Ayer volvieron mi hermana y mi sobrina Clara. Se fueron un mes a Mendoza y pese a que el tiempo pasó rápido (entre mudanza y preparación de beca) extrañé las charlas con ella y los juegos con la niña (que ahora ilumina mi casa, divina ella en las fotos).
Ayer volvieron y salió la revista Elle. En la tapa está Madonna, y adentro, entre otras notas (la de Madonna, claro, y otras) está my sister, con foto y todo, ella en su estudio y con sus libros, divina. La tapa de Madonna no podía ser más adecuada. Es genial cuando se arman constelaciones. "Con la edición parece que uno dice cosas interesantes", nos reíamos.
Le conté que soñé que ella tenía mil hijos. Hablamos de la bobe, las cuentas que vienen a su nombre en mi casa, ese post sobre los muertos y otra vez constelaciones y sentidos que se arman.
Mientras miraba la revista y Clara tenía ataques de vergüenza, escondida en los brazos de su mamá, yo contaba del guión, el productor, las ideas, etc, y ella me decía que estaba hecha una Sarah Jessica (Parker) total. Seguimos riéndonos.
Me divierto con mi hermana. Lo bueno es que todavía hay algo de descubrimiento. Me lleva quince años y creo que recién hace un tiempo, que no es tanto, estamos cada una más cerca de la otra. Clara, este blog (aunque parezca mentira), el viaje a Nueva York y otros ingredientes, hicieron que por fin pudiéramos sentir eso que se siente con los hermanos, eso de que estarán siempre,
la intimidad.
...viene a mojarse los pies a la luna...