Julio 2004.
Voy al teatro con M. Vemos la convocatoria al concurso de cortometrajes George Melies. Tema: Deseo. ¿Participamos?, digo con cierto tono de juego y también de incredulidad. M. dice que sí. Hagamos algo.
Hace algo así como dos meses que salimos y ahora tenemos un proyecto. Yo vengo de ausencia de proyectos y entonces con mucho deseo de hacer cosas.
Esa noche, en el Callejón de los Deseos (o Espacio Callejón, como se llama ahora), nacen las ganas de lo que después será "a la orilla".
Creo que habíamos ido a ver la obra de teatro "El adolescente" (o esa fue otra vez?). Quedamos tan copados que después, ya en falcon, decidimos bajar para conversar un ratito con Federico León, el director de la obra.
Esas cosas hacíamos con M: de repente unas ganas y no parar hasta concretarlas. Compañeros de juegos.
Pensamos ideas. Él una, yo otra. Luego, yo escribiré el guión y él dirigirá el corto. Llamaremos amigos para el equipo técnico. Convocaremos actores mediante un casting. Después de un mes, elegimos la idea. Me pongo a escribir. Formamos el equipo técnico. Amigos de él y algunas amigas mías. El proyecto se pone bueno. Nos entusiasma.
En agosto hacemos una fiesta para juntar plata. Sale bien. En septiembre empieza el rodaje.
Director él y asistente de dirección yo. El equipo fue súper completo. Productora, chicas de arte, equipo de fotografía, equipo de sonido, asistente técnico. Trabajar con los actores (dos niños como protagonistas), estar en todos los detalles, desde el cafecito para M., hasta la continuidad, el maquillaje, que esté todo cuando tenía que estar. Dormir poco, estar cansada. Aprender un montón. Estar contenta.
M. en el rodaje se pone mejor que nunca. Nuestra comunicación es muy buena. Si hasta el momento había dudas, el rodaje termina de enamorarnos. Historias de antes por fin quedan en el pasado. Todo es proyecto. Redes tendidas hacia adelante.
Después editar el corto, mandar el guión a un concurso, no llegar a mandarlo al Melies, hacer una fiesta para proyectarlo. El día después de la proyección para amigos y familia, un lunes, me llaman para decirme que gané el premio del guión. Emoción hasta el llanto. Festejos interminables. Excitación.
En marzo, Festival de Mar del Plata, ver el corto en el cine, y además mil películas por día.
"A la orilla" estuvo buenísimo. El amor con M. también.
Este fin de semana empieza un nuevo rodaje. Pasamontañas. Yo escribí el cuento hace más de un año y él este año lo hizo guión. Ahora yo no estoy ahí. M. es un buen director. Tiene una mirada que adoro.
Recordar "a la orilla", el rodaje, el amor, y lo importante de todo eso es mi forma de desear que todo salga bien y que sigan los crecimientos y éxitos para todos.
...viene a mojarse los pies a la luna...