Lolamaar

lunes, julio 31, 2006

 
De Madonna a Babasónicos en una fría mañana de sol. El sábado se mezclaron también las imágenes en los sueños, uno u otro, los ojos, el pelo y las palabras de cada cual. Comprendo que mi vida podría ser así o asá. Me cuestiono con los cuestionamientos de otro y me miro desde marzo del 2004, cuando todos los argumentos iban en contra de mis decisiones de hoy.
En otro sueño voy por primera vez a una casa que no conozco y como él no sabe hacer asado le pregunto si no le molesta que lo haga yo, si con esa parrilla divina en ese balcón terraza...
Discutimos en familia sobre el conflicto y cuando me ve ofendida, mi papá rescata la posibilidad misma de la discusión, lo bueno de que en esta familia cada uno pueda pensar lo que le parezca, y además conversarlo. Incluso me intercepta en la cocina para darme un abrazo. No contaba con la sensibilidad de mi papá, que se extiende a la llamada del domingo para insistir sobre si ya está todo bien, o si me quedé mal.
La casa está llena de sol y escucho música nueva.
A la noche, empanadas y una película que vi mil veces. Si te gusta la película que te muestro, ¿Soy Linda?, hay algo más de nuestro lado.
Nos vamos a dormir atrincherados frente a la ciudad que late luces rojas.

sábado, julio 29, 2006

 

viernes, julio 28, 2006

 
Tanto tiempo para relajarme puede estresarme más que estar sobrepasada de tareas: ¿ahora tendría que venir siempre para sentir resultados?, ¿una sola vez no tiene sentido?, ¿ir al pedicuro por el callito del pie?, ¿mi espalda una roca?
Los masajes fueron geniales, aunque la masajista hable como si la primera sesión de mi vida
-que por ahora no tiene intenciones de continuidad- fuera la primera de una larga
-¿interminable?- serie. El problema de empezar con estas cosas es que la única manera de continuarlas es volverse una obsesiva del cuerpo y verse siempre mal -como condición necesaria para la continuidad-, sin que sea nunca suficiente ir una, dos o mil veces.
Entonces ya me siento en falta.
La torpeza compartida, por momentos equilibrada, con mi amiga, fue lo mejor de la tarde:
nos dan toalla y bata, y mojamos la bata olvidando que la toalla era para secarse y la toalla para cubrirse.
Después, para contrarrestar tanta femeneidad, la cena con amigos.
Y más tarde -no olvidemos cómo somos- viene C. a tomar té y llorar. Me gustaría explicarle que... y que ella comprendiera..., eso que ella me explicó a mí tantas veces, o que pensó pero no me dijo, porque cómo decir cosas duras a una amiga que uno quiere tanto, cosas que yo sabía pero que en su momento no hice caso.
Lo que quisiera ahora es aliviarla, pero la voz de a mí me pasó... es bastante irritante, así que mejor no decir nada, o decir poco, tomar té, llorar,
irnos a dormir.

jueves, julio 27, 2006

 

Dijo el taxista que me trajo a casa, por la noche, después de la tormenta:
"Es evidente que tenemos que hacer algo con el clima. No podemos seguir así.
Todo lo que pasa es por lo que le venimos haciendo. El maltrato constante".


miércoles, julio 26, 2006

 
Que lo extrañe tanto es una impertinencia de su parte.
* * *
Leo a Wapner, encuentro aire.
En los pasillos de la oficina rechazo la cadena de mails que pide no comprar Clarín el domingo, en repudio al "punto de vista parcial" que tiene frente al conflicto. My god.
Los veo buscar posturas como hormigas dispersas que intentan organizarse, siempre en forma fallida.
Ahora hay un enemigo en Clarín, el diario que compran todos los días creyendo que allí hay -o que debería haber- una "verdad objetiva". Entonces, pobres, ahora leen, con tristeza y enojo, que la información aparece tergiversada.
No entiendo de qué se sorprenden. Y entonces uno, en el pasillo, dice que es una falta de ética.
La gente cree que los diarios tienen ética.
My god.
Cuidado, Ernestina, que este domingo no te compra ningún judío.
Entre los judíos soy siempre disidente.
En otros ámbitos soy siempre la más judía.
* * *
Mi amiga se recibe.
Graduación/emoción
que en este caso me deja sin palabras.
* * *
Mi madre nos manda un mail a mi hermana y a mí para que escaneemos fotos viejas de parientes muertos en la guerra, así las enviamos a la única sobreviviente que aún vive y nos dice quiénes son. Si abuelos, primos o tíos de mi padre.
Aclara, además, que uno de los "primos" está en el frente.
* * *
En estos días, insisto,
lo único que podemos escribir
es absurdo.

martes, julio 25, 2006

 
En la tapa de los diarios se ve el apocalipsis.
Mis sueños son videoclips, pastiches de imágenes sueltas. En la conexión absurda de todas ellas aparece siempre ... y cuando me despierto pienso que él es la persona que más rápido llegó a mis sueños. Después pienso que quizá es así porque siempre soñé con él, y lo que pasó fue simplemente una demora para llegar a mi vida cotidiana.
Pasan los misiles y en el sur cae nieve.
En Buenos Aires estudiamos como locos, creemos en el saber, queremos recibirnos y escribir.
Algún filósofo habla del arte como fiesta y yo pienso que no me invitaron. Él retrucaría que habla de fiesta porque allí puede entrar todo el mundo.
Entonces nos reiríamos con estruendos de carcajadas.
Lo único que podemos escribir, hoy,
es absurdo.
¿Cuándo esto fue una fiesta para todos?
En la tapa de los diarios, el apocalipsis. En la computadora de la oficina, selección de canciones de amor de Charly García. Un símbolo de paz, en algún lugar.
En Brasil, las conferencias y apariciones mediáticas del protagonista de mis sueños.
Acá estudiamos todos todo el tiempo.
Y yo sueño.

lunes, julio 24, 2006

 
David Wapner:
"La actitud vergonzante, sometida, acrítica, patrioturra, de los medios de información masiva, artistas populares y personalidades públicas."

domingo, julio 23, 2006

 
El avión a Puerto Alegre despega a las dos de la tarde. A las dos y veinte, según el reloj de mi computadora, pienso que puede ser ése el que escucho pasar por casa, mezclado con las canciones de Leonard Cohen, y con la dispersión concentrada que prepara el tema para el final de estética.
Abro la página de post secret y una postal dice We look at post secret when we should be working.
Pienso I´m reading this, when I should be studying.
Y justo pasa el avión. Pongo ctrl f5 en el seguidor de vuelos de la página de ezeiza y no tan actualizado (veinte minutos de diferencia), dice que la puerta ya está cerrada.
Siempre intento imaginar qué estará haciendo el otro. Cómo será su gesto ahora. ¿Ojos abiertos o cerrados? Sé que podría estar leyendo, aunque en el despegue debe levantar la vista, mirar por la ventana, buscar, encontrar. Pienso qué cosas (cosas casas calles azafatas pasajeros) entrarán en su campo visual, y cuáles, de las que no entran, imagina o extraña.

sábado, julio 22, 2006

 
Almorcé divino, aunque para unos sandwiches gastamos demasiado. Sobre ese tema, él tiene más culpa que yo. A ver quién es más judío. En esto yo. En esto vos. Cómo es que sin nada en especial todo es tan especial, revista Caras, página/12, revista Haciendo Cine, comida y conversación; y la pasamos así de bien.
Llamó mi amiga, vino a casa, charlamos charlamos, hice una torta mientras ella me hablaba de los encuentros tántricos o kármicos porque ya no me acuerdo bien, pero la cuestión es que habló de mí en su clase de pintura, de la historia en la parada del colectivo y del balcón de enfrente, y resulta que todo es tántrico o kármico y ya no me acuerdo bien, porque además suena el teléfono, atiendo, primero ..., después otra amiga, más tarde como siempre mi mamá que se preocupa por un amigo mío al que hace un rato no escuchó bien.
En estos días mi mamá me parece divina. Milagros del amor.
La torta en el horno y nosotras en el living para empezar a estudiar. Llega el amigo, trae su equipo de mate para que no terminemos todos con angina, y como somos apasionados, de pronto todo parece conducir a Sarmiento, o Sarmiento en todos los textos, en los de estética también, o es que la apasionada es la amiga, que nos hace adorar el siglo XIX y sus intelectuales. Nietzsche, sexo y Sarmiento son los temas de conversación, y todo tiene que ver con todo. Quince siglos de pensamiento y ningún texto de mujer. Todo es superhombre. El pensamiento argentino repugna.
Los tres miramos la ventana de enfrente. Yo también soy entusiasta y puedo contagiar pasión. Todos amamos la ventana de enfrente.
Todos amamos al hombre que hace sonreir a una amiga querida.
Todos odiamos al que la hace llorar.
Alguien me habla de los buenos amigos:
tenés buenos amigos, dice.
Sí,
soy afortunada.

jueves, julio 20, 2006

 
El día del amigo nos regala una improvisación de verano, las flores en la ventana, la ventana abierta, el sol en el living cuando comienza la tarde y más tarde, en esta habitación, como un eclipse de luna, rojo pero sin enceguecer, justo antes de que anochezca.
Compruebo que Saussure le tendría que dedicar parte de sus premios a Hegel y quiero gritar por el balcón que en esta tarde de estudio algo falta, que sin ... se produce una inquietud quizá productiva aunque también dispersa, que por momentos recuerdo otro tiempo en el que leer era Todo porque me conectaba con ese más allá que tenía nombre de hombre y que quedaba tan lejos; y que ahora también, del balcón a las Letras, y todo tan cerca, leer para invocar y traer, distraerme y pensar, aprender y querer,
la Iluminación en casa.

 



En la madrugada me encontré con la bobe.
Hablamos de blogs, de amor y de política.

El alivio de soñar con los muertos es derrumbar la certeza de que no voy a verlos nunca más.

miércoles, julio 19, 2006

 

Pensando qué pensar

En estos días en que se cumplen 12 años del Atentado a la AMIA y todo estalla en Medio Oriente, mi casilla de correo se llena de mensajes de instituciones judías, de mis padres que piensan lo que piensan, y de amigos e intelectuales, judíos y no, que piensan qué pensar, justamente, en estos días en que se cumplen 12 años del Atentado a la AMIA y todo estalla en Medio Oriente.
Me interesa, voy al acto con cierto cuestionamiento interno, pero voy, hablo de eso (de pensar qué pensar en estos días... y de mi inconsistencia política, y mi madre que sostiene, y los diarios que dicen, los mensajes que envian ciertos oyentes a ciertas radios y así...) y cuando llego a casa encuentro en mi casilla el siguiente mail:
Estimados miembros de Hillel Argentina
Todos sabemos los difíciles momentos que están atravesando nuestros hermanos y hermanas en Medinat Israel. Israel esta librando una cruenta guerra con un enemigo cobarde que se escuda tras los cuerpos de civiles inocentes. En ocasiones preguntamos a nuestros abuelos. ¿Qué hiciste mientras la Shoá estaba aconteciendo?
Ahora es nuestro turno. ¿Qué estamos haciendo por Israel? Esperamos que te puedas sumar a las múltiples iniciativas que están surgiendo en la comunidad judía local. Es hora de estar unidos, es hora de esclarecer a nuestros compañeros de facultad y compañeros de trabajo sobre la verdad de los hechos, es hora de movilizarnos y juntar fuerzas para hacer llegar nuestra voz a las autoridades políticas de nuestro país para que condene a los enemigos de Israel. Esta es la hora también de tu verdad y compromiso.
Mañana jueves 20 de julio a las 18 horas la comunidad judía se convoca al frente de la Embajada de Israel para demostrar su solidaridad. Av. De Mayo y Chacabuco
Esperamos contar con tu presencia
Hillel Argentina
***
De este mail sale mi primera respuesta (tímida quizá, aunque también quizá sale así porque es una respuesta al vacío, estos mails no son para contestar):
¿Quiénes son los enemigos de Israel? ¿Los palestinos? ¿Los árabes? ¿Los terroristas? ¿A cuántos se mata por considerar enemigos de Israel? ¿Cuál es la solidaridad que se busca mostrar frente a la embajada del Estado? ¿Quiénes y con quién? Así que ahora somos hermanos y tenemos enemigos...
Escribo desde un lugar sensiblemente conflictuado: Cómo ser judío hoy, en este país, sin abandonar la identidad judía y ser crítico con Israel y su política ocupación y matanza. Cómo ser judío hoy, en este país, y condenar por igual el terrorismo y la política Israelí.
Ése, me parece, es el desafío contemporáneo más grande y profundo de la comunidad judía local y mundial.
No la pregunta de qué hicimos durante el holocausto (yo no había nacido y mis abuelos huyeron a Argentina, ¿y?). Justamente esa comparación ("ay los judíos, víctimas de Hitler, ahora hacen lo mismo que les hicieron") es la que viene desde los medios de comunicación equivocados y simplistas.

lunes, julio 17, 2006

 
Cansada (de todo el día y de leer Kant), me recuesto un rato. Descanso veinte minutos en la habitación de doble ventana hasta que suena el teléfono. Tengo tres minutos para una encuesta. Después de que mi hermano fuera encuestador por años y yo durante unos meses, siempre tengo unos minutos para una encuesta. Esta vez, en lugar de preguntarme por algún producto, quieren saber qué imagen tengo del presidente, de alguno de sus asesores, del vicepresidente, del ex jefe de gobierno y del actual, de un debate parlamentario que no conozco, y también preguntan a quién voté en las últimas elecciones para diputado. Quizá paranoica, recuerdo en qué listas está mi nombre y pregunto si están llamando del radicalismo, o de dónde. Opinión pública. Una consultora. Pero quién contrata a la consultora. Medios de comunicación. A los dos minutos, mal humor. La encuestadora me parece una tarada que no sabe darme las opciones para contestar y tampoco contesta mis dudas, y cuando le digo "no sé" me dice que piense mejor, como si "no sabe/no contesta" no fuera una opción para cualquier encuesta, como si a mí no me molestara contestarle "no sé" para encima tener que repetirlo ante su insistencia de que piense mejor. Sigo contestando, casi siempre la imagen es negativa, respondo lo de las últimas elecciones y me gustaría explicar que voté a... por ese motivo, pero no digo nada, y el mal humor, al final del cuestionario, se convierte en un instante de depresión por mi inconsistencia política, mi escepticismo de clase media, el mal recuerdo de haber querido que se vayan todos y que hoy, años después, los nombres sobre los que todo me parece gris, sean más o menos los mismos de siempre, y yo, también como siempre, sin creer en nada, ni en una cosa ni en otra, en nada, ni en la paz ni en la ecología ni en la política ni en ninguna revolución que pueda hacer de este inconformismo una acción positiva.

 

Mi hermana, Gabriela Kogan, autora de los libros Surtido y Viejo Buenos Aires está encarando un nuevo proyecto, para el que busca fotos de Nueva York:


Busco fotos de Nueva York. Fotos caseras. Fotos de viajes. No importan las mejores. Cualquier foto, personal o no. De todos los tiempos. Color o blanco & negro. Todas las fotos. Las buenas, las malas. De invierno o verano. Las posadas y las espontáneas. Con gente, o no. Fotos de NY. Si viajás o si vivís ahí. Si viajaste o si viviste alguna vez. Dejame ver tu álbum de fotos.
Escribime a: libros@estudioka.com.ar

viernes, julio 14, 2006

 
Mi amiga quiere criar una tribu de hijas y yo le escribo para contarle que en estos días pienso en hijos como nunca antes. Será que... Sí, eso. Le escribo y me emociono cuando imagino la amistad de la niña de rizos colorados y mi niña de ondas castañas, como si los hijos, en nuestra fantasía al menos, fueran una réplica de nosotras mismas.
Como le dijo su novio, gracias a ese comentario seguro que terminamos un domingo en el parque jugando todos a la pelota. Los rizos de todos colores también pueden ser masculinos. Y parece que los ojos serán claros. Pestañas largas. Sonrisa gigante.
No tardo en condenar la inocencia que dibuja un futuro feliz de pañales y noches sin dormir. Pero tardo menos en dejar que así sea, en creer, como dice ella, que hay días... y que estos son días en los que parece que todo, la niña o el niño -o la niña y el niño- también llegará para acompañarnos.

miércoles, julio 12, 2006

 
A la mañana escribo que la situación político-económica del país es estable y que Kirchner concentra poder tratando de controlar todo, incluso a la oposición. La retirada de los planes sociales supone creer que la gente está mejor y que los pobres ya no son tantos. Cuando nos conviene somos un poco K pero no tanto como para que se nos crea populistas.
Actualizar la web de Nueva York es un acto más político de lo que imaginaba. Corto y pego de otros documentos. Leo que en Venezuela la democracia está en riesgo, que hay nazis en el gobierno y que unos dos mil quinientos judíos venezolanos viven en Miami.
Lo político de la actualización llega a lo personal. En unos años nos vamos todos. El plan de retirada contempla la dispersión de los empleados. Menos presupuesto porque ya no hay tantos pobres. Los filántropos prefieren los desastres naturales de Asia o el hambre africano, antes que la debacle argentina y el grito de la clase media que abandonó la calle para volver a pelear en los cómodos aposentos de la dinámica familiar.
Escucho el Álbum Blanco dos veces, en el medio de una y otra pongo Infame, de Babasónicos, un disco que no escucho nunca, y pienso en el amor.
A la tarde podría estudiar pero en la oficina no me concentro. Tengo trabajo pendiente pero lo dejo para mañana. Intento escribir, seguir el cuento en el que alguien regresa al país para enterrar a un muerto.
Happiness is a warm gun.

martes, julio 11, 2006

 
Hace días me reencontré con la lengua materna. Mejor dicho, con una variación que no deja de serme familiar.
Tiene sonidos nuevos, sintaxis especial, ritmo.
Desterrado, a veces, como arma de defensa, uno no se da cuenta con precisión de la comodidad que no tiene, de lo difíciles que pueden ser las cosas aún cuando "todo está bien".
Recién en el encuentro, con la sorpresa de la placidez que no requiere grandes ajustes previos, cuando el aire se vuelve casi líquido y caminar es parecido a nadar sin esfuerzos, uno se pregunta, yo me pregunto, dónde estuve hasta ahora,
hasta que entiendo que todo lo recorrido me trajo hasta aquí,
la esquina que es mi edificio,
la cercanía, extrema, de aquel otro.

lunes, julio 10, 2006

 
Más oficinista que nunca (o porque lo otro no lo puedo contar).
Al menos, en el recorrido que camino todos los días para ir de casa al trabajo, hoy me crucé con el viejo escritor que desayunaba en un bar y me hizo señas para que entrase a saludar. Unos minutos de cierta incomodidad y seguir por Salguero hasta casi Beruti.
También me crucé con el padre que acompaña a su hijo al colegio. En inglés hay muchas palabras distintas para el verbo mirar. Diferentes miradas cada una un verbo. Debería haber una palabra especial para la mirada que se dedican cada mañana los que se cruzan en sus itinerarios de rutina. Sin hablar, sin conocernos e incluso sin recordar a esa persona en ningún otro momento del día, cuando nos vemos pensamos ah, sí, claro, hola -cómo puedo haber olvidado que en esta cuadra, justo en esta cuadra, me iba a cruzar con vos, como todos los días.
Y yo pienso, siempre, tu hijo y vos, el mismo peinado, ese aspecto rockanrolero, me caés bien.
Tengo que trabajar. Se rinde mi Bartleby interior ante las obligaciones aburridas con las que tengo que cumplir. Cierta tensión de la semana pasada retrae mi preferiría no hacerlo para ponerse en acción.
Pero todo esto me importa tan poco.
Pienso en la licencia que se toma mi amiga. En las clases que dan otros. En cuando alguien te cuenta lo que tiene que hacer durante el día y eso no significa nunca ocho horas en el mismo lugar.

viernes, julio 07, 2006

 
Hoy:

la tranquilidad de una decisión bien tomada.

martes, julio 04, 2006

 
Me acordé de las palabras de mi padre, que nunca había sido aficionado a la lectura, pero que había aprendido a conocer la verdad en la soledad y las experiencias vitales: él también conocía esta peculiaridad, sí, el también había encontrado a una mujer a quien amaba, y a cuyo lado se sentía completamente solo, porque eran dos personas distintas, de distinto temperamento, de distinto ritmo vital, porque mi madre también era "diferente".
* * *
El secreto y el regalo mayores de la vida es cuando se encuentran dos personas "semejantes". Esto ocurre raras veces, como si la naturaleza impidiese tal armonía mediante todas sus fuerzas y tretas, quizás porque para la creación del mundo y la renovación de la vida es necesaria la tensión que se forma entre las personas que no cesan de buscarse, pero que tienen intenciones contrarias y distintos ritmos vitales.
El último encuentro, Sandor Marai.

 
No se ve nada. Es la niebla. Ni la ventana de enfrente ni el edificio emblema de Chacarita que me permitía ubicar sin ver tu casa por detrás. Marinita, me digo, andá despejando la segunda persona. Despejar. Hoy dije desplazar. Y mi amigo dijo, sobre lo invertido, se ganó el significante. Desplazar el nombre. Y de acá la segunda persona.
No se ve nada de nada. Un espectáculo esta ceguera. Apenas los faroles de la calle pero ninguna de las luces rojas que todas las noches titilan en la ciudad. No hay relámpagos ni lluvia. Es niebla. Y no se ve nada. Los aeropuertos deben estar cerrados y la ruta peligrosa. Nadie puede salir de aquí. Arriba las manos.
De día, la oficina me deprime y me convulsiona. En ese horario hago todos los llamados que no debo y me rindo frente a tu nombre en el mensajero instantáneo que nubla cualquier intento de conversación.
Marinita, andá despejando la segunda persona. ¿Por qué vos y no él? Él está idealizado. A vos ya te conozco.
Mientras tanto cada cual entiende lo que quiere, y mientras espero el turno con la dermatóloga pienso en esa necesidad urgente de armar el relato, las cosas fueron así: yo bla bla bla, y él (vos) tal cosa y tal otra. Y cuando pasó aquello, en realidad era que... Y así entonces, los problemas. Y por eso nos separamos, una vez más.
Y quizá no fue así. Pero qué importa.
Si al final no estamos juntos. Ahora, que hay niebla, y no se ve nada.

domingo, julio 02, 2006

 
No me di cuenta y se hizo de noche, pasó el día y no comí nada, sólo líquidos. Levantarme tempranísimo después de haber dormido poco, desayunar un mate cocido, después ir a tu casa y no tomar nada, hablamos una hora y me fui, otra vez me fui, o quizá ya me había ido. Llorar por la calle y que todos me miren me hace pensar que quizá ellos piensan que se murió alguien. Pensarán quién se le habrá muerto a esa chica. Si mi papá, un hermano o vos. Caminé hasta Plaza Vea. Compré papel para sonarme la nariz y el tipo no pensó si se me había muerto alguien. Prefirió creer que estaba resfríada y decirme estamos todos igual. No, tarado. No estamos todos igual. Pero mejor sí, claro, pagar y salir al locutorio para llamar a una amiga y pasar un rato por su casa. Un café, después una sopa, sólo líquidos y ahora un disparo en el estómago.
No me di cuenta y se hizo de noche, y se hizo domingo y otra vez domingo de despertarme temprano porque no dormís conmigo y entonces no duermo tranquila. Otra vez domingo de ir a buscarte pero esta vez para otra cosa. Porque en verdad no es hoy el primer domingo distinto. Y vos lo pensabas pero no dijiste nada y en cambio quisiste hacer las cosas bien.
Qué se yo qué harás ahora, cuál será el camino que recorrerá cada uno hasta volvernos el uno para el otro simplemente desconocidos.

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...viene a mojarse los pies a la luna...

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