La oficina encierra. Falta aire. La ventana es internet y a veces internet también agota. Por guardar y luego buscar algo para imprimir encuentro fotos que hoy no tendría que ver. Playa, besos, fiestas, verano, carpa, barco. Las paso rápido, pero las miro como dos o tres veces. Imprimo y sigo. En realidad porque me quedo con eso abro blogger y me pongo a escribir.
A la tarde, mundo bíblico y escribir un cuadernillo para familias carenciadas acerca de Jánuca. ¿Realmente piensan que familias con problemas varios y graves, muchas veces sin tener para comer, van a leer, disfrutar y aprender sobre Jánuca? Así es el asistencialismo judío. Aunque acá digan que no, que pasamos de asistencialismo a promoción social. Me resulta difícil (¿me interesa?) pensar por dónde pasa la identidad judía de un judío pobre, pero dudo de que pase por cuadernillos sobre festividades, con recetas de cocina y dibujos para pintar.
El viernes fuimos con S. a Espacio Plasma, a ver el ciclo de cortos Sístole/Diástole, diez cortometrajes sobre el amor, dividos en dos programas. Nos tocó diástole, y de los cinco cortos, sólo uno bueno. Pero no me acuerdo el nombre (S. ¿te acordás?). Más tarde, más cervezas y fiesta.
Sábado largo, reunión a la tarde y por la noche cena y videos. Entrevista a Sarlo por M. Pía López. Divertido ver eso con amigos, algo borrachos, con empanadas y muy poco aire intelectual. La entrevista estaba grabada en restos de tres cassetes. En el cambio de cassete a cassete, un zapping violento que mostraba a nosequé modeloconductora de programa casi en tetas, película erótica-francesa de the film zone, la promesa de rocky cuatro y otras cosas que ya no me acuerdo. Cuando algunos rumbearon a una fiesta, saludé a todos y me fui a dormir.
Ayer cené con A. A. vive en Neuquén y cada tanto (cada vez menos) viene por trabajo o algún trámite. Cenamos. Siempre es lindo verlo. "Elenco estable", digo yo. Es la gente que está. Que se reubica pero está. A. es recontra equis (como diría Dorr y su costicismo), pero también es un poco familia, y es amor, y es un abrazo que menos mal que me abraza cada tanto. A. es como un hogar, no tener que explicar nada, no tener que ajustar código porque es el código. A veces pienso que algunos amores son tan fuertes y determinantes como una lengua. A. es mi lengua nativa.
...viene a mojarse los pies a la luna...