No sé cómo ni por qué, el miércoles, yendo a Banfield con mi papá y mi hermano, hablamos del apellido de D y mi papá exclamó:
--Quiere decir campo florido!
Me imaginé un strawberry field con mucha música y color. Y me encantó. Y me encantó que mi papá lo exclamara así. Y que D. tuviera un apellido con el que mi papá pudiera exclamar eso. Y así todo. Tanto, que ayer conocí a la abuela de D. 95 años. Divina. Divina mal. Elegante, delgada, lúcida, erguida, no quería tomar el brazo de su nieto para cruzar la calle. 95 años y muchos deseos. Quiere mudarse porque vive en el mismo lugar hace 62 años. ¿No es genial?
Con D. intentamos decirle que no es tan bueno mudarse.
Quiere irse de vacaciones. Quiere salir del barrio.
95 años, un campo florido, y por dentro, una chica que asoma joven entre las arrugas y los ojos pequeñitos de 1911.
...viene a mojarse los pies a la luna...