Mañana en casa. Feríado en la Organización por Rosh Hashaná y día libre para estudiar y preparar el parcial de mañana. Café, vaso de agua, Spinetta de fondo.
En dos semanas tengo una despedida de soltera. La homenajeada es una amiga con la que no comparto otras amigas, por lo que no conozco a ninguna de las chicas que van al evento mas no sea por haber compartido algún que otro cumpleaños de la amiga en común.
Una de las consignas es contar una anécdota sexual. Me lo dijeron en estos días, por teléfono, así que supongo que debo pensar antes. ¿Qué contar? No son mis amigas. En todo caso eso no importa. En el blog, por ejemplo, me es fácil contar porque nadie me conoce. Pero tampoco ando dando la cara o contando tal o cual cosa (aunque sí bastante, ¿no?). Además, para que un simple encuentro sexual tome el estatuto de "anécdota" es que algo "especial" tiene que haber sucedido.
Me pongo a pensar y es gracioso. Algunos acompañantes no tardan en tener mejor performance que otros. Supongo que es así. Me pregunto si debo apuntar a algo bien hot (¿qué es bien hot?), a algo gracioso por lo fuera de lo común (¿qué sería? ¿tengo en mi haber?) o a algo más o menos habitual que gane por mi capacidad de relato (apuesto a que esto es lo que va a a pasar).
Amigos, amigas, lectores: acepto sugerencias!!! Sino, para qué este post.
Gracias
LM
PD: siempre queda la posibilidad (también favorecida por mi capacidad de contar) de inventar una nueva, y ya que estoy podría dar por cumplida alguna de mis fantasías...
...viene a mojarse los pies a la luna...