Lolamaar

lunes, febrero 13, 2006

 

Desilusión

Ayer terminé de leer El pasado, de Alan Pauls. Qué decir. Al principio mucho entusiasmo. Empezar a leer queriendo devorar el libro. Sin embargo, en las primeras páginas se leía más que una historia atrapante, la ostentación de una buena escritura que recién poco después se perdía entre lo interesante de lo narrado. La narración tiene momentos altos cuando el personaje toma cocaína sin parar, cuando se va de la casa que compartía con Sofía, su primera novia. También, los momentos de enamoramiento: su acercamiento a Vera, su deslumbramiento con Carmen. Ahí, todos pasajes que por momentos pensé en citar en el blog. La segunda parte me pareció genial. La narración atenta a todo. Todo. El detalle constitutivo, la subjetividad de Rímini en una sintaxis que me envolvía. Todo en un plano realista, o más bien, dentro de lo posible. El pacto de lectura era ese. Quizá rompí todas las reglas de la teoría literaria y me perdí en la identificación. Leía partes en voz alta. Aquí y allá. A unos y otros. Hasta la tercera parte.
¿Qué pasó? ¿Tenía que terminar la novela y no sabía cómo seguir?
La caída del personaje y después, la nada. La posibilidad de seguir en una vida vacía, desmemoriada. Pero ni siquiera. O sí. No sé. Me molesta que me haya molestado tanto esta última parte. Toda. Él, entrenador de tenis. ¿Qué onda? Miles de páginas dedicadas a su relación vacua con Nancy. El detalle que me encantaba, ahora empezó a joderme. Las páginas empezaron a pasar rápido. ¿Pauls se reía de sí mismo y todo lo que había intentado hasta el momento, o se reía de mí, o yo ya no entendía nada?
Pienso en las películas de Almodóvar, que adoro. Todo parece real y posible (perdón, no me hagan discernir teóricamente sobre estas categorías, es un post, no una reseña, es compartir como una lectora cualquiera lo que me pasó con esta novela)... Decía, todo parece posible hasta que se vuelve imposible. En Hable con ella, el enfermero enamorado de la comatosa. Hasta ahí, todo bien. Después, el enfermero que se curte a la comatosa y no sólo eso sino que la deja embarazada y ella "revive"... Entonces ¡¿what?! Sí eso. Y uno va mirando y no lo puede creer pero lo puede creer. Y lo que parecía normal se vuelve tragedia. Como la vida de cada uno de nosotros, que creemos normal, y de pronto basta una acción, un palito pisado, un trastabillar casual, para que, sin que sepamos, se desencadene lo trágico, sin retorno, hasta la muerte irremediable del protagonista.
Entiendo que Pauls intentó algo así. Pero entre el humor que no me pareció gracioso, entre la ridiculez del Adela H. y la reaparición eterna de Sofía (me encanta que haya mujeres que reaparecen siempre o que nunca se van), al final, con un motivo que ya no parece ser un móvil suficiente, la novela se deshace. Resuelve como por compromiso, en un solo párrafo, cosas que miles de páginas antes había dejado irresueltas (el accidente de Vera, la distancia de su hijo). No me alcanza. Él mismo, durante cuatrocientas páginas, construye un lector a quien no pueden alcanzarle las ciento cincuenta páginas del final. Pequeños destellos, sí. Escritura impecable, también. Pero ¿ese final? ¿Qué forma es esa de resolver? No voy a develar más, para aquellos que aún no la leyeron, porque vale la pena, porque tiene pasajes y momentos impresionantes. La novela desiluciona en su propio sistema. Es una lástima. Dicen que las sensaciones que a uno le quedan son las de los finales. Por eso, muchas veces, si es posible, mejor separarse bien. Quizá no es posible. Y uno busca odios, excusas para alejarse del otro que ya no nos acompaña. Pero una novela sí. Y que El pasado tenga el final que tiene, no es más que una desilusión. Eso que pasa con tantos amores.

Comments:
Lolamar,

A El Pasado lo leí hace un par de años, cuando salió. Y sabes que no sentí ese corte tajante que vos marcás. Tal vez debería releerla, pero no creo que lo vaya a hacer ahora, algún día seguramente sí. Las 100 páginas en las que narra la biografía de ese pintor, ¿entran en la parte buena o en la mala a tu criterio?
En todo caso, lo que recuerdo que me pareció fue una acumulación de situaciones que podrían sucederse hasta que la vida diga basta, sin un orden determinante de las acciones.

Saludos.
 
La voy a leer, me atrajo tu descripción. Con respecto a los hombres, tuve tres personas (mujeres) realmente importantes en mi vida (hasta ahora, obvio), y las tres me desilusionaron a mi. No sé, o vos conociste a los hombres equivocados o soy la excepción a la regla, que sé yo.
Besos...
 
Yo también sentí esa desilución, me enojé muchísimo con ese final (como siempre planteo: es una virtud de las buenas obras crear esa clase de sentimientos en uno). No sé si no supo cómo resolverlo, creo que hacia donde apunta iba bien. Aunque una no esté de acuerdo. Y me costó pensarlo, estuve semanas -porque el libro (gracias Diego) me gustó muchísimo- para buscarle la vuelta, y creo que se la encontré, o al menos para sentirme mejor.
 
Buena lectura, Lola. Puede ser que tengas algo de razón (mejor dicho, puede ser que yo adhiera un poco) a lo que decís con respecto a las páginas finales. De todos modos, a mí eso no me llegó a desilusionar; es más, voté a la novela en la encuesta de Oliverio como uno de los cinco libros más importantes entre el 83 y el 2005.
Saludos.
 
Basta con la mentira de Luly!!!!
 
yo, que se supone que soy licenciada en letras con especialización en teoría literaria, te voy a decir como la lectora cualquiera que soy, que tenés toda la razón.

pero voy a ser más prosaica: lo odié. te atrapa, te deslumbra con su virtusismo, ese manejo del lenguaje, esa trama que no podés dejar y de repente, la nada.

dios. me acuerdo y me pone de mal humor.

eso es lo que me gusta de no dedicarme a la literatura. que sigo teniendo sentimientos viscerales.

beso grande
 
??? Fedet, porque no te vas a carajet???
qué tiene que ver este blog con luly? y si tanto te jode, cambiá de canal, chabón.
 
Diego, mirá que loco que en esta revisión (sin el libro al lado) ni me acordé de las partes del pintor, salvo por el robo del cuadro. Eso habla por sí solo no?
Ling: qué vuelta le encontraste?
Molina: Yo creo que es un libro importante, quizá podría haberlo votado. Tiene cosas que me parecen eso "importantes" (sin saber bien qué es eso, todavía). Y la prosa creo que es brillante. Sin embargo esa desilución, que tiene que ver con haberme sentido un poco chantajeada, como si le hubiera visto la costura del oficio en su forma de resolver, como si hubiera visto cómo la escribía para un concurso o para el público (no lo sé, lo percibí nada más) y eso hizo un poco mierda todo lo que había construido. Me parece que en la última parte el escritor especula todo el tiempo y eso se nota. Triste.
Juli: comparto los sentimientos viscelares, aunque siga teoría y aunque intente dedicarme a la literatura.

Fede T: no me rompas. hacele caso al anonimo.
 
Y, sería contar un poco el final...

Básicamente: yo nunca me sentí en el lugar de Rímini, si me angustiaba, era por sus chicas. Me siento más en ese lugar, en ser una relación pasajera que alguien que ha tenido una duradera. La vuelta que le encontré viene por ese lado, para quedarme más tranquila ante la preeminencia del pasado en la vida de mi/s pareja/s.
 
desiluSión!
 
que loco. a mí el final me encantó. la primera parte la leí en mallorca, la 2da en barcelona. Creo que a medida que avanza el libro se va poniendo mas sentimental (Pauls).
En todo caso ¿no es interesante el poder de la desilusión?
 
A mi la parte del tenis me parecio muy buena en su decadencia. y lo de adela h tal cual, L, es un bodrio (bueno todo ese tono de intelectual depresivo es muy ñoño)
mh.. es como que el libro y la relacº de los personaj va sincerandose: Empiezan muy muy enamorados y se revelan como unos Pesados . podria llamarse EL Pesado
 
lola, me parecieron muy acertadas tus "impresiones" acerca de El Pasado; no sólo te pasó a vos esa desilusión con el final, sino que le pasó a la mayoría de las personas con las cuales comenté la novela.
Creo que ese caerse de la novela puede explicarse o si querés puede justificarse, desde lo que vos llamás el propio sistema que genera Pauls. El punto es que ese sistema evidentemente falla, aún si se lo explica; de alguna forma, el problema es que en el momento donde la interioridad de Rímini comienza a desaparecer, la novela se cae; hace algún tiempo escribí algo de eso en mi blog, si quiere, paselo y chusmee.
saludos
pd: de todas formas, es una muy buena novela.
 
Gracias Playmobil. Leí lo de tu blog, recién, y coincidimos... Está bueno lo que hiciste, mechar cosas de entrevistas... Qué raro lo que pasa con este texto (igual, muero por saber más de lo autobiográfico.. el poder del chisme!)
 
¿saben que se está por filmar la peli de "El Pasado" y que el protagonista es el bombón de Gael García Bernal?

el dato Cosmo del día, para amenizar...
 
Y el director es Héctor Babenco, lo cual no estoy muy seguro de que sea una buena noticia...
 
hola muchacha
en vez del deber de estudiar para un final, hoy terminé de leer El Pasado (o parte de él, a las páginas sobre el pintor las omití).
y todavía ando así, involucrado dentro de su historia, buscando palabras de otros que hayan vivido lo mismo (aunque diferente)... y entonces tengo el placer de encontrarme con tu blog.
saludos y hasta pronto.

posdata: sofía sin rímini, ya nunca estuvo enamorada de rímini.
 
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