Fin de semana tranquilo. Después de muchos días sin tranquilidad haber llegado a pasar dos días, con altos y bajos, pero tranquilos, y que eso además suceda un fin de semana, es un logro.
Rodeada de mucha gente, yo silenciosa y pensativa. Algunas conclusiones y algunas hendijas por donde entra luz que antes no había visto.
Las conclusiones tienen la tristeza de ser (o parecer, porque en el fondo you never know) implacables. Las hendijas son tironeadas y cruje la madera, bisagras oxidadas, pero hay una intención de abrir y horizonte nuevo.
Fin de semana y claridad. Lo que sí y lo que no. El problema de ser muy apegada. De tener nostalgia de lo perdido incluso antes de perderlo. Perderlo y sí: nostalgia. Tener que reacomodarse ante la pérdida. Sorpresa al mirar los nuevos espacios y no sólo la ausencia. Pretender sumar y que lo que estaba sea para siempre. Comprender que no se puede. Distancia implacable y dolor. Dolor y tranquilidad. Una sensación nueva.
...viene a mojarse los pies a la luna...