Fue largo, fue raro, pero estuvo bien y terminó mejor.
Muchas vueltas en auto y algunas indecisiones pero en el fondo la sensación de que todo lo que sucedía afuera no importaba demasiado.
A veces (por suerte) algunas cosas se recuperan. El cuerpo, sabio, tiene memoria justa de los momentos dolorosos, como para cuidarse de lo que viene pero también como para poder seguir adelante. Todo esto que parece una truchada autoayuda, en estos días fue así.
A veces las cosas funcionan, con el mismo misterio por el cual a veces no entendemos qué pasa pero todo está mal. ¿Cuestión de energías?
Estos días junto a M. estuvieron muy bien. Por momentos parecía que no hubiese habido crisis ni viaje en el medio, o que empezábamos a conocernos otra vez y que en verdad nos gustábamos.
Ojalá podamos cuidarlo, sin volver (yo, al menos) a las torpezas de semanas y meses atrás.
Buena semana,
LM.