
E.
 
Qué bueno Eugenia, porque a mí me pasa exactamente eso con el tuyo.
Ahí estás en mis links, después de unas reformas.

Lunita: gracias por el ánimo. Hoy es un día mejor. Nada en especial. Pero creo que cualquier cosa comparada al día de ayer es mejor.

Besos
 
Lolamaar,
Tal vez, solo tal vez, cuando uno está negado, las cosas se ponen peor. Más claro: a veces, cuando no estamos bien y creemos que nada estará bien o al menos no por el momento, todo se tiñe de negro... y puede aturdirte desde un día, hasta una semana entera. Y no exagero.
Por lo que contás, me parece que tendrías que relajarte un poco y no pensar todo junto con presión. La presión hace explotar. Siempre es igual. Tranqui Lolamaar, un poco de relax y de a un pensamiento a la vez. Sino, pasa como ayer. Te entiendo.
Tranqui.
 
No sé si pisar mierda trae suerte. Pero sí la trae decir mierda: mierda.
 
Hay algo que me fascina de tu relato y que me hace pensar: hace que me pregunte por qué el momento en que la escritura se vuelve “carnal” –digo, “poner toda la carne en el asador como narradora”- coincide con el momento en que se nos quiebra la (bio)grafía –después de todo es “un” mal día, la angustia de “este” día es particular. Este post brilla, relampaguea.
Obvio, no quiero que sufras, no (despertaste cierto “afecto” que hace que no deje de leerte). Sólo que me cae bien tu letra-sangre.
Lolamaar, por último, debo agradecerte por hacerme desear escribir algo, no sé, ¿una reacción?, en momentos en que (casi) nada me afecta. Tu mérito, mi reverencia.
 
L´enfant a dit.

Touche!
 
Uhh cuánta angustia!! como dicen los que firman son etapas, a veces momentos, instantes, yo los tuve a comienzo de esta semana y hoy ya estoy de mejor humor. Pero por lo general marzo me angustia mucho, y eso tiene que ver con las cuestiones que enumeras vos: estudio, trabajo, la vida. Bueno Lola Arriba!! al igual que eugenia mí también me gusta mucho tu blog!
Saludos
 
no sé bien cómo es la historia, pero tenés que ir a mar del plata!

saludos y suerte
m
 
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