Frente al Casino y al cine Auditorium, una chica, desde un auto grita que aquellos que atraviesan la plaza corriendo y luego cruzan la calle son ladrones:
--Son ladrones, agarrenlos, son ladrones!!!
La gente se detiene y mira. Me sorprende la potencia de esos gritos. Podrían escucharse a varias cuadras.
Son las seis de la tarde y salgo del cine. Alberto Fuguet, uno de los compiladores de la antología McOndo (1996, Mondadori y no sé si alguna editorial más) ahora dirige una película titulada "Se arrienda", en la que tematiza (¿vuelve a tematizar?) la relación entre arte y mercado, el paso del tiempo, los jóvenes de los ochenta y su adultez en el 2000. Un protagonista que 1989 estudiaba música y luego de pasar los noventa estudiando en Nueva York vuelve a Santiago de Chile para encontrar que entre sus amigos hippies hay un importante productor de música, otras varias ocupaciones y una chica que quedó totalmente fuera del sistema. Él se reencuentra con una antigua novia que pronto se casa, y que es un motivo más por los que él se siente fuera de todo.
Pasan los años y la exigencia de cumplir con ciertas pautas preestablecidas. Los sueños que los padres tienen sobre los hijos, los hijos de uno que no llegan, vivir los treinta y pico y la dureza de sentir que no se tiene nada.
Los que tienen, ¿son caretas? Algunos dicen "cambié" y el que no cambió se siente desvalido. O siente que no tiene nada. No puede hacer música y termina trabajando para el padre en una inmobiliaria. Pronto encuentra a una chica (ella, estudiante de Letras, lo encuentra a él) y la película se va cerrando. Pero sin resoluciones.
Ojalá se estrene en Buenos Aires. "Se arrienda" es una buena película.
...viene a mojarse los pies a la luna...